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La mañana llegó fresca y radiante como desde mucho atrás que no lo hacía para Edge, pues al igual que durante el día anterior Sans no tuvo más pesadillas durante la noche, eso haría más satisfactoria su recuperación, quizá el único inconveniente del día sería ver a Grillby visitando al que por ahora seguía siendo su querido amigo; incluso Red se fue durante la noche prometiendo volver al día siguiente acompañado de los hermanos G.

Todo iba de maravilla, de hecho el desayuno de frutas de Sans transcurrió con tranquilidad, el pequeño estaba mejor sin duda alguna, aún se le notaba algo débil pero eso no fue impedimento para que pidiera ropa limpia para cambiarse, para lo cual Edge le llevó una de sus pijamas de franela recien lavadas.

Cuando el esqueleto de magia azul terminó de cambiarse el teléfono del departamento sonó y el arquitecto se apresuró a contestar.

- Señor Kunstler, aquí en la puerta hay un monstruo de fuego y una chica humana que dicen que viene a una visita a su casa- era la voz del guardia de seguridad del condominio.

- Si, los estaba esperando- la verdad era que más bien esperaba que no vinieran, pero al mal paso...- puede dejarlos pasar.

...

En efecto Grillby y Alexa estaban pocos minutos después tocando a la puerta del departamento, así que Edge les abrió y lo más cortés y neutral que pudo los llevó hasta la habitación de Sans donde este estaba sentado en la cama leyendo un libro sobre las constelaciones y sus significados a través de la historia, pero al notar la presencia de otros en el cuarto alzó la mirada para ver a sus visitantes.

-H-hola Grillby... yo... hamm... perdón por dejar el trabajo botado... es que...

-No te preocupes, mejor dime ¿estas bien?- respondió el monstruo de fuego.

-Awww Sansy, nos dejaste muy preocupados, te traje unas galletitas que se que te gustan- esa era Alexa quien ya iba vestida con su uniforme y le daba una caja de galletas de mantequilla.

-Gracias!!, las comeré en cuanto me den permiso, no puedo comer cosas que sean demasiado procesadas por el momento... G-grillby, sé que no he estado en mi mejor forma y... bueno... entiendo si crees que ya no soy apto para el puesto- Sans miraba a su regazo donde estaba el frasco con galletas que le dió su amiga.

-Sabes Sans, lo he estado pensando hace unos días, incluso se lo dije a Alexa, creo que es hora de contratar a alguien más para ayudar en las mesas- el pequeño pudo sentir como si su alma comenzara a descender dentro de sus costillas, lo sabía...- pero eso no quiere decir que perderás tu empleo, la verdad es que me parece que estás más que calificado para hacerte cargo de la registradora de forma permanente.

¿Había entendido bien? no solo no lo estaban despidiendo sino que además estaba siendo promovido, ¿pero porque?

-Espera... ¿porque? además... ¿estás seguro que puedes hacer eso? ya sabes, contratar a alguien más- Sans volteó a ver a Alexa quien le sonrió ampliamente mientras asentía mostrándole que ella estaba de acuerdo.

-Si, veras, el restaurante está funcionando muy bien, podemos fácilmente pagar un mesero más, y siempre que estas de turno en la caja las cuentas son claras y precisas, los números se te dan muy bien.

-Si Sansy!! yo siempre me siento nerviosa con el dinero, más cuando es el del jefe- luego se encogió de hombros viendo a Grillby- casi siempre que la atiendo yo hay pequeños faltantes o sobrantes, será mejor que tú te encargues de eso!!   

Edge había estado escuchando toda la conversación recargado en el marco de la puerta, él sabía que Sans a pesar de todo siempre daba lo mejor de sí mismo en lo que fuera que emprendiera, el que ahora le dieran un puesto de más importancia le hacía sentir que sus costillas se expandiesen de puro orgullo; entonces pudo ver que su amigo lo estaba mirando como para saber qué opinaba él.

Amor de LamiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora