Capítulo 6

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Temprano volvió a sonar la alarma que Katsuki tanto odiaba y de nuevo se oyó los gritos como también las quejas del nombrado.

Hizo la misma rutina de siempre, levantarse, preparar su almuerzo, desayunar y vestirse para ir. Pero esta vez, con la diferencia de que sería acompañada por cierto rubio.

—¿Estas nervioso por tu examen? —preguntó con una leve intención de burlarse.

—¡Por supuesto que no! —exclamó molesto—, el examen es una mierda fácil, pero lo que me molesta es que tengo que asistir a tu porquería de colegio.

—Si, pero es lo que hay. —se encogió de hombros restándole importancia, ganándose una mirada rabiosa del mayor.

Ambos luego de desayunar, salieron de la casa dejando todo bien cerrado.

—Es raro el que no te estés quejando —murmuró mirándolo de reojo

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—Es raro el que no te estés quejando —murmuró mirándolo de reojo.

—Cállate maldita sea —respondió irritado mirando al frente, vistiendo la ropa particular que Korki le había dado.

Ambos tuvieron que caminar para así llegar ahí, el camino de la casa al colegio era algo largo. Pero aún así ella quería caminar, así para tal vez poder conversar con él, lastima que no lo pudo conseguir ya que de verdad parecía estar de mal humor, no como siempre, sino aún más.

Eso le incomodaba un poco, teniendo algo de miedo de que se habría molestado con ella. Aunque tendría sus motivos, ahora le estaba obligando para ir a un colegio del cual no tendría de porque asistir. Solo por sus caprichos.

—Aquí es diferente que tu mundo —le informó antes de entrar a la institución—. Por favor, intenta no gritar a nadie, evita en lo posible decir groserías e intenta ser amable con las autoridades del colegio.

Una tic era visible en uno de sus ojos, así como también se veía como apretaba los dientes con fuerza, este de verdad sería un reto suicida para él.

Al entrar, el solo mantenía sus manos en su bolsillo mirando desinteresado su alrededor. Recibiendo las miradas curiosas de varios alumnos del lugar.

Si, Bakugou llamaba la atención por sus características. El color de sus ojos no eran muy normales.

Aunque no eran ese color rubí tan notorio, era algo anormal. Así como también a pesar de estar en un mundo diferente, seguía siendo igual de atractivo. Y no pasó de ser percibido por varias de las chicas más grande del colegio.

Al ingresar, Angélica intentó ignorar aquellas miradas puestas en su rubio y lo dirigió a la oficina de la coordinadora para así entregarlo y poder realizar su examen de ingreso.

—Ah, es él —lo miró la mujer algo curiosa—. Sígueme, te llevaré a una sala y ahí realizaras tus exámenes.

—Muchas gracias por darle esta oportunidad —habló por él que solo se mantenía callado mirando para cualquier lado.

Esto... ¿¡Es real!? [Bakugou x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora