Concurso Literario Elementales: Faith

Capítulo 4: Los distintos poderes

Griefens y Faithers tenían poderes distintos y también algunos en común.

Cuenta una historia que hacía mucho tiempo, el planeta se creó junto con otros tres, cada uno dedicado a un elemento, pero algo salió mal con Woodland (nuestro planeta, que significa Bosque), el lugar de ser todo una unión se dividió en dos. Al principio la única diferencia era que las plantas salían de un verde más oscuro en Grief pero no era nada importante. Luego la gente tenía algunas diferencias en los poderes por que las plantas más oscuras estaban hechas por otro pigmento diferente y eso es lo alimenta los poderes, no quiere decir que porque fuese más oscuro tenían que tener menos poderes o viceversa, pero si influía.

Pero no solo los distingía el color de sus plantas si no que los jefes de los diferentes lugares no estuvieron de acuerdo cuando lo tenía que estar y desde entonces hay división de opiniones entre ambos.

Giselle, la jefa de Faith, pensaba que había que ayudar a la gente aprovechando los poderes que le había dado la naturaleza y por eso se crearon los viajes.

Taylor, el jefe de Grief, no le parecía nada bien la idea de ayudar a los demás ya que decía que les podían descubrir y usarlos para obligarles a utilizar sus habilidades.

Desde pequeños somos educados con esas ideas según donde nacemos, para los de Grief esta bien lo que hacen y para nosotros lo que hacemos también. No hay algo que este bien o mal, simplemente hay distintas opiniones.

Llegamos al centro comercial, estaba un poco angustiado por todo lo que pasaba, sobretodo por que estaban empezando y yo me iba a ir de viaje. Tenía un presentimiento por si ocurría algo mientras no estaba. Al menos a ese pobre hombre que tuvieron que rescatar ya estaba bien, solo fue un corte con puntos pero esta en su casa descansando tranquilamente.

-Hijo parece que no estés aquí, ¿como es que tienes la cabeza en otra parte?

-Nada mama, estoy un poco nervioso por el viaje.-Mentira, pero no podía dejar que se preocupara por mi.

Compramos un montón de cosas, habían cosas que tenía pero mi madre quería que renovará.

Llenos de cosas nos volvimos a casa, otro camino lleno de pensamientos.

Estaba un poco inquieto por el viaje, debíamos ayudar con todo lo referente a las plantas, teníamos mucho trabaja aunque son comprensibles y también nos dejan tiempo libre. Al menos teníamos forma humana, la única diferencia es que nuestra piel se podía convertir en corteza de árbol cuando quisiéramos. Los Griefens se transformaban con piel de hoja muy dura.

La semana pasó rápida, en la escuela habían rumores de lo que le pasó a aquel hombre y habíamos varias veces en el parque.

Era 18 de Septiembre cuando salía a dar un paseo y a comprar un regalo para el cumple de mi madre.

Por el camino tuve tiempo de sobra para pensar que comprarle y repasar que haría durante el viaje.

Me decanté por una pulsera de plata muy bonita que ví un escaparate, cuando salí ya era tarde, más o menos las 8, de pronto una sombre negra corría entre unos árboles como era un poco sospechoso la seguí.

Se detuvo al rededor de la parada de autobuses miró los horarios y se fue rápidamente, seguí a esa persona hasta que desapareció entre los árboles.

¿Por que miraba los horarios? ¿Venían en tren? Había algo que no cuadraba.

Volví a casa e hice la maleta para distraerme un rato. Algo me revolvía el estomago por dentro pero no sabía que era. Los griefens nunca han venido mucho por aquí y si miraba los horarios era por que tramaban algo.

Escondí el regalo de mi madre, cené y me dormí.

A la mañana siguiente mi madre seguía durmiendo. baje las escaleras en silencio y le hice el desayuno que tanto le gustaba: beicon y queso.

Le preparé también unos huevos y unas tostadas con aceite. Cuando bajó se llevó una sorpresa.

-Bridie, que bien huele todo. - Sus ojos brillaban.

-Feliz cumpleaños Mama, espero que te guste el desayuno que te he preparado.- Le dí un abrazo y ella me lo devolvió.

-Gracias, si lo has hecho tu seguro que debe estar buenísimo.-Sonrió y yo me dirigí a servirle el desayuno.

Cuando acabó me dijo que estaba riquísimo como era de esperar y me besó en la frente.

Le di el regalo y le gustó mucho más que el desayuno. Y me dijo que luego haríamos la maleta, así que hasta la hora comer estuve en mi habitación deshaciendo la maleta por que sabíaque a ella le iba a hacer mucha ilusión.

Después de hacerla junto con mi madre fui a la cama, mañana iba a ser un día muy largo, era el día del viaje y yo no podía dormir de los nervios.

Daba vueltas y vueltas en la cama sin saber porque, no tenía sueño y la cabeza iba a estallar me. Necesitaba dormir así que después de revolverme como una croqueta dedicí dar vueltas por la habitación, cosa que no fue muy buena idea ya que de los nervios mis pasadas sonaban mas crujientes de lo normal. 

Salí al barcón de mi habitación, hacia frió para estar allí sin camiseta pero mi temperatura había aumentado a causa de los nervios y el frescor de la noche hacia que me sintiera muy bien, relajando mis tensos músculos.

Una sombre negra se movió ráoidamente entre los árbol, definitivamente se me estaba yendo la pinza. Se fue corriendo y no paraba de mirar de un lado a otro como si inspeccionará muy bien la zona. Entre cerré los ojos y por fin se fue. Ya que no podía dormir decidí bajar a merodear un poco por la zona a ver si encontraba a más de los suyos, pero no tubo éxito. Cuando volví a mi cama eran las 2 y media de la madrugada, ahora si que iba a dormir a gusto.

INSERTADO: Os he puesto la pulsera que le regaló a su madre :)