Desperté por mi culpa, la noche anterior no había cerrado la cortina del balcón, pero no me importaba por que a las 8 tenía que estar en la parada que iba hacia lo que viene a ser un aeropuerto, pero era mucho más distinto.
Se abrió mi puerta muy lentamente, yo no tenía fuerzas para hablar ni para moverme así que me hice el dormido.
Oí varios pasos, supuse que sería mis padres. Dejaron algo sobre mi escritorio y se quedaron quietos. Como veía que no se iban a mover y me estaban intimidando abrí los ojos y me senté en la cama. Me miraron con los ojos brillantes y mi madre edirigío la vista sobre el escritorio donde había un regalo.
-Papa y yo hemos decidido comprarte una cosa para que te de suerte en el viaje.-Cogió la pequeña caja y me la dió.
-Muchas gracias, pero no hacía falta.-Lo agarré y me senté en la punta de la cama. Fui quitando el papel hasta que soló que do una cajita plateada con un lacito azul marino.
Al abrirla y ver aquello me dieron de ganas de ponerme a saltar de alegría ya que era una cosa muy bonita.
-Es un collar precioso, me gusta mucho. - Me quedé observando aquel colgante. Era como un árbol, tenía las raíces, el tronco y las ramas. Pero este no era un árbol normal, el tronco era el cuerpo de una chica y de un chico abranzandose mientras de dan un beso, las ramas el pelo y las raíces las piernas.
Era de plata y tenía un cordón negro.
-Me alegro de que te guste.- Mama me sonrió y miro a papa para después posar los ojos en mi.-Ahora cámbiate, debes estar listo en media hora.
Aunque no era técnicamente cierto por que tenía 35 minutos, me despí y les dí dos besos agradeciendo el regalo. Me quedé observándolo un momento, aquel colgante de plata me tranquilizaba y era muy hermoso.
Saqué la ropa que me regalaron por mi cumpleaños del armario y me la puse.
-¿Ya estas listo Bridie?-Gritó mi padre cuando me ponía colonia. (Tenía que causar una buena impresión)
-Si, papa.
El desayuno fue una bomba de vitaminas con todo lo que alguien se pueda imaginar: huevos, baicon, jamón, naranjas, manzanas, cereales, café, leche... había de todo en la mesa no cabía ni un pelo.
Me cargué de energías y mi padre puso la enorme maleta en el maletero. Iba a estar como un mes fuera de casa y necesitaba muchas cosas sobretodo desodorante nunca he gastado un bote entero en un mes en toda mi vida, pero me llevaba tres botes. Con la tontería de "por si acaso" me había llevado demasiadas cosas, pero no era problema por que no había máximo.
Fuimos con el coche hasta la parada de autobús que no estaba muy lejos de mi casa. Estaba lejos si ibas cargando una maleta de unos veinti-pico kilos. Podría pesar 23 o incluso más, yo apostaría por los 27.
En la paraba estaban mis amigos con sus padres charlando. Mi reloj digital marcaba las 7:57 cuando cogía la maleta que me daba mi padre.
Me acerqué donde estaban todos y me iban saludando, estábamos todos felices, nuestras sonrisas lo decían todo. Ya que solo iba suceder una vez en la vida teníamos que disfrutarlo ¡A TOPE!
Me gustaba tener como referencia #YOLO era algo que me hacía sentir bien. [You Only Live Once] era como el "Carpe Diem" adolescente. Tenía un brazalete fino con la palabra YOLO inscrita y el significado de cada letra.
El autobús llego a la hora exacta que habíamos quedado.
-Buena suerte hijo, y aprovecha este viaje para pasártelo bien. - Me susurró mi madre. Se oían muchas voces, todos se estaban despidiendo y eso hacia que me pusiese nervioso.
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Concurso Literario Elementales: Faith
RomanceBridie vive en un mundo que se encuentra dividido en dos partes, una es Faith y otra Grief. A los 18 años, todos los que viven en Faith realizan un viaje que no olvidarán en sus vidas pero para Bridie va a ser muy diferente. Adéntrate en esta maravi...