-Cariño, ¿Por qué no juegas con tu madre a esto? No es una actividad digna de una reina – La morena intentaba excusarse mientras se movía perezosamente tras una pelota de futbol.
-Pero mamá, me aburro mucho, ¡Estoy listo hace una hora! – Se quejó Henry que sin mucho esfuerzo le quitó el balón a Regina.
-¿No será que no quiere admitir que finalmente encontró algo en lo que no es buena, Su Majestad? – La voz burlona de Emma llegó hasta ellos.
Madre e hijo dejaron de jugar y se giraron a observarla, uno más sonriente que el otro.
-Callate, Swan. Creí que te estabas ahogando bajo la ducha, estaba por ir a rescatarte – Se burló esta vez Regina.
-Ja-ja-ja ¡Qué graciosa! – Le sacó la lengua.
-¿Podemos irnos? – Pidió Henry, con la pelota entre sus brazos.
-Claro que sí, chico – Se acercó a revolverle el pelo mientras su hijo intentaba escapar de aquella caricia.
¿Playa o montaña? - Preguntó Regina.
-¡Playa! – Gritaron a la par, haciendo reír a la Reina que empezó a caminar para guiarlos hacia el lugar.
El trayecto duró apenas quince minutos, sin embargo fue amenizado por las charlas cada vez más cercanas que establecían entre los tres. Bromas por acá, ironía por allá, empezaban a estrechar lazos y a comportarse como una verdadera familia. Emma sonrío pensando en eso, cada vez más convencida de esas vacaciones. A su alrededor, árboles y plantas de todo tipo que entretenían a un curioso Henry.
-¿Esto es eucalipto, mamá? – Preguntó acercándose a un hermoso árbol que según lo vieras sus hojas destellaban plateado.
-Exacto, ¿Sabías que las hojas se pueden usar para hacer infusiones? Son buenas para destapar las vías respiratorias – Le explicó con una sonrisa en los labios al ver cómo su hijo absorbía cada información que ella le brindaba.
-Algo había leído en mi libro de herbología, voy a llevar algunas ramas – Le pidió permiso a su madre con la mirada y cuando asintió, cortó con sumo cuidado dos ramas del árbol.
La rubia se mantenía al margen, ya que ella poco y nada sabía de la vida en la naturaleza.
-Nos equilibramos bien ¿Verdad? – Le comentó a Regina, que había vuelto a su lado y observaba a Henry seguir curioseando mientras caminaban.
-¿A qué te refieres? – La miró.
-A Henry, me parece que hacemos un buen equipo, cada una le aporta algo distinto.
-Sí, es cierto, yo lo lleno de conocimientos y tú, bueno… Contigo puede jugar al futbol – Le sacó la lengua con un brillo divertido en los ojos.
Emma le devolvió la mirada ofendida.
-¿Acaso ocupo el rol de padre? – Frunció el ceño.
-Bueno, tienes un pene entre las piernas, querida – Seguía burlándose Regina.
-Lo tienes muy presente a Swancito ¿No? – Sonrió.
-¿Swancito? – Levantó su ceja, deslizando su lengua por su labio inferior. Derritiendo a Emma.
-Eh, sí, Swancito, te diría que te lo presento pero me parece que ya se presentó él solito – Rio medio avergonzada.
Regina la miró asombrada por la aceptación en voz alta de las erecciones que ella presenció.
-¿Qué puedo decir? Todos se paran cuando ven llegar a su reina – Le guiñó un ojo coqueta y se adelantó en el camino, dejando a la rubia parada en su sitio.
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Vacaciones Magicas (SwanQueen)
AcakEmma acude a Regina para pedirle unas vacaciones, sin embargo la interrupción de Henry logra que terminen siendo unas vacaciones familiares. **** Historia LGBT como el resto de mis historias, sino te gustan las parejas homosexuales este no es un pe...