6°; Comienza el curso

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Eran las 8:02 AM del primer día en la que Carlos consideraba nueva prisión, aunque las clases no empezarían hasta media hora mas tarde, el joven había salido de su casa lo más pronto posible con la intención de no tener que despedirse de su madre, mantenerla alejada era lo único bueno de aquel lugar.

Carlos estaba parado en la entrada de la escuela, observando al edificio que se erigía imponente frente a él, pensaba en un sitio donde pasar el tiempo restante. Su dormitorio estaba descartado, no tenían acceso hasta el fin de la primera jornada. El chico se sentía estúpido parado en la entrada, así que decidió actuar como sus compañeros y entrar pretentiendo ir a reunirse con alguien.

Una vez dentro, buscó el baño masculino más cercano, cerró uno de los cubículos y se sentó en el váter con su cuaderno de dibujo, tenía tiempo de continuar el paisaje de aquel accidentado día, el cual estaba grabado en su mente.

Minutos después, la puerta del aseo se abrió dando paso a unos jóvenes. Carlos, en un ataque de pánico social, subió los pies para que pareciera que no había nadie.

—¿Tienes la mercancía?— Al oír esto, el instinto cotilla del peliblanco despertó y le hizo prestar atención más pausadamente a la conversación.

—¿Te refieres a esto?— Respondió la otra voz, con confianza.

—Oh sí, no hay quien aguante esta mierda sin canutos.

—Y no hay mejor mercancía que la mía.

Los jóvenes echaron a reír, y tras escuchar la puerta nuevamente Carlos soltó un suspiro y se puso en pie, dispuesto a ir a su clase.

Pero cuando abrió la puerta del cubículo se llevo un susto de muerte al ver a un joven moreno de pelo largo esperándolo.

—¡Tú!— Gritó el extraño— ¡Sé que lo has oído todo, no intentes disimular! Y como digas algo de lo que acaba de pasar en este baño tendrás problemas y más que una nariz rota, ¿entendido?

Carlos, aterrorizado, no logró juntar palabras así que simplemente asintió, nervioso. Tras esto, el moreno le empujó con el hombro derribándolo y se fue.

—¿Estás bien?— el peliblanco vislumbró una mano, y reconoció esa voz. Ben

—Eh, sí, tranquilo— Carlos se levantó solo sin aceptar la ayuda de Ben, a quien no pareció importarle.— ¿Cuando has entrado?

—Acabo de hacerlo, vi a Jay entrando al baño a hacer sus trapicheos y pensé que podría pillarlo al fin, pero nada. ¿Ha pasado algo?

—Yo...— El más joven pensó en confesar lo que había presenciado, pero la amenaza del muchacho llamado Jay le vino a la mente y junto a ella un pánico inherente.

Carlos, sin dar explicaciones salió del baño a paso acelerado, ignorando las llamadas de Ben.

La campana sonó indicando el comienzo de la primera clase y, por ende, del curso escolar. Carlos, ya en su asiento, sacó un archivador de la maleta y un pequeño estuche moteado, dispuesto a fingir que se interesaba por la clase de matemáticas.

—Buenos días, chicos— Anunció la profesora al entrar a la clase, era una mujer que rondaba los 40 años, alta y esbelta, con el pelo recogido en un moño que coronaba su cabeza.— Soy la señorita Snow, y seré, además de vuestra profesora de matemáticas, vuestra tutora, si tenéis alguna consulta podéis hablar conmigo en cualquier momento. Ahora realizaréis un examen para ver qué recordáis, guardad las libretas y dejad un boli en la mesa junto a la calculadora.

Un quejido grupal hizo presencia en la clase, al cual la profesora hizo caso omiso.

Tras el sorprendentemente fácil examen y otras dos horas de inglés y biología, llegó el primer descanso.

Carlos sacó su teléfono y llamó a Evie.

—Ev, ¿quedamos?

—Claro, ven al comedor.

El joven hizo caso a su amiga y se dirigió al lugar, donde vio a la chica sentada junto a un grupo de personas, y entre ellas Ben.

—Mierda— Se quejó Carlos, pero no estaba dispuesto a que pasase algo como lo de la mañana, así que se acercó, resignado.— Hey.

—¡Carlos!, ven siéntate aquí.— Evie le hizo un hueco y retomó la conversación con el grupo.

Carlos miró a Ben disimuladamente sólo para descubrir que él hacía lo mismo, y así siguió por un par de segundos hasta que la morena que había besado al segundo días atrás llamó su atención, y casualmente Evie la del peliblanco.

—Vamos a dar una vuelta— el joven agradeció poder estar a solas un rato con su amiga— ¿Qué tal tus clases?, las mías un aburrimiento, no puedo esperar a que llegue la hora particular

—Aburridas también, ¿qué es eso de la hora particular?

—Será una broma— Respondió Evie, incrédula.— Cada día tenemos una hora para practicar un campo de oficio que elijamos, y hoy es el día de la decisión para que nos suministren lo necesario, yo voy a elegir algo relacionado con la moda ¿tú?

—Un laboratorio, supongo.

Carlos pensaba que solo servía para dos cosas en la vida, dibujar y la ciencia, tanto la química como la mecanica le gustaban, incluso la programación.

—Ese chico, Ben— Al oír cierto nombre el peliblanco abrió los ojos y los oídos inconscientemente, y prestó el doble de atención a su amiga.—, está en mi clase. Es verdad que no es mala persona.

—Desde luego que no,— Carlos sonrió tontamente.— después del "accidente" me invitó a helado y me llevó a casa, una mala persona no haría eso.

—Pues no, es un partidazo. Su novia tiene mucha suerte.

Tras esas palabras, Carlos se tropezó, pero evitó la caída gracias a una mano afortunada que lo elevó a tiempo.

—¿Te ayudo?

—¡Ben!— Exclamó Evie al ver que había salvado a su amigo.— Carlos, eres un patoso.

La chica se rio levemente, no sin haberse cerciorado del buen estado de su compañero.

—G-gracias, de nuevo...— Dijo el joven, avergonzado.

—De nada, jaja.— Ben sonrió alegremente. Miró a su móvil un momento y su rostro pasó a ser más serio.— Debo irme, lo siento. Espero que reconsideres lo que te pedí.

Tras estas palabras, las cuales le dijo al oído. El rubio echó a correr en dirección al edificio.

Carlos se ruborizó y continuó la charla con su amiga hasta el final del descanso, aunque en su mente no paraba de preguntarse por qué no dejaba de hacer el ridículo delante de cierta persona.


Tras una larga espera, he aquí un nuevo capítulo, espero que lo hayan disfrutado, dejen su estrella y comenten.

¡Hasta el próximo!

¿Te ayudo?~Benlos FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora