Capitulo 6. "Courtney, no seas tonta."

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—Matthew—

La mochila estaba justo donde la había dejado; donde Courtney se había senta- do. Lo bueno era que los aspersores ya habían dejado de rociar agua, el único proble- ma era que mi mochila estaba mojada. Bueno, no sólo eso, tenía que estar inundada...

¡Los consejos de Connor!

Abro rápido la mochila y, para mi sorpresa, adentro no hay nada empapado por- que el interior está forrado con un raro plástico, lo que me hace recordar rápidamente a mamá y los accidentes de mi hermana.

Gracias, mamá.

Reviso que todo esté en su lugar y me cuelgo al hombro la mochila. Salgo de la jardinera mientras las personas van de un lado a otro. Listos, felices y secos van a sus clases.

Al llegar al pasillo de los casilleros, veo a dos chicas frente al mío; una de ellas se retoca el maquillaje y otra intenta abrir el casillero.

—¿Qué demonios haces? —le pregunto, con el ceño fruncido.

La chica, alterada, suelta el candado y su amiga deja caer el maquillaje.

—Hola, Matt, ¿qué te trae por acá? —me mira y se horroriza un poco—. ¿¡Por qué estás mojado!?

Es Jennifer, la chica que me acosa junto con su amiga Mónica. Cuando iba en segundo año y mi popularidad iba subiendo, ellas dos no hacían otra cosa sino man- darme cartas, invitarme a sus fiestas, insinuarme que estaban dispuestas a hacer lo que fuera para que me fijara en ellas. Ha pasado más de un año y siguen...

—No creo que eso sea de tu incumbencia.

Me mira como si acabara degolpearla y se da la vuelta molesta, dándome unagran vista de su trasero. No estátan mal la chica, debo reconocer. Abro el casillero y veo una nota rosa hecha bolita. ¿AhoraConnor me mandaconsejos en papelrosa o es una carta de Jennifer? Extiendo el papel con cuidadode no romperlo y me sorprendever que no es ningún consejo de Connor o carta de Jennifer, en vez de eso es una invitación a una fiesta. 

Matt, te veo en mi casa el sábado a las 8. Habrá una fiesta. No faltes.

Peter.

Me llamo Matthew y mi apellido es Smith, eso significa que no falto a ninguna fiesta. Agarro la ropa limpia y me voy al baño a cambiar.


—Courtney—

Abro mi casillero; me doy cuenta de que hay un papel rosa, lo cual es muy extraño. Lo desdoblo. Es un mensaje con una letra bastante fea y difícil de entender, lo que hace todavía más raro el asunto. Logro descifrar el mensaje.

Courtney, querida, no puedes faltar a mi fiesta, es el sábado a las 8. En mi casa; Cristina debe saber la dirección. Ella igual está invitada.

Peter B.

¿Peter B... Peter B...? Peter Brooks.

Algo dentro de mí se emociona un poco y al mismo tiempo comienzo a temblar de

miedo, ¿Peter Brooks me ha invitado a una fiesta? Peter Brooks es el capitán del equipo de fútbol —Matthew es el cocapitán—, el segundo más popular de la escuela, el chico que jamás invitaría a chicas como Cristina y yo. Bueno, Cristina es conocida por acostarse con Matthew, quizá la invitación era para ella y me la dio a mí porque ella está enferma. Suena más razonable.

Espera... Cris tiene varicela, ¿cómo iría a la fiesta?

Entonces esto es un mal entendido. Vuelvo a leer la invitación y me doy cuenta de que no tiene sentido que se la haya enviado a Cristina.

Bueno, la primera fiesta a la que me invitan y no quiero ir. Resulta paradójico: antes moría por ir a una fiesta de alguien popular, ahora moriría por no hacerlo. Puedo faltar, nadie lo notaría. Dejo la nota donde estaba, guardo el libro de inglés en la mochila y cierro el casillero. Comienzo a caminar y alguien me toca el hombro llamando mi atención.

