Capítulo XI: Celos

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¡Hola! Sé que es inevitable que con el tiempo vayan desapareciendo lectores, pero si eres un/a lector/a fantasma y estás disfrutando de esta saga, te agradecería mucho que dejaras tu apoyo con un voto o un comentario. ♡

En fin, pequeña advertencia: el capítulo puede ponerse algo subido de tono. Si no es algo con lo que te sientas cómodo/a, vas avisado/a. :)

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El lunes las chicas y yo nos levantamos de buen humor, a lo que Margot avisó que era una señal de que iba a ser un mal día. Con Samara aseguramos que era una superstición estúpida, pero Tracey le creyó totalmente y procuró levantarse, vestirse, peinarse y realizar todas las acciones posibles con el lado derecho de su cuerpo para "alejar las malas energías".

- Eres una idiota, Tracey -negó Samara al dirigirse al baño.

Las tres nos dedicamos a terminarnos de arreglar, lo cual me dio tiempo para percatarme de lo agitadas que eran las mañanas en esta alcoba: la varita de Margot volaba sobre su cabeza para peinarla a la par en que ella se ponía las medias y estiraba sus labios para que su brillo encantado la maquillara; Tracey, por otro lado, tenía la varita enredada en su mata de cabello y se ponía los zapatos mientras leía al mismo tiempo tres libros que levitaban al frente de su cara: uno de Runas, otro de Pociones y otro de Historia de la Magia.

- ¿No tienes nada que adelantar, Sirrah? -me preguntó la semiveela al verme parada en el centro, contemplándolas.

- ¿Cómo qué?

- ¿Hiciste la redacción de Historia de la Magia?

- La haré durante el desayuno -aseguré poniéndome unas pinzas en el cabello.

- Ajá, ¿y por qué piensas que te va a alcanzar el tiempo?

- Porque me copiaré de ti -sonreí inocente. Ella abrió su boca para protestar, mas la interrumpí:- . Tú y yo tenemos un trato, Selwyn. Tú Historia, yo Pociones.

Iba a asentir cuando un golpe en seco, proveniente del baño, retumbó con demasiada fuerza. Las tres nos giramos hacia la puerta.

- ¿Todo bien, Sam? -preguntó Tracey.

- Se me cayó la blusa -oímos como un eco. La puerta se abrió.

- Sonó mucho más fuerte que una blusa -enarcó una ceja.

- Sí, bueno, yo estaba en ella -se sentó en la cama y se tocó la cabeza, jadeando adolorida- . Me va a salir un bulto feo en la frente -se quejó.

- Te dije: mal día -recordó Margot y me pasó un pañuelo verde.

Me acerqué para peinarla y ponérselo con cuidado de que cubriera la zona.

- Bueno, mis niñas -se levantó Tracey y los libros se cerraron abruptamente- , se nos hace tarde para desayunar. ¡Andando!

Las cuatro bajamos las escaleras de la sala común y nos encontramos un grupo de cinco personas alrededor del tablón de anuncios. Samara, al ser la más alta, se abrió campo entre las personas para ver de qué iba.

- Oh, no. Escuchen:

POR ORDEN DE LA SUMA INQUISIDORA DE HOGWARTS

De ahora en adelante quedan disueltas todas las organizaciones y sociedades, y todos los equipos, grupos y clubes.
Se considerará organización, sociedad, equipo, grupo o club cualquier reunión asidua de tres o más estudiantes.
Para volver a formar cualquier organización, sociedad, equipo, grupo o club será necesario un permiso de la Suma Inquisidora (profesora Umbridge).
No podrá existir ninguna organización ni sociedad, ni ningún equipo, grupo ni club de estudiantes sin el conocimiento y la aprobación de la Suma Inquisidora.
Todo alumno que haya formado una organización o sociedad, o un equipo, grupo o club, o bien haya pertenecido a alguna entidad de este tipo, que no haya sido aprobada por la Suma Inquisidora, será expulsado del colegio.

Sirrah Black & la Orden del Fénix | SBLAH #5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora