Capítulo 17

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Empecé a agarra las cosas rotas que habían en el piso y la ropa que estaba regada por todos lados, las manos me temblaban y sudaban, mi cuarto estaba totalmente destrozado, todas las cosas se encontraban en el piso, tanto ropa como, cajas donde tenía mis cosas guardadas, papeles, libretas, lo que era de vidrio se encontraba roto en el suelo, la cama destendida, cortinas caídas, esto era horrible, el estómago me daba vueltas, la ventana se encontraba totalmente abierta, me senté en la cama y empecé a llorar estaba asustada ¿Qué era esto?, me encontraba yo sola en mi casa, puede ser posible que el sujeto que hizo esto se encuentre aquí adentro… todavía… y al pensar en eso, moví la cabeza inspeccionando mi habitación por si alguien se encontraba en ella todavía, trague saliva y me dispuse a dejar de llorar, iba caminando pasando la mano por la repisa, cuidadosamente, como si con tan solo tocarla se iba a destruir lo poco que quedaba de  mi habitación, hasta que me topé con una nota que no había recordado haberla dejado allí…

 

“Te dije que dejaras las cosas como estaban… y que esto sea solo una advertencia… no sabes con quien tratas…”

 

 

Estaba molesta, arrugue la nota y la tire a la pared, agarre todo y lo tire lo poco que quedaba, que no fue casi nada, pero quería desquitarme con algo, estaba cansada, no había sido un día bueno, solo quería agarrar todo a mi paso y destruirlo, ya no podía llorar más, ya había llorado todo lo que tenía ahora solo quedaba un gran vacío, un gran vacío que no lo llenaba nada ni nadie, porque lo había perdido todo ¡ maldita sea, Alice ¡

Golpee el colchón de la cama y gritaba frustrada, debía liberar todo ese sentimiento…

Me volví a sentar en el orillo de la cama, mirando todo… decidí salir de allí, no soportaba más ver todo esto… cuando ya iba bajando las escaleras para tomarme un vaso de agua empieza a sonar el teléfono, no lo quería responder, no estaba en estos momentos para nadie, paro, y volvió a sonar, eso sucedió unas dos veces más, rodee lo ojos y subí para atender…

Era un número desconocido…

¿A- Alo? Dije tartamudeando… nadie respondió nada, solo se escuchaba un sonido profundo, como con un vacío, lleno de una negrura espesa… hasta que por fin respondieron, después de unos largos minutos…

¿Alice? – dijo una voz llorosa del otro lado que se rompió en sollozos en un nanosegundo

Alice… por favor ayúdame- volvió a decir solo que ya en un llanto

No puede ser… ¿Sara?.... y mis sentidos de alteración, pánico y confunción volvieron a reaparecer…

¿realmente te encuentras a salvo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora