Naruto: mira a las estrellas

Capítulo 11: Serpientes y clones

Capítulo 11 Serpientes y clones

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El experimento fue bastante simple, prueba los Ojos de Azathoth. Utilizándolos en ratones, Naruto pudo aprender lentamente los límites de sus ojos. Exigían contacto visual y, dependiendo de lo que se mostrara, tendría una variedad de efectos desde el miedo y la paranoia incómoda hasta la locura que destrozaba la mente. El único problema que Naruto tenía era que también vería lo que hicieron. Entonces, ¿por qué Naruto no se volvió loco? Naruto reflexionó sobre esto, sintió como si conociera la respuesta a esta pregunta, pero no lo hizo. Fue confuso para Naruto. De cualquier manera, Naruto continuó probando los ojos contra los ratones. Con ANBU observándolo, había poco más que Naruto pudiera hacer. Quizás no entendieron que no podían esconderse de los ojos de Naruto, no de la manera en que lo estaban. Se estaba convirtiendo en destrucción de nervios siendo observado día tras día.

Naruto se preguntó si estaba innecesariamente sacando sus frustraciones de las criaturas que lo rodeaban, pero la constante observación también lo estaba afectando. Estaba buscando alguna forma de estímulo mental y sin el Necronomicon estaba obteniendo muy poco. La mayoría de los días libres de Naruto los pasó hablando con Xel o visitando a Nobutoshi. Mientras que sus días en la academia los pasó jugando juegos de estrategia contra Shikamaru, hablando con Choji, Hinata, o raramente Shino, y escuchando la historia que ya conocía. Era una buena manera de pasar el tiempo mientras lo miraban, pero como el día terminaría y él se encontraba sin cosas que hacer, todo lo que podía hacer era dormir.

Había pasado más de un año y ANBU todavía estaba allí, y Naruto se estaba quedando sin material de lectura. Al pensarlo, Naruto comenzó a pensar en alguna forma de hacer algo. El ANBU creado con la Transformación física es difícil. No sabían que Naruto podía verlos, y eso fue útil para Naruto. Al pensarlo, Naruto se pregunta si lo van a ver hasta la graduación. ¿Desperdiciarían innecesariamente mano de obra en tal cosa? Incluso en tiempos de paz. Si es así, entonces Naruto tendría que encontrar algo para ocupar su tiempo. Entonces él entrenó. Entrenar su cuerpo era algo que Naruto descuidó en favor de entrenar su mente, pero fue una buena distracción.

Usando el ejercicio de control de chakra aprendido por primera vez en el Necronomicon, Naruto trabajó en su flexibilidad. Particularmente en la columna vertebral. Trabajar esa flexibilidad en un estilo de lucha fue difícil. No había expertos en taijutsu con los niveles de flexibilidad de Naruto, al menos, ninguno estaba completamente cuerdo. y como tal, Naruto tuvo que construir un estilo de lucha desde cero. El Estilo era bueno para esquivar y distraer antes, como es evidente en la pelea uno a uno con Sauske cuando se usó por primera vez. Aunque sus capacidades ofensivas fueron mínimas. intentando trabajar ataques flexibles en el estilo de lucha. Naruto nota un nuevo color de sonido proveniente de un árbol cercano. Naruto detiene su práctica y mira hacia el árbol. El sonido de la incrustación de madera en madera y los breves descansos entre ellos eran reveladores. Fueron palos de madera arrojados a un árbol.

Naruto levantó la vista para ver a uno de los pocos expertos en taijutsu que probablemente era tan flexible como él. Sentada en un árbol comiendo a Dango estaba Anko Mitarashi, vestida de forma inapropiada, con cabello purpura y posiblemente demente. Parecía estar mirando a Naruto con diferentes niveles de interés y lo que parecía ser disgusto.

"Eres ese niño Naruto del que todo el mundo ha estado hablando. El que se supone que es un súper genio que estudia y caga, estoy en lo cierto", pregunta Anko.

"Se podría decir que sí, me considero un intelectual y se me conoce por realizar algunos experimentos aquí y por allá, generalmente para pasar el tiempo", dice Naruto.