Ambos caminaban mientras que discutían sin parar. No lo hacían en modo serio, más bien la castaña se dedicaba a molestarlo un poco y todo llevaba a una discusión sin sentido.
Ya pasó un mes desde que él apareció. Bakugō Katsuki que un día sin más, salió de un póster y se quedó en el mundo real. Loco ¿no?
Hasta ahora no se han mostrado indicios de que el cartel abra nuevamente un portal para que el rubio vuelva a su mundo. Pero en el fondo la joven se encontraba algo contenta. No deseaba que su acompañante se marchara, ya se ha acostumbrado a su presencia, a sus gritos, a su voz. Verlo todas las mañanas a despertar e ir juntos al colegios mientras que el se quejaba a regañadientes. Amaba todo eso.
Pensar que en algún momento todo eso podría terminar, la ponía profundamente triste. Pero intentaba evitar toda clase de pensamientos al respecto.
Los exámenes ya han acabado, el estrés producido por ellos desapareció casi por completo y ahora sólo quedaba esperar los resultados. Eso la ponía un poco ansiosa. Por ahora, sus únicas preocupaciones eran el desfile que estaba a vuelta de la esquina.
—Oye, idiota —llamó el rubio con sus manos en sus bolsillos.
—No me digas así —se quejó, aunque no le molestaba. Sus amigas y parientes solían decirle de esa manera, era casi inmune a los insultos—. ¿Qué quieres?
—¿A dónde mierdas están tus padres? —preguntó ignorando sus quejas—. En este mes no los he visto, dijiste que fueron a otro puto país pero te tienen casi abandonada.
—Ah, eso —dudó unos segundos y luego respondió—. Mis padres fueron al país vecino por temas judiciales, ya te lo dije ¿no?
—Sí, joder —contentó cansado—. Pero ¿qué temas?
Ella dejó de observar su camino y luego miró al rubio. Tenía el ceño ligeramente fruncido mientras miraba al frente, se sorprendía del hecho de que se interesara por algo así. Pensaba de que no le importaría si sus padres estaban o no en la casa.
—Bueno, tengo una media hermana —confesó volviendo a mirar en otra dirección—. Se están peleando por su custodia. Mi hermana nació en el país vecino y su madre vive también ahí. Tuvieron que viajar en ese lugar para realizar todos los trámites. Como el pasaje hasta ahí es extremadamente elevado, me quedé aquí para cuidar la casa y seguir con mis estudios.
El rubio no dijo nada luego de la explicación por lo que la joven decidió mirarlo de reojo o intentar encontrar una reacción por parte suya. Al parecer su semblante seguía siendo el mismo, solamente con la diferencia de que parecía algo pensativo.
Se quedó mirándolo por unos segundos más, era jodidamente hermoso. No podía creer aún de que alguien podría ser tan agraciado. Sus ojos eran especialmente llamativos y aunque no eran para nada comunes, le quedaba como anillo al dedo. Muchas veces había usado la mentira de que usaba lentillas como excusa para ese rasgo. Muchos no decían nada, porque le quedaba bien. Otros preguntaban por qué no había elegido un color distinto.
Se sobresaltó cuando su mirada se cruzó con la de él y éste de inmediato frunció el ceño.
—¿Qué tanto me ves, mierda?
—Nada —respondió rápidamente con el rostro rojo, pero luego sonriendo con malicia—. Solo admiro tu hermosa cara tallada por los dioses, bebé.
—¿Dioses?
Su corazón casi le salió por la boca cuando escuchó esa palabra. Giró rápidamente su mirada hacia él, parecía haber visto un fantasma de tan blanca que se había puesto su rostro.
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Esto... ¿¡Es real!? [Bakugou x Oc]
FanfictionComo cualquier día, estaba sentada sin mucho que hacer. Pues en ese momento, no se me ocurrió mejor idea que pedir un deseo. Siempre quise tenerte, pero ahora... ¿Puedes irte a la mierda, por favor? Esto es lo malo de tener a Bakugou Katsuki en el...