Concurso Literario Elementales: Faith

Capítulo 7: Noche especial

 Lizz y Steve le agarraron al vuelo fuertemente. Abbie estaba realmente en estado de shock, parecía que no respirara, que no parpadeaba y yo estaba igual.

-Soltadme, tengo que arrancarle los pelos.- Jake se movía muy bruscamente mientras los que lo agarraban hacía todo lo posible por que no se les escapará. Iván y Sophie ayudaron para sujetarlo.

No me podía creer que fuera ella, además no es de los Griefens.

-Jake relájate, estás en un museo y nos van a echar.-Intentó Lizz relajarle, pero no pudo.

Después de explicarle todo y tras Jake cerrarse en banda estábamos parados esperando la reacción de Jake.

Abbie salió corriendo aterrorizada, intenté agarrarle del brazo pero ella lo apartó y decidí que era mejor no seguirla aunque lo deseaba en mi interior.

-Aquí no es lugar para esto, vamos fuera y nos lo explicas. - Le coloqué la mano en el hombre intentando que entrará en razón, pero era muy cabezota, cuando se le metía algo en la cabeza era imposible quitárselo, podías discutir con él hasta por el color del cielo.

Jake aceptó tras remugar un rato y nos fuimos. Al salir él estaba realmente alterado, se podía ver como el pulso le iba  a mil por hora. Yo segía alucinando por que no me podía creer lo que estaba pasando; Jake había confundido a Abbie con una de los Griefens y lo mejor de todo es que había quedado esta noche con ella.

Ese ultimo pensamiento me hizo tener sentimientos contradictorios: por una parte estaba muy contento por poder estar con ella pero por otro estaba asustado por si decía algo que le disgustaba o por si ella no sentía lo mismo que yo. Aquel pensamiento abarcaba mi mente "no siente lo mismo que yo, no siente lo mismo yo" ese pensamiento doloroso me recorría todo mi ser. Iván se había dado cuenta de mi ausencia.

-¡Ehh! ¿Estas ahí? Bridie escucha, que estás empanado.-Iván me miraba atentamente esperando mi reacción.

-Si si, perdona. ¿Nos vamos a casa?.- Debía ducharme y arreglarme además de pensar que le explico a Iván cuando me vea salir todo arreglado.

-Dirás al hotel, ¿no? Mira que eres cabeza hueca...-Se río.

-Claro que si, y no te definas a ti mismo, gracias.-Entre risas subimos al autobús y nos dirigimos al hotel. Eran las 6 así que iba bien de tiempo, pero no podía perder ni un segundo.

El atasco que hubo a causa de un accidente hizo que me pusiese de los nerviós, incluso levantó alguna sospecha por parte de Iván pero le repliqué que era una tontería y lo pasó por alto.

Al llegar fui directo a la ducha y cuando Iván se interpusó en mi camino pidiendo explicaciones le pusé el gorro de plástico en la boca. Se dió por vencido. Al parecer si tenía un buen uso, no dudaría en volverlo a usar. 

"No escaparás de mi, me debes una explicación de por que tanta prisa" Y así siguió gritando Iván cuando estaba ya en el interior de la ducha. El agua relajante y caliente se escurría suavemente por mi cara pero cada instante que pasaba era peor, sabía que faltaba menos para encontrarme con Abbie. Su sonrisa es inolvidable, no puedo evitar ver su mágica sonrisa iluminando todo y su mirada haciéndome sentir cosquilleos en el estomago.

La ropa fue un poco difícil de escoger, tenía una camisa roja de una tela diferente a la suya, era también de cuadros y me gustaría ponérmela pero no quiero que piense que me la pongo por que ella la tiene igual o a saber que cosas pasan por su cabeza. Al final me decanté por una camisa blanca ajustada y unos pantalones ajustados hasta las rodillas de color rojo y unos zapatos tipo Vans de color blanco. Iván me miraba arqueando una ceja esperando su explicación. Me peiné con el pelo de punta, un poco de colonia, otro poco de desodorante y listo. El reloj de mi muñeca marcaba las 8 y media, agarré fuerte el collar del árbol e intenté respirar hondo para que los nerviós se difuminaran . Lo único que hice fue relajarme un poco pero continuaba realmente alterado.