—¿Ya leíste mi invitación?

Me doy la vuelta y veo que Peter está parado frente a mí con las manos en los bolsillos de los pantalones, me mira como si fuera algo interesante y su sonrisa no está en modo "Seducir". De hecho, me ve como si ya fuera su amiga.

—Sí —lo miro nerviosa—. ¿Por qué querrías que yo fuera a una fiesta tuya?

Me observa y gira su vista, para saber si alguien pone atención a nuestra charla. El chico castaño rubio de ojos azules intenta entablar una conversación.

—Porque alguien tan linda como tú merece ser invitada.

Aunque el comentario haya sido lindo, no me sonrojo ni me pongo nerviosa, lo cual no es común; de hecho, cualquier comentario como ese me haría sonreír como tonta, y más si viene de Peter. Pero no lo logra.

—Claro... este... em... —deja de balbucear, tonta—. Entonces te veré en la fiesta. Intento sonreír y me voy.

Es una apuesta... es una apuesta.

Claro que es una apuesta, ¿por qué haría algo así?, me pongo bien la mochila y camino al salón de inglés. No sé si es mala o buena suerte, pero Matthew está recargado en el umbral de la puerta del salón revisando su celular. Hace dos días Matthew Smith intenta hablar conmigo, me molesta, se disculpa y escucha conmigo su canción favorita; ahora llega Peter Brooks, con una invitación en mi casillero, habla conmigo, no carga su sonrisa egocéntrica y me dice que soy linda, ¿acaso estoy soñando o desperté en una clase de mundo paralelo?

Miro a Matthew y noto que tiene ropa distinta... incluso una mochila diferente.

En serio, ¿qué demonios está pasando?

Entró al salón y sonrío al darme cuenta de que él no se acerca a mí. Justo antes de que el maestro arribe, él entra mientras rodea la cintura de una chica que le sonríe bonito. Miro mi carpeta y el libro que está encima de ésta, intentando que no me vea y que eso no me afecte. ¿Por qué demonios creí que él se fijaría en mí? Sonrío irónica- mente y me abofeteo mentalmente.

Por dios, Courtney, es Matthew, sal a la realidad.

El maestro apaga la luz y prende el proyector, lo cual desconcierta a algunos.

—Bien, grupo, hoy veremos una película en inglés y la tarea será hacer un reporte de tres cuartillas de lo que han entendido —sonríe enseñando su dentadura con dientes plateados—. Y por supuesto, en inglés.

Recargo mi cabeza en mi mano mientras veo cómo el maestro hace que la película comience a correr. Para mi mala suerte, no conozco la película, lo que me obliga a poner atención.

Media hora después, casi todo el salón escucha las risitas de alguien. Frustrada, volteo a los lados para ver quién es, después atrás, y descubro que las risitas son de la chica que está con Matthew, quienes literalmente se están comiendo. Pongo los ojos en blanco y vuelvo a intentar poner atención a la película.

—Señor Matthew, con todo respeto, puede ir a buscar un cuarto de motel —lo regaña el maestro.

Todos, incluyéndome, voltean a verlo y a la chica que está a su lado. Ambos tienen los labios rojos y apuesto que no es por algún labial, sino de tanto besarse. Él sonríe como estúpido y ella, apenada.

Que no te afecte.

Estuve enamorada de él durante tres meses; aunque él terminó con eso, ahora comienza a hablarme y esos sentimientos regresan poco a poco y termina destruyéndolos él mismo. Abro mi carpeta y busco una hoja limpia. Ya vi suficiente película como para buscarla en internet gracias a la trama. Comienzo a escribir en la hoja hasta el final de la clase:

Courtney, no seas tonta. Courtney, no seas tonta. Courtney, no seas tonta. Courtney, no seas tonta.

Enamorada de la apuesta. (Wattys2015) ¡En librerías!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora