Once upon a Victorius

Capitulo 1

Hola, dejaré por aquí el primer capítulo de este extraño crossover que se me ocurrió.
Espero sus comentarios para saber si les gustaría que continuara con la historia o no.

Saludos.

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Ciudad de Boston.

Unos suaves golpes retumbaron en el pequeño departamento de la familia Swan-Vega.

-¡Tori! ¿Puedes abrir? Me estoy vistiendo, debe ser la pizza.

-¡Claro!

La adolescente media latina de 17 años se levantó del sofá donde se encontraba estudiando y se dirigió a la puerta de entrada mientras deslizaba sus lentes sobre el puente de su nariz para evitar que cayeran, sin mirar por la mirilla abrió la puerta.

-Al fin moría de… Oh, hmm tu no eres el chico de la pizza… ¿puedo ayudarte en algo?

La morena de ojos marrones frunció el ceño al ver un niño de no más de 10 años del otro lado del umbral.

-Hola, ¿se encuentra Emma Swan?

-Emm si, un minuto… ¡Emma, es para ti!

-¡Voy!

Fuertes pasos se escucharon sobre la sala y pocos segundos después una joven de unos 29 años, de ojos celestes y pelo rubio rizado se hizo presente, vestida tan solo con una camisa policial y pantalones de chándal negro.

-¿Quién es?

Pregunto la rubia con el ceño fruncido a la adolescente como si el pequeño no pudiera oírla. La morena se alzó de hombros y volvió ajustar sus lentes.

-No lo sé, pregunto por ti.

-Oye niño ¿estás perdido?

-No, mi nombre es Henry Mills y soy tu hijo.

Ambas mujeres abrieron la boca en estado de shock aunque la más afectada podría decirse que fue Emma que comenzó a marearse y a perder la estabilidad, al notar su reacción Tori la tomó del brazo y la llevo al sofá rápidamente. El niño sin esperar a ser invitado las siguió cerrando la puerta detrás de él.

-Emma respira.

La rubia comenzó a hiperventilarse y entrar en pánico. El pequeño se paró a su lado mientras la adolescente corría a la cocina a buscar una bolsa de papel.

-Ten esto ayudará.

Emma tomó la bolsa entre sus manos y comenzó a respirar dentro de la bolsa reiteradas veces. Tori se sentó a su lado y comenzó a gritar su espalda tratando de transmitirle calma.

-¿Estara bien?

-Si, solo dale un minuto. ¿Quieres tomar algo?

-Un poco de jugo estará bien.

-Bien, ya vuelvo. Puedes sentarte donde quieras.

La adolescente se alejó hacia la cocina dejándolos solos. El pequeño se quitó la mochila y la dejó en el suelo a un costado del sofá y se sentó junto a la rubia.

-Lo siento, debí haber sido más cuidadoso al presentarme. No quise causarte un ataque al corazón.

Emma soltó la bolso y respiro profundo mientras se recostaba sobre el respaldo del sofá.

-Esta bien, no es tu culpa es solo que… ¿Cómo me encontraste?

-Mi prima me ayudó. Encontre sin querer mis papeles de adopción y tú nombre figuraba en el.