Poppy y el pack de Jared.

04

Chorizo empanizado.

La semana paso sin más, el finde se fue volando y nuevamente llegó el Lunes.

-¿Qué taller vas a elegir este año? -cuestiona Sheen a mi lado.

-No lo sé -respondo mientras golpeó mi mentón con mi dedo índice-. Creo que deportes, para estar más cerca de los chicos de fútbol, y poder compartir con ellos y no ser simplemente su mascota -bufé.

-Pero si todos aman a Pantera -refutó Sheen con emoción-. Y sobre elegir deportes Poppy, tú odias eso, hasta caminar te cuesta, imagínate jugando al Voleibol y ya sé lo que vas a decir "trabajo en una tienda de deportes taradupido"

-Pues sí -respondo obvia soltando un bufido.

-Eso no quiere decir que seas la mejor deportista Poppy, yo amo bailar pero soy un tronco en la pista y no por eso digo que soy un bailador profesional.

-Ese eres tu, no yo. Y no me interesa elegiré deportes he dicho.

Después me quedo maquinando una escena sobre lo que dijo Sheen de jugar al voleibol.

Todas las pelotas sobre mí, golpeándome hasta dejarme inconsciente, o yo golpeando la pelota y fracturando a todo mi equipo.

Definitivamente no.

-¿Tú qué vas a elegir?

-Tal vez carpintería, ya sabes, me gusta hacer cosas y me llama mucho la madera -saborea la gelatina que lleva a su boca.

Y así, Sheen y yo pasamos la hora del receso mirando hacia la nada, imaginando cualquier pendejada.

El timbre suena, y tomó mi mochila.

-Me voy. Tengo entrenamiento como botarga, el viernes hay partido y tengo que... Ya sabes, mejorar mis pasos de baile -le hago un bailecito a Sheen, y muevo mis manos como robot.

Sheen sonríe y se ve tan tierno, parece un bebecito inocente.

-Vale, ¡no babees mucho por los chicos! -me grita cuando voy corriendo. Niego con mi cabeza.

-Mejor pídeme viajar a júpiter.

Le devuelvo en un grito.

Sheen sabe muy bien lo mucho que les gusta a mis hormonas los chicos del equipo de fútbol. Son tan bellos, omitiendo al idiota de Simón.

Corro hasta los vestidores donde me deshago de la mayoría de mi ropa y me pongo unos shorts cortos de deporte y una blusa de tirantes, me enfundo en la botarga de Pantera gorda y negra y corro como loca por los pasillos hasta llegar a la cancha de fútbol, en el camino me topo al directo Kutcher.

-O'Neill -me detengo y pongo mi mejor sonrisa frente a él.

-¿sí?

-Recuerde su sentencia, no me hagas llamar a tus padres.

-No señor, a la salida tengo una cita con los rastrillos y escobas -respondo.

El director cierra sus ojos y niega para después seguir su camino.

Creo que él piensa que soy la mejor.

-Llegas 2 segundos tarde O'Neill -y esa es mi entrenadora. La que me hace hacer ejercicio y me pone las rutinas de baile para animar al equipo.

Y aquí; cuando me reprende por llegar 2 segundos tarde, es que me pregunto ¿por qué infiernos me anoté para la mascota del equipo de fútbol, omitiendo el hecho de querer estar cerca de los chicos?

Ah sí, Cecile me animó a ser parte de algo importante en la escuela, lo que yo no sabía es que ella se refería a ser parte de las animadoras y no ser la ridícula mascota del equipo.