Crush - Finn Wolfhard

Cap. 20

¿Me tenías sabes? No era la gran cosa pero me tenías.

La muchacha apoyo los codos en la mesa y miro de reojo a Finn. Sonriendo mientras bromeaba con los demás. ¿Por qué ella no podía ser como él? Olvidarlo todo y hacer como si nunca paso, tal y como él hacía.

-_____, iremos a comprar las cosas para comer. Mamá me ha mandado a hacer las compras al súper. ¿Vienes?- hablo Jack sacándola de sus pensamientos mientras los demás se levantaban. _____ se miró a sí misma.

-Lo siento Jacky, ni siquiera me he lavado la cara. No quiero salir así- fingió una risa y se recostó contra la silla.

-Bueno, no hay problema. Volvemos en un rato, Finn también se queda- sonrió saliendo junto a los demás por la puerta, excepto el muchacho de cabello rizado oscuro.

-¿Por qué te quedaste?- interrogo este al saber que sus amigos ya se habían ido.

-¿Qué eres sordo? Ya dije porque me quede. ¿Y tú? ¿Por qué?- contesto la muchacha frunciendo el ceño de mala gana.

-Porque quería estar solo un rato.- el desvió la mirada.

-Pues lamento haber arruinado tu idea. No, en realidad me importa un carajo.- se levantó sin dejar hablar a Finn y subió las escaleras hacia el baño. Estúpido... se lavó la cara echándose mucha agua, se miró al espejo donde sus ojos se humedecían al pensar nuevamente en él. No te puedes tirar toda la vida llorando por alguien que no te quiere, sería una tontería. Volvió a secarse los ojos con ambas manos y esbozo una pequeña sonrisa forzada tomando su cepillo de dientes del bolsillo que había metido antes de salir de la habitación.

Salió del baño ya más preparada, y vio a Finn entrando al cuarto de Jack. Ambos se miraron por unos segundos, Wolfhard paro en seco y se quedó allí volviendo su vista hacia donde iba, _____ lo vio cerrar los puños con fuerza y este volvió a mirarla.

-Perdón si soy grosero contigo. No me levante de buenas- hablo dejando atrás el silencio, y procediendo a volver a lo que hacía. Entro en la habitación. _____ lo siguió.

-Perdóname a mí, por ser así como soy.- perdóname por no poder haber sido la chica perfecta para ti. Lo miro a los ojos acercándose un poco. –Lamento...- no pudo seguir, Finn le coloco un dedo sobre los labios.

-Eres una chica genial, tu personalidad le gusta a todos, hasta a mí. No tengo que perdonarte por ser una gran persona.- saco su dedo de sus suaves labios y elevo la mano, apoyándola en su cabeza, así mientras acariciaba con cierta rudeza cariñosa. –Yo soy el único que tiene que ser perdonado por ser un idiota-