Diciembre

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Diciembre

El show de los Cadáveres de Dylan

Miércoles 1 de diciembre

11:00 ¡Qué excitante! Va a haber un baile de Navidad en el colegio de Foxwood.

La Delgada lo anunció en la asamblea.

—Niñas, el colegio Foxwood realizará un baile para conmemorar la Navidad, el 12 de Diciembre. La fiesta tendrá inicio a las siete y media.

Parecía algo salido de un programa de televisión. Rosie, Jas, Ellen y yo hicimos "aaaahhhhhhhhhhhaaahhhhhhhh" durante tanto tiempo que Delgada tuvo que decir, "cálmense niñas" antes de continuar:

—Para incrementar la conmemoración tendremos una... banda. – Comenzamos a hacer "aaahhhh" de nuevo, pero Ojo de Águila nos miró con tanta furia que nos detuvimos.

Pensé en gritar: "¡Tres vivas para el director de Foxwood y tres para la Corona de Inglaterra!" Pero me contuve.

Delgada todavía no había terminado:

—La banda será Los Cadáveres de Dylan.

En la hora del almuerzo

12:30 Jas y yo intercambiamos ideas cerca de la máquina de gaseosas.

— ¿Te parece que debemos ir? Quiero decir, Lindsay estar allí y tal vez Tom...

Bien, el puede terminar yendo con otra persona y ahí vamos a quedar como...

—dice Jas.

— ¿Dos patas fuera del agua? — sugerí.

16:00 La cosa que más nos hace encoger de miedo en el Universo de las Cosas, ocurrió esta tarde en la clase de religión. Fue con la Srta. Wilson, que no es lo que se puede llamar normal (pues, ¿quién mas enseñaría religión?). Ella es una persona muy infeliz, con cabellos pelirrojos sujetos en un triste moño y siempre viste con pantalones que viven arrugados, además del hecho de que ella usa cárdigans trágicos, generalmente al revés. Ella no fue bendecida con una buena apariencia, y no tiene personalidad, absolutamente ninguna.

La mayoría de las veces, ella simplemente se queda hablando y mientras tanto, una se escribe notitas unas a otras o se lima las uñas. En el verano pasado, Rosie quedo tan distraída que comenzó a hidratarse las piernas durante la clase de religión. Hacía tanto calor que no usábamos medias y Rosie puso las piernas encima del pupitre y comenzó a pasar crema por ellas. Bien, incluso la Srta.

Wilson reparo. Recuerdo que ella dijo:

—Rosie, es mejor que moderes tus modales, ¡y que sea rápido! – Lo que nosotras hallamos súper gracioso, todavía reíamos horas después.

Pues bien, esta tarde, no se sabe porque, la Srta. Wilson comenzó a hablar sobre higiene personal. Juro que no sé como llego a ese asunto a partir de la educación religiosa, tal vez las personas en la época antigua de los hebreos renegaran de alguien por ser leproso y hediondo. No sé. Solamente la escuchamos decir:

—Sí, niñas, yo sé como esa persona se sintió, porque cuando joven yo misma sufrí de un problema de transpiración y las personas me evitaban. Yo no me bañaba porque era huérfana y deprimida... — Nos quedamos simplemente allí sentadas, mirando hacia nuestros pupitres mientras ella no paraba de discutir sobre su problema de transpiración... Fue HORRIBLE. Nunca sentí tanta alegría al levantarme para ir a la clase de gimnasia.

Todas nosotras corrimos gritando para las duchas y nos lavamos como unas locas. La Srta. Stamp llego a quedar espantada. En invierno, ella generalmente necesita gritar y amenazarnos para que apenas nos cambiemos de ropa. Ella entro y miro espantada hacia las duchas. Fue entonces que nos acordamos que ella era lesbiana. Por eso, salimos corriendo y gritando de las duchas.

Mi gato Angus, el primer morreo y el plasta de mi padre.  Louise Rennison.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora