Tras despertar y saber lo que se sentía morir, o más bien vivir los últimos instantes de su vida sentí un dolor que no podría ser descrito ya que la razón nunca sería creíble, no podía contarle esto a nadie ni siquiera a mi madre, que aunque se mostraba comprensiva estaba seguro que me podría llevar a un manicomio. Se volvió parte de mi rutina cuando iba al trabajo tratar de pensar maneras en como obtener más respuestas, cada día surgían más dudas. ¿ Por qué Pía no reencarno? ¿ Qué es lo que hizo tan grave para no hacerlo? ¿ Cuando podría encontrarla de nuevo? Qué vidas juntos fueron importantes? ¿ De que trataba esa canción que cantaba Pía antes? ¿ Como fue su vida después de que morí? ¿ Qué paso con Asim y Quibilah? ¿ Cuáles fueron nuestras vidas más relevantes?
Pero lo más importante que me di cuenta es que nos pertenecíamos desde haces muchos siglos. Recuerdo como tocaba mis labios siempre que pensaba en Pía, y como agarraba mi pecho por el dolor de la herida mortal. Decidí saber si podría encontrar pistas en la vida real de al menos esa última vida juntos, por lo cual decidí juntar lo suficiente para viajar al menos a Francia y de ahí buscaría la forma más fácil de ir a Monts si conocía más vidas pasadas iría a él lugar donde las vivimos y haría que mi mente tuviera recuerdos, haría que mi mente llegará a ella, a la bella Pía.
Al llegar a casa me senté en el banco de la barra de la cocina en lo que veía como mis padres cocinaban.
-¿ Qué se siente? - pregunté mientras los veía con una mano recargada en mi mejilla.
- A qué te refieres?- contestó mi padre mientras los dos voltearon al mismo tiempo.
- Si, ¿ Qué se siente tener a ese alguien especial?- mis padres se miraron como si fueran los únicos en el planeta para después mirarme, mi madre se le adelantó a mi padre.
- Te sientes de alguna forma completo, tu alma se siente en paz, estás seguro que esa persona nunca te abandonará y no es por que uno no tenga pequeños conflictos, más bien esa persona te ayuda a manejarlos sabiamente.
- Es saber que lo tienes todo en una sola persona, no tienes la necesidad de buscar nada y cada día que despiertas darte cuenta de la belleza de su alma, de lo que sólo a ti te puede mostrar, sus miedos, sus deseos, sus alegrías, es conocer su alma desnuda....
- Jamás tendré eso en esta vida, pero me alegro de que ustedes lo tengan- sonreí y me fui a mi habitación.
- La encontrarás-se escucho mi padre animándome.
-En otra vida- murmure ya que yo sabía que esa era la realidad.
Esa noche empecé a dibujar antes de dormir la muerte de Gautier, mi muerte, el instante en el que vi como sus rodillas cayeron.
Me quedé dormido con esa escena, al inicio del sueño vi el mismo lugar donde siempre encontraba a Pía, la busque por un tiempo y me di cuenta que estaba solo, me senté en la sombra de ese enorme árbol, mire a la distancia y vi a Gautier junto con Pía, ya sabía que iba a pasar así que cerré los ojos y espere que mi alma fuera a donde en ese instante debía de estar....
-Gautier, me alegra que cumplieras tu promesa y regresarás en tu cumpleaños- Dijo Pía efusivamente.
- Venga Pía ya había cumplido esto antes, por que se que es muy importante para ti.-¡ Te tengo un regalo! - dijo Pía sonriendo de una manera dulce y enérgica.
- No tienes por qué darme nada, eso ya lo sabías-
-Si pero yo quería, cierra tus ojos -cuando dijo Pía esto cerré mis ojos, nuestros ojos.
-Ábrelos- tenía una pulsera roja atandose a mi muñeca.
- Me dijeron que los nudos de estas pulseras serán las vidas que estaremos juntos - Pía dijo las palabras que vinieron a mi mente cuando compre esa vez la pulsera y sonrió de la misma forma que recordaba, después Gautier y se podría decir que yo nos acercamos a besarla.
- Siempre estaré a tu lado- con la mano acarició la comisura de su pómulo.
- ¿ Sabes? Siempre te he sentido parte de mí, me siento completa a tu lado no sé cómo decirlo- sabía lo que ella quería decir mis padres me habían dicho antes de acostar lo que era tener a alguien especial.
- Yo me siento de la misma manera, siento una enorme felicidad por tenerte- sonreía mientras colocaba su cabello atrás de su oreja.
Siempre te amaré Pía, no importa cuántas cosas pasen ni cuánto tiempo tenga que buscarte te encontraré de alguna manera y regresaré a tí las veces que sean necesarias.
-Te amo - contestó Pía mientras sujetaba mi mano dulcemente.Después de eso regrese a ese árbol y vi a Pía sentada a mi lado.
- Recuerdo ese día y esa pulsera...
Fue lo único que regresó de tí, se encargaron de que tu cuerpo quedