Los globos de colores se elevaron hacia el cielo y los pequeños agitaron las manos con dulces e inocentes sonrisas adornando sus rostros, era la manera en que despedían a sus amigos que se habían transformado en angelitos, al menos así lo veían ellos.
Era menos doloroso.
La primera vez que JiHoon fue testigo de aquel momento por los enormes ventanales del hospital no había sido una casualidad, apenas tenía catorce años, ese día había ido a visitar a su papá al trabajo, nunca se interesó en preguntarles a sus padres cómo eran sus empleos, sabía que su madre era profesora y su papá doctor.
Siempre que cenaban ellos les preguntaban cómo había sido su día en la escuela, JiHoon solía responder lo mismo; "Nos dieron mucha tarea y apenas acabe de cenar la iré a hacer", pero como cualquier niño un día la curiosidad le surgió, le preguntó a su papá cómo le había ido en su trabajo, sorprendiendo a los mayores, el señor comenzó a hablar de una cirugía de corazón, entonces la señora Lee lo regañó por ser tan explícito en sus palabras, a ella no le gustaba que hablaran de sangre o muertes en la mesa así que JiHoon no volvió a preguntar.
—¿Qué están celebrando? —Preguntó el rubio cuando tuvo a su papá frente a él.
—Que un angelito ha regresado a su hogar —Contestó el hombre mayor, dándole una cálida sonrisa a su hijo, quien parecía estar demasiado interesado en la escena que observaba —Al cielo.
—¿Podemos ir a despedirlo también?
—Claro —El doctor Lee tomó la mano de su hijo, el jardín del hospital donde algunos niños paseaban en sus sillas de ruedas para cambiar el pálido color de sus rostros era bastante bonito, alegre, esa era la palabra que pensó JiHoon, con juegos, mesitas para colorear, donde supuso que era el lugar donde hacían los dibujos que estaban pegados en la pared de la entrada, también habían manos marcadas con pinturas de todos los colores, debajo de cada una escribían los nombres a quién pertenecían y juguetes guardados en cestas para cuando quisieran ocuparlos.
Todo muy organizado.
Una señora con un divertido traje de payaso le regaló un globo celeste, JiHoon lo aceptó y levantó la vista al cielo para soltarlo.
—Espero que regreses bien a casa —Susurró el pequeño JiHoon y su padre lo miró con dulzura.
—¿Niños qué tal si volvemos a la sala y les hago figuras con globos? —Preguntó un chico de aproximadamente veinte años, llevaba gafas y un colorido sombrero.
JiHoon alcanzó a leer el nombre en su placa de identificación; Payaso Bumzu.
Los pequeños inmediatamente aceptaron y JiHoon observó con detención a los adultos que estaban con ellos, todos con batas blancas, como las que usaba su papá con la diferencia que traían dibujos animados estampados volviéndolas inmediatamente más alegres, pero además tenían alas de ángeles, gorros de animales, narices de payasos, corbatas divertidas, con puntos y líneas, además cargaban en sus hombros bolsos de colores donde los juguetes se veían a simple vista.
—¿Ellos son doctores? —Afirmó la, ahora aburrida, bata blanca de su papá para llamar su atención.
—No —El señor Lee se agachó a la altura de su hijo —Son voluntarios aquí en el hospital.
—¿Qué hace un voluntario? —Preguntó inocentemente.
—Bueno, tiene una función muy importante —Arregló la corbata de la escuela del menor.
—¿Importante? —Sin querer infló sus mejillas, lo hacía cada vez que no entendía algo.
—Hacer reír a quienes más lo necesitan —Contestó el señor Lee sonriéndole a JiHoon y tomando su mano —Brindarles compañía, contención emocional y horas de diversión absoluta. Los niños aquí no se sienten muy bien y muchas veces necesitan olvidarse que están en un hospital donde los tratamientos son pesados y sus medicamentos tan fuertes que les quitan la energía para jugar.
—¿Son sólo payasos?
—Son mucho más que sólo payasos, ellos tienen magia y una llave secreta —Le guiñó un ojo.
—No lo creo —JiHoon sonrió negando con la cabeza, pensando en que su padre estaba bromeando con él —¿Cuál llave secreta pueden tener?
—La sonrisa —Dijo tranquilamente el señor Lee —La sonrisa es una llave mágica que abre la puerta de muchos corazones, la felicidad es una mercancía valiosa y maravillosa, mientras más se da, más se tiene.
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JiCheol ♡ c l o w n.
Romance➳ Written by GaabyKookie ♡ Hace dos años que JiHoon es voluntario en un hospital infantil con diferentes enfermedades terminales. Se sentía pleno al utilizar el tiempo de sus vacaciones de invierno en ayudar a quienes necesitaban compañía y risas. P...