Capítulo V: la universidad en sus inicios

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En mis largas vacaciones antes de entrar a la universidad, conocí lo que sería mi segunda afición, en anime y manga, es desconocido el tiempo que le he invertido.

Decidí entrar a la carrera de psicología, fue una de las mejores decisiones de mi vida.

Seguía con mi cabello corto, pero ahora me lo pinté de azul, tenía que ser diferente, ya no quería caer de nuevo, oh pequeña e inocente era...

Al inicio todo era perfecto, era muy extrovertida, convivía y me expresaba, pero muy dentro de mí sabía que seguía siendo la chica tímida y triste que fingía para ser acepada. Eso siempre ha sido un defecto mío, el tratar de encajar siempre en la sociedad. Pero me sentía bien dentro de lo que cabe, conocí a otra amiga, que junto a mi amiga de preparatoria, éramos el trío de amigas... éramos.

En un momento asistí al médico, la verdad no recuerdo la razón, y me mandó con la psicóloga y decidí ir ya que en la escuela nos pedían asistir al psicólogo. También me mandó con el nutriólogo pero esa es otra historia. Comencé a ir y sí, todo "tranquilo" hasta que pasó el comienzo de la historia, la razón por la que estoy escribiendo y tu leyendo estas páginas.

Al año de estar en la universidad me animé y visité a mi mamá a Juárez donde vive, como ya mencioné, no congenio con su pareja, por la cual no estaba cómoda el estar allá. Los pensamientos negativos volvieron a mí. Se me hizo fácil, compré un cúter al llegar a mi casa, me hice varios cortes en el brazo izquierdo y en mis piernas.

Al ir con la psicóloga me mandó al psiquiátrico, comencé a tomar medicamento para ayudarme. El psiquiatra me diagnosticó con "trastorno depresivo moderado con ansiedad y tendencias disociativas" y actualmente, mi diagnóstico, como un perfecto pokemón, evolució y ahora es "Trastorno Límite de la Personalidad y Bipolaridad" y cada vez que leo sobre los trastornos a mi cabeza solo viene la frase: si soy.

Aquí sentí mi mundo de nuevo caer, estaba alejada de la gente, percibía que la gente me rechazaba, que no querían estar a mi lado, estaba sola en esa gran universidad, no tenía amigos. Pero tenía que luchar, era mi obligación salir de ese fango.

Aun con medicamento y tratamiento psicológico me sentía mal, la verdad sentía que estaba empeorando, la ansiedad era gigante, me rascaba hasta hacerme daño. Los pensamientos se transformaron en monstruos visuales, era horrible, me sentía en mi propia película de terror. No podía estar sola, no podía estar en la escuela, en varias ocasiones me salía de la escuela sola, caminando, y teniendo en cuenta que no tengo el mejor sentido de orientación me perdía, o agarraba un taxi, hacía cualquier cosa, quería escapar de los malos.

En recurrentes ocasiones pensé en el suicidio, busqué muchísima información acerca de eso, pero había una chispa que me mantenía viva, mis abuelos fueron mi mayor ancla.

Esto no me va vencer o eso creo.

Mi vida: cómo he vivido y sobrellevado la depresiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora