Agosto
"la marche avec misterio"
Domingo 23 de agosto
Mi Habitación
Llueve
10:00 Papá ha invitado al tío Eddie a entrar en mi habitación como si fuera la cosa más normal del mundo, y han estado fisgoneando lo que hacía. Si el tío Eddie (que es más calvo que una bola de billar, bueno, para ser exactos, que dosbolas de billar) me vuelve a preguntar si hay que sacar brillo a las calvas, me suicido. No se da cuenta de que ya no llevo pañales. Me dan ganas de gritarle:
"¡Tengo catorce años, reboso feminidad y llevo sujetador!". La verdad es que me queda un poco grande, y cuando corro para no perder el autobús se me sube hasta el cuello..., pero sigo teniendo un gran potencial femenino, ¡calvo anticuado!
Hablando de tetas, me preocupa acabar como todas las mujeres de mi familia,que parecen tener un solo pecho, como si fuera una especie de estantería. Mamá puede ponerse cosas en el suyo cuando tiene las manos ocupadas. En las fiestas y cosas así, es capaz de llevar un sándwich en una mano, una copa en la otra y colocarse un canapé en el "estante". No es muy atractivo que digamos.
Me gustaría tener un volumen apropiado, pero sin llevar las cosas demasiado lejos, no como Melanie Andrews, por ejemplo. El año pasado, después de un partido de hockey, me llevé un buen susto en las duchas. Su sujetador era como dos enormes bolsas de la compra. Debe de tener algún desequilibrio hormonal o algo así. Cuando trata de darle a la bola, es cuando más se le nota.En una ocasión, creí que se iba a ir directa a la valla llevada por el impulso desus «melones», como las llama en broma.
Todavía en mi habitación
Todavía llueve
Todavía es domingo
11:30 No sé por qué no me dejan poner un pestillo en mi habitación. No tengo intimidad, mi cuarto parece el camarote de los hermanos Marx. Cada vez que saco el tema, empiezan a mover la cabeza y a soltar gruñidos ininteligibles. Escomo si estuviera viviendo en una casa repleta de gallinas con vestidos y pantalones. O una casa llena de esos perros que mueven constantemente la cabeza en la bandeja trasera del coche, o llena de..., es igual, no puedo tener un cerrojo, y punto.
—¿Por qué no? —le pregunté a mamá, tranquilamente.
(La pillé en uno de esos raros momentos en los que no está en ninguna clase nocturna de italiano ni en ninguna fiesta.)
—Por que, si tuvieras un accidente, no podríamos entrar —me contestó.
—¿Un accidente de qué tipo? —insistí.
—Podrías... desmayarte.
—O quemar el colchón y ahogar te con el humo —intervino papá.
¿Pero qué le pasa a todo el mundo? Ya sé por qué no quieren que ponga un pestillo en mi puerta: por que sería la primera señal de madurez, y esto no lo soportarían porque significaría volver a ocuparse de sus propias vidas y dejarme en paz.
Todavía es domingo
11:35 Hay seis cosas que me horrorizan de mi vida:
1. Tengo uno de esos granos sin cabeza que no explotará hasta dentro de dos años y que se transformará en un horrible bulto rojo.
2. Lo tengo en la nariz.
3. Tengo una hermana de tres años que puede haberse hecho pis en cualquier rincón de mi habitación.
4. Dentro de catorce días, se habrán acabado las vacaciones y tendré que volver al campo de concentración de Oberfürer Frau Simpson y su banda de sádicosprofesores.
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Mi gato Angus, el primer morreo y el plasta de mi padre. Louise Rennison.
Teen FictionSu nariz es demasiado grande. La escuela es un rollo. Sus padres están más tontos que nunca. Su hermanita pequeña moja la cama. Y, por si fuera poco, su gato ataca a todos los animales del vecindario. Georgia está rodeada de gente, pero muchas...