Abismal

47 7 2
                                    


Los ojos que ya no miran construyen, poco a poco, el ataud de mi sonrisa. 

Ya no queda nada más que el rastro de un beso que argumenta un te quiero. 

Insostenible. 

Tu mirada distante, las palabras que no llegan y los actos que no llenan son el abismo en el que nunca quise estar. 

Al borde. 

Siempre al borde, por la absurda sensación de que de eso se trata vivir. 

Nunca había entendido lo que era realmente estar ahí hasta que te conocí. 

Tan libre, tan bonita, tan crecida. 

Tan yo. 

A tu lado. 

Sacaste lo mejor de mi hasta dejarme vacía. 

Ahora no te encuentro ni a centímetros. 

Ojalá hayase las palabras para describir como me siento. 

Un paso más. 

Solo un paso más. 

Precipicio, caída, yo. 

Tú. 

No sé dónde estás. 

¿Me esperas abajo? 

¿Me sujetas arriba? 

Tu sombra no le hace justicia al chico del que me enamoré.

¿Donde estás? 

¿Volverás? 

Te echo de menos, a veces, incluso cuando me estás mirando. 

Vacío. 

Caída. 

Soledad. 

¿Recogeras los pedazos? 

¿Estarás? 













Te quiero. 



Donde se suicidan las metáforas. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora