La sirena resonó por todo el campus indicando el final del primer día lectivo de tantos por venir.
Carlos no tenía ningún plan para pasar la tarde y su amiga Evie probablemente estaría ocupada conociendo a gente nueva, siempre que llegaba a un sitio indagaba en lo mas profundo de los presentes, y esta vez no iba a ser menos, así que decidió dejar sus cosas en la habitación y explorar los alrededores.
Cuando llegó a la habitación se encontró con la poco agradable sorpresa de que su compañero estaba allí.
—Hola—Dijo Carlos sin esperar una respuesta, la cual tampoco llegó.
Aligeró su peso rápidamente y salió de aquel lugar donde la tensión se podía cortar con un cuchillo. Su primer destino fue el patio trasero, donde se encontraban todos los recintos deportivos.
Caminando cerca del campo de rugby una pelota voló hacia él, se quedó paralizado viendo que iba a tener que correr de nuevo al hospital, pero eso nunca se hizo realidad ya que fue apartado con un placaje que lo derribó.
Esta persona no podía ser otra que Ben.
—¡Carlos!—Gritó el mayor alterado al ver que aquel fatídico accidente casi se repite.—¿Estás bien?
—Mejor que la otra vez, sin duda—El peliblanco intentó suavizar la situación, Ben le tendió una mano y se levantó lleno de suciedad acumulada en el suelo.
—Lo siento, de verdad. Cada vez que me acerco a un balón acabas perjudicado—Ben sonaba cómico aunque estaba realmente arrepentido.
—No pasa nada, de veras.
—Déjame al menos limpiarte. Espera aquí.
El rubio se dirigió presto al entrenador, que se encontraba junto a los jugadores, e intercambió unas palabras con él para volver seguidamente.
—Acompáñame—Ben agarró a Carlos del brazo, provocando que se sonrojara, y tiró de él hasta llegar a los vestuarios.—Tienes que limpiarte, y yo también debería.
A Carlos no le gustaba por donde iba esto, y le gustó menos cuando Ben comenzó a quitarse la ropa. ¿Desnudarse en público?¿En frente de BEN? Para cuando quiso darse cuenta el rubio ya estaba sin ropa y con sólo una toalla tapando sus partes más íntimas. Tenía un cuerpo increíblemente esbelto y perfectamente definido, evocaba a la envidia de aquel que lo veía.
—Vamos, no pasa nada—Dijo acercándose a Carlos.—Fuera complejos.
Ben se colocó detrás del peliblanco y le quitó el chaleco como gesto de ánimo, Carlos se resigno y fue sustrayendo prendas de su cuerpo hasta llegar a los calzones, donde hizo una pausa en la que Ben le tendió una toalla. Carlos tenía el cuerpo bien esculpido, y aún más para alguien que rara vez practica deporte, su piel era tan pálida como la de Blancanieves en contraste con la de su acompañante.
El rubio le hizo un gesto con la cabeza y caminaron hacia las duchas, donde Carlos descubrió que había cubículos que daban intimidad, pero esta ilusión pronto se desvaneció cuando Ben abrió la puerta de uno de diferente color y lo invitó a entrar.
—Ben, no es necesario —Intentó Carlos.
—Claro que lo es, además, dije que te limpiaría y así haré—El mayor le dio una palmada en la espalda a Carlos y lo metió dentro de la pequeña ducha.—Tranquilo, los demás no acaban hasta dentro de una hora.
Sin embargo los demás no era lo que preocupaba al chico ahora mismo.
Ben puso en marcha la ducha tras dejar su toalla y la de Carlos colgada en una percha y dejó que el agua corriera por su esbelto cuerpo.
Hasta ahora, el peliblanco había podido ignorar las vistas pero ya no había otro sitio a donde mirar y su... ¿curiosidad? Venció, provocando que ojeara a su compañero rápidamente, pasó de ver su rostro mojado a sus fuertes piernas, y vio sus afeitadas partes.
El cuerpo de Carlos subió de temperatura repentinamente, y esto siguió cuando Ben lo atrapó entre sus brazos y lo metió bajo el agua con él, Carlos pudo sentir la hombría de Ben rozar su nalga derecha por un momento, y por algún motivo se excitó.
—Vamos, relájate. Esto es genial—Ben descansó su cabeza en el hombro izquierdo de Carlos, quien seguía atrapado entre sus brazos—.
Así estuvieron durante unos segundos hasta que el rubio se movió a coger champú de un pequeño estante que allí había, puso un poco en sus manos y comenzó a frotar la espalda de Carlos, el cual seguía sin poder articular palabra.
De la espalda rápidamente pasó al pecho, donde varias veces rozó los pezones del joven provocando un gemido ahogado.
Para cuando Carlos quiso reaccionar, Ben había pasado la mano cerca del pubis.
—Ahora me toca a mí—El alto se dispuso a frotarse su propio cuerpo con Carlos de espaldas, pero éste lo detuvo.
—Date la vuelta y déjame a mí.
Ben asintió y le tendió un poco de champú, el mismo proceso se repitió pero con los papeles invertidos.
Cuando Carlos pasó la mano cerca de la parte baja del estómago notó que la zona se endurecía, así que se armó de valor (y curiosidad) y observó que Ben tenía una erección, éste la tapó al darse cuenta de que había sido descubierto.
—¡Lo siento, es la primera vez que me pasa!— Exclamó avergonzado.
—No pasa nada— Carlos señaló sus bajos y se tapó la cara.—, estoy igual.
Aunque el peliblanco no lo pudo ver, Ben esbozó una sonrisa y pegó su cuerpo al del joven.
—Tendremos que solucionarlo— Dijo el rubio pegando sus miembros y agarrándolos—, además, esto no lo hemos limpiado.
Carlos no pudo aguantar el gemido cuando el otro comenzó a mover su mano, se agarró al pecho de Ben y se relajó hasta llegar al clímax sincronizándose.
Tras esto, ninguno de los dos habló más hasta acabar la ducha, de vez en cuando Ben sonreía levemente dejando embobado a Carlos, el cual se había soltado del todo.
He aquí otro capítulo, las cosas se ponen picantes aunque esto no es nada.
Espero poder subir 1-2 capítulos al mes pero segundo de bachillerato me quita el tiempo para respirar, ¡nos vemos en el próximo!
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¿Te ayudo?~Benlos Fanfic
Acak-¿Necesitas que te eche una mano, Carlos? -¡No, yo puedo solo! Los personajes pertenecen a disney. La historia no ocurre en el mundo de Los Descendientes, es un mundo alternativo. Contiene partes de sexo entre chicos, si no te gusta no lo leas.