💜VEINTICINCO💜

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Narrador omnisciente

Desde aquella vez del accidente, el chico de nombre Jihyun, se hacía cargo de la empresa de su hermano mayor en lo que estaba en recuperación.

A decir verdad, se estaba forzando mucho a sí mismo, por la mañana despertaba desde muy temprano, desayunaba, se vestía e iba hacia la empresa, saludaba a los empleados y los miraba comenzar con su trabajo, después se iba hacia la oficina para redactar la carta a las demás empresas y proveedores que su hermano mayor no se encontraba en el mejor estado para hacerse cargo por lo que el debería tener el control hasta entonces. Se ponía a dar las firmas en los papeles y a cerciorarse de que lleguen las entregas del vino hacia los lugares indicados.

Al pasar la mañana dejaba todo en su lugar y después iba hacia la salida donde ya lo estaba esperando el chófer Kim, le saludaba amistosamente y después lo llevaba hacia su escuela entre platicas muy agradables.

— ¡Hasta luego Tae! ¡Cuídate! –decía mientras tomaba sus cosas del auto listo para ir hacia su escuela–

— Cuídate Jihyun, vengo al rato por ti

— Sabes que no es necesario Tae Hyung, puedo ir caminando

— Jihyun si lo haces de esa forma sabes que tu hermano se preocupará y no quieres eso ¿cierto?

— Uhm... Cierto, entonces hasta al rato Hyung

Mientras pasaban las horas en la escuela de Jihyun, su hermano mayor el cual se encontraba aún en el hospital no encontraba forma de quitar su aburrimiento desde el día en que fue internado, no había alguna televisión que le entretuviera de todos modos si lo hubiera no tendría forma de ver debido a su lesión en el cuello y costillas, tampoco podría encargarse de firmar los papeles de su empresa, no podría estar sentado durante tanto tiempo debido a sus costillas fracturadas, un mal movimiento y podría lastimarse un órgano terminando por morir.

Ni siquiera había alguna persona que le acompañará en su soledad, en aquella habitación blanca y silenciosa, en esos momentos eran en los que se lamentaba no tener algún amigo o compañero con el que pudiera hablar.

Si, una situación lamentable o eso al menos para Park Jimin quien estaba acostumbrado a mantenerse todo el día en movimiento, ya sea en su automóvil paseando hacia la playa o estando en su oficina leyendo todos esos papeles y dando firmas o simplemente viendo como sus trabajadores se encargaban de hacer el vino que a él tanto le gustaba desde pequeño.

Y entre todos sus pensamientos y lamentaciones o incluso regaños que el mismo se daba en su mente pudo escuchar la puerta abrirse, pensó que tal vez solo se trataba de esas enfermeras que solo entraban para asegurarse que siguiera vivo, por lo que no le tomó ninguna importancia, hasta que vio un pequeño ramo de flores acercarse a su rostro, abrió más los ojos, alcanzó a percibir el aroma de las flores antes de que las alejaran de su rostro.

— ¡Ey! ¿Hoy no me vas a culpar del accidente? Te e traído un regalo

— Vete –dijo en voz firme mientras volteaba la mirada hacia otro lado al ver el rostro de Yoon Gi

— Vamos no seas así –dijo mientras acomodaba el ramo en la mesita al lado de la cama–

— ¿Y esas flores? ¿Te perdiste mientras ibas camino a ver a tu novia?

— No tengo novia, en si las compre para ti

— Oh gracias, pero creo que esas flores las hubieras guardado para mi lápida, ahí se verían mejor

— Ni que te fueras a morir, bueno, estuviste a punto de morir pero por suerte no pasó

— Ja, ¿suerte? Preferiría dejar de verte

— Ya en serio ¿Qué te hice para que me trates así Park Jimin?

— Tu sola presencia es la que me hace hablarte así, ya lárgate, no vaya a ser que por tu culpa vuelva a tener otro accidente

— Deja de decir tonterías, se que me odias y todo lo que quieras pero tampoco es motivo para que seas así ¿Qué demonios te sucede? A veces no entiendo tu forma de ser

— ¿y a eso quién le importa? Es mi forma de ser, no la tuya, es mi vida, no la tuya, entiende eso, yo solo te pedía que te fueras pero nunca me haces caso ¿Crees que no es motivo suficiente? –esta vez le hablo en voz un poco más baja, su garganta dolía por el gran esfuerzo que aplicaba al intentar hablarle al contrario de forma sería y autoritaria–

— Esta bien, lo entiendo, Min Yoongi siempre es el causante de todo ¿no es así? –comenzaba a decir, estaba acostumbrado a siempre ser el culpable de todo– Lo entiendo, siempre a sido de esa forma, pero ¿no era suficiente con qué me dijeras el por qué te conozco? Intento hablar contigo por que quiero que me digas como te conozco, tengo cierta curiosidad por ti ¿no lo comprendes? Pero tu estúpida forma de ser me impide poder tener una buena conversación contigo ¿por qué eres así? ¿Por qué apartas a toda la gente que intenta estar a tu lado? ¿Acaso quieres quedarte solo por siempre?

— Si, prefiero estar solo a tener que sufrir por amistades que tarde o temprano se encargarán de lastimarme ¿sabes lo terrible qué es tener un amigo al que confías y que por solo una estupidez como rumores incoherentes terminen dañando tu amistad y te diga ¡Te odio Park Jimin!? –termino de reclamarle para cubrír su boca rápidamente y tener un ataque de tos, sentía sus costillas doler debido al esfuerzo que hacía por toser, en su gran dolor Min Yoongi tan solo se dedicaba a mirarlo, procesando el reclamo del chico en la camilla pues en lo fondo podía sentir que de verdad le conocía, incluso podía recordar momentos en los que solía decir el nombre de "Jimin" pero no estaba seguro de que lo conocía, escucho el sonido incesante de la máquina, entonces se dio cuenta del estado del chico, toco alarmado el botón para avisar a los enfermeros, sin saber que hacer en ese tipo de situaciones salió corriendo del lugar, en busca de algún enfermero cerca sin saber exactamente por qué se había preocupado por Jimin.

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¡Te odio Park Jimin! [Yoonmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora