Capítulo 14

48 2 0
                                    

doble la carta y la puse en una cajita, la cerré y me acosté en mi  cama, no le daría más vuelta al caso, estaba cansada de buscar respuesta y no obtener nada, debía darle algún sentido a mis dudas y eso sería ya, investigando... Pero... ¿por dónde empiezo? ¿Cómo empiezo?, y de repente recordé la llamada, ¡el numero! Claro... el número del cual me llamaron quedo registrado y... la carta... en la carta nombran a una tal Anabella, empecé e pensar, ¿quién tenía una hermana llamada así?... vamos Alice... no, no conocía a nadie que tuviera una hermana llamada así, rápidamente busque el número y lo anote, ¿a dónde llegaría con esto? No sé, pero al menos ya había obtenido un número, y de repente me dio un escalofrió que me recorrió la espalda al recordar la amenaza, pero muy dentro de mí, sabía que, eso no fue una broma, aunque me costaba aceptarlo, no era para nada una broma, ese hombre, su voz sonaba, llena de ira, venganza, con unas ganas tremendas de hacer daño, en lo muy profundo, sé que el disfrutaba al escucharme asustada, ¿ me estará observando, ahora? Me acomode en la cama al sentirme incomoda en tan solo pensar en eso, de repente sonó el teléfono el cual me saco de mis pensamientos, mire la pantalla y era Johan- ¿hola?- dije al contestar- ¡hola, Alice! ¿Cómo estás? Dijo con entusiasmo- Mm, bien y ¿tú? - bien, ¿estas libre ahora?-  pues, eso creo, ¿qué tienes planeado?- pensaba, invitarte a cenar- ¿invitarme a cenar? Pero ¿qué?... Pues no sé, Johan... - ¡vamos Alice! No es nada serio – está bien, ¿en cuánto estas aquí?- ¡sí! En unos quince minutos- dale, te espero- ok – fin de la llamada...

Creo que en realidad no era nada serio, es más, creo que Johan ya me supero, es solo una cena entre amigos de trabajo,  nada más...

Como era algo simple, busque ropa cómoda, nada lujoso, me cambie la que tenía por unos jeans, un suéter cerrado y las converse, baje y le deje una nota a mi mamá, y espere a que Johan llegara... pasaron como 3 minutos más y llego, salí y lo vi en su auto, me dirigí hasta allí y abrí la puerta del carro y me monte

hola – le dije con una sonrisa al montarme- hola- dijo el acercándose y dándome un beso en la mejilla- ¿estas lista?- asentí con la cabeza- bien, vamos- dijo el- un rato no dijimos nada, más que escuchar música hasta que decidí romper ese silencio incomodo- y ¿a dónde vamos?- ya verás- dijo guiñándome el ojo- me voltee a la ventana a mirar como pasaban las casas y cada vez que aumentaba la velocidad se hacían borrosas y como siempre a pensar un poco, después   de un largo camino, llegamos, y al mirar el sitio me odie por andar tan desechable, era un lugar muy elegante, muy bello, lujoso, todo se veía tan impecable, en fin era hermoso- él se acercó y me dijo- ¿te gusta?- lo mire y me reí- si está lindo, pero biné horrible para acá- lo siento era una sorpresa, no debías sospechar- bueno ya que, vamos- vamos- dijo bajándose del carro abriéndome la puerta y tomándome del brazo- creo que esto ya era raro, él se estaba comportando diferente, era tan caballeroso, y tengo que admitirlo estaba elegante y no se veía mal

¿realmente te encuentras a salvo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora