“Me siento débil, a pesar de demostrar "ser" fuerte.’ ‘Me siento odiada, a pesar de que todos me dicen "te quiero".”
-No digas esas cosas.
-Niall, es cierto.
Me quedo callado mientras siento la campana. El receso ha acabado y siento que ha sido el más corto e injusto del mundo.
-¿Almuerzas conmigo?
-No.
-¿Tomas la media tarde en mi casa?
-No.
-¿Sales de tu casa hoy?
-Tampoco.
-¿Mañana?
-Quizá.
-¿Puedes prometerme que no te harás daño?
-No.
-______ -murmuro.
-No puedo, Niall.
Si ir al colegio es un infierno más lo es cuando ______no está allí, cuando sus contestaciones me revolotean en la cabeza, cuando mis amigos se enojan conmigo.
-Estúpida escuela, maldita sociedad, ______ tonta, Liam gay, Zayn tonto, Shay tonta –llegué a mi moto y le pegué una patada a la rueda-. Moto de afeminado.
Frunzo el ceño y me monto en ella.
-No es cierto, Mildred –le digo acariciando el manubrio.
Llego a casa y almuerzo solo. Mamá debe tener doble turno o algo por el estilo, su nota dice que vendrá más tarde. Luego subo a mi habitación y me tiro en la cama. Cierro los ojos con suavidad y sin darme cuenta me voy sumiendo en un profundo sueño.
-Hijo, vamos, levántate.
-Me duele la cabeza, mamá –me quejo dándome la vuelta.
-Vamos, Niall, son las seis de la tarde pasadas.
-Déjame.
Siento como se sentaba en la cama, yo estoy dándole la espalda.
-¿Qué ocurre?
-Nada.
-Ponte de pie y ve a cortar el césped. Tu padre ha llamado tres veces preguntando por ti.
-No, mamá, no quiero cor…
-Ya mismo, Horan.
Cierra la puerta de mi habitación y mis ojos se abren de golpe. Me siento en la cama y la cabeza me da puntadas. Duele demasiado, pero nada que con una pastilla no se solucione.
-Mier.da.
Así que me pongo de pie. Ya estoy vestido, pues me dormí con la ropa puesta, así no más. Me cambio la camisa por algo más cómodo y frotando mis ojos busco mis zapatillas en ese caos que tengo por habitación. Me las coloco y salgo de la habitación cerrando la puerta detrás de mí.
-¿Dónde está la cortadora de césped? –le grito a mi mamá mientras abro la heladera.
-Allí no –se ríe divertida.
Ruedo los ojos y me río levemente. Saco una caja de zumo y revuelvo uno de los cajones de la mesada para encontrar una pastilla que me disminuya el dolor de cabeza. A los minutos, mi madre entra por la puerta trasera con la cortadora de césped.
-Aquí la tienes. Comienza por el jardín del frente.
Bufo y tomo la cortadora para sacarla de la casa. Cuando salgo el sol me golpea en los ojos y me deja casi completamente cegado. Me quejo con otro bufido y pongo en marcha la maldita cortadora. No es tanto lo que debo cortar, pero se hace pesado y es una molestia. Es aburrido, me hace bostezar y tengo los ojos entrecerrados mientras aprieto mi mandíbula. Pasa un vecino en su auto nuevo y me saluda tocando el claxon, le sonrío levemente y alzo la mano para saludarlo.
-¡Juss! –grita una voz femenina.
Me doy vuelta para responder al apodo de mi nombre y me encuentro con ______ al otro lado de la calle. Frunzo el ceño y ella me saluda moviendo su mano de un lado al otro. Por supuesto, sus mangas van sobre la mitad de sus manos, una campera azul marino. Llevo su cabello suelto y unos vaqueros desgastados. Sus zapatillas son negras con cordones blancos. Le sonrío levemente dando por terminada mi inspección de su apariencia.
-¡Ven aquí!
Ella espera a que pasen algunos autos y luego cruza la calle corriendo. Aparto la vista de ella para apagar la cortadora de césped y abro mis brazos a su encuentro. Ella no lo duda y se abalanza sobre mí. Debo admitir que estaba preocupado y me alegra tener a mi chica invisible entre mis brazos, sana y a salvo. Entera.
-¿Cómo estás?
-No me gusta esa pregunta –me dice frunciendo el ceño-, ¿tú?
Suspiro devastado y apoyo una mano sobre la cortadora de césped. Ella tuerce un gesto.
-Bien, supongo. Me preocupas, ¿sabes eso?
-No es cierto, solo te da curiosidad.
La culpa punza en mi vientre. Bueno, es verdad que al principio era así. Solo curiosidad. Pero ya no lo es y ella debería saberlo. Ahora sé que ella necesita de compañía, de un amigo y yo estoy dispuesto a eso. Estoy para ayudarla, para comprenderla y sobre todo, para protegerla. La quiero y se nota a millas.
-No digas pavadas. ¿Por qué no fuiste al colegio?
-No quería salir de casa y debía cuidar a mi hermano menor.
-Oh… ¿cuántos años tiene?
-Nueve –ladea la cabeza-. Tienes quehaceres –se ríe-. He traído el práctico de historia, ¿crees que tenemos algo de tiempo para seguirlo?
-No quiero terminar con ese maldito práctico.
-Oh… en parte ya me lo esperaba –murmura.
-¿Qué?
-No sé porqué estaba tan segura de que iba a terminar haciéndolo yo sola.
-¿Quieres la verdad? –la veo asentir-. No quiero que te vayas y sé que cuando eso esté terminado, volverás a ser la chica invisible.
-Soy prácticamente invisible.
-No lo eres. No para mí.
La veo rodar los ojos y enciendo la cortadora de pasto. Ella se aleja un poco de mi camino para que pueda seguir cortando con tranquilidad.
-¿Está tu mamá en tu casa?
-Si, ¿por qué?
-Porque la cortina está algo corrida por la esquina derecha y sospecho que alguien nos está observando –ríe.
-Cree que tú y yo estamos saliendo.
-Oh… -murmura.
Sigo cortando el césped y le echo un vistazo a la ventana, sigue la cortina como ______ me ha dicho y de repente se mueve un poco más, nuevamente se corre por la esquina derecha. Levanto el dedo del medio hacia la ventana y pronto la cortina vuelva a la normalidad.
-No seas grosero –me dice entre risas.
Mi mamá aparece en la puerta, cruza los brazos y frunce el ceño.
-Eres de lo más grosero, Niall.
-Espiar no es propio de una madre –le digo.
Veo las mejillas rosadas de _______ y como acomoda las mangas de su buzo sobre sus muñecas. De repente mi mamá suaviza el semblante y le echa un vistazo a _______.
-Hola.
-Hola –le dice mi compañera de trabajo.
Mi mamá baja los dos escalones y se dirige a _______. Apago la cortadora y bufo antes de pasarme los dedos por el cabello. Pobre ______, pobre de ella.
-Soy Pattie, la mamá de Niall.
-______, _______ Miller.
-La… de Niall –le dice sugerentemente mientras ladea la cabeza.
-Mamá –digo con los dientes apretados.
-La amiga de Niall.