Capítulo 4: Todoroki, eres torpe

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Todoroki había ido a la cocina después de haber salido de la cafetería. Estaba pensando en cómo arreglaría el problema con Shinsõ. Y en como alejarse de Bakugõ mientras trataba de convencer al peli morado de que ya había causado los suficientes problemas como para no dejarlo en paz. Si en realidad estaba jugando con él, debería dejar de hacerlo. O habría graves consecuencias sobre sus actos, y el peli morado terminaría pagando muy caro el no haberle hecho caso.

Su cara de horror fue ver centenares y centenares de platos esparcidos por todos lados. Todoroki se preguntaba si terminaría pronto. Aunque en realidad no fue así, llevaba horas en su mismo lugar. De pie, lavando los platos y a la vez secandolos para acomodarlos en su respectivos lugares. Mientras tanto se dejó llevar por el simple hecho de lavar los platos. Dejo de pensar y solo se concentro en su tarea. Debería terminar pronto si no quería quedarse hasta noche ahí.

Aunque el muchacho no se imaginó que sus planes se irían a la basura. Pues un rubio cenizo estaba a punto de llegar a la cocina. Había acabado de entrenar hace poco, a pesar de que ya era tarde y que varios deberían estar dormidos en sus habitaciones. Ahora le apetecía un poco de comida, pues el entrenamiento lo había dejado exhausto y pensaba prepararse algo rápido. Ya eran aproximadamente las 10:00 pm. Así que creyó que nadie estaría ahí, o eso pensaba él.

Todoroki sintió como alguien entró, aunque el bicolor prefirió no voltear si quería terminar pronto. Estaba demasiado concentrado en el lava manos. Mientras que Bakugõ cuando lo observó ahí, dio un pequeño bufido ignorando al chico que se encontraba castigado. Le sorprendió que aún siguiese lavando los platos, pues Bakugõ siente que él hubiese terminado más pronto. Pero era casi obvio que un chico como Todoroki jamás había lavado un plato en su vida, algo que recalcó su inexperiencia y el porque tardaba demasiado en terminar. Le dio un poco de risa su situación, pero se lo merecía por haberse metido con la persona incorrecta.

Bakugõ había terminado de hacerse un sándwich, y tomó una soda para después sentarse en una barra con unos banquitos altos que habían allí. Supone que son para los cocineros de la academia. Aunque el decidió disfrutar de como el bicolor se encontraba castigado, cómo si estuviese viendo la mejor obra de teatro de la cuál parecía ser una comedia.

Todoroki ya se encontraba terminado. Estaba a punto de llevar más platos en su lugar, pero se le había caído uno.

— ¡Mierda!— dice Todoroki por su torpeza.

— Mitad-mitad, no puedo creer que ni un plato puedas dejar en su lugar— dice Bakugõ tomando de su soda.

Todoroki se sobresalto, ya que no tenía ni idea de que era Bakugõ la persona que había entrado. Y se le hizo más extraño que todo este tiempo estuviese en silencio. Así que sin pensarlo se giro a él, olvidándose de que diría algo que no quería decir.

— Con esas tortas y una fanta, hasta mi pajarito canta— dice Todoroki haciendo que Bakugõ empezará a toser el refresco que había tomado.

— ¡Vamos a empezar de nuevo mitad-mitad! ¿¡Qué no te bastó con este castigo bastardo!?— dice Bakugõ demasiado molesto, hasta el apetito se le había ido.

Todoroki por inercia bajo la mirada pidiendo disculpas nuevamente. Esto estaba llegando demasiado lejos y no sabía como controlarlo. Escucha un suspiro derrotado, suponiendo que es Bakugõ que comenzó a ignorarlo. Todoroki por querer recoger los pedazos rotos del plato, se había cortado haciendo un gesto de dolor.

— Te digo que no puedes hacer nada bien, eres torpe helado de fresa— dice Bakugõ tomando su mano para llevarlo al lava manos. Acto seguido, abrió el grifo para que la sangre de su herida dejará de salir.

Todoroki solo miraba sus manos. Se sentía calido junto a la de él.

— Gracias.— susurro Todoroki sin saber que decir.

— Como sea.— dice Bakugõ soltando su mano y girandose a otro lado.

Todoroki volvió a mirarlo.

— Si la belleza pagará impuestos, estarías en la cárcel— dice Todoroki esta vez estando de acuerdo con lo que salió de su boca.

Bakugõ lo miro asombrado, y un leve rubor apareció en sus mejillas.

— ¡Deja de decir pendejadas Todoroki!— dice Bakugõ para después salir de ahí.

De una cosa estaba muy seguro Todoroki. 1) Lo había llamado por su nombre. 2) Bakugõ estaba sonrojado y eso era hermoso. 3) Desde que Hitoshi lo tiene controlado esta más cerca del rubio cenizo.

— Quizá no sea tan malo después de todo— dice sonriendo a la soledad.

[...]

Hola, perdón por la demora. Pero me pasaron muchas cosas feas de las cuales no quiero hablar.

Espero el capítulo os haya gustado. No se olviden de votar y comentar. Muchas gracias por leer esta historia.

Nos vemos hasta el Lunes.

Se despide, Ale❄🔥❤💣

¡PLUS ULTRA! ^^

¡Idiota Pervertido! [Todobaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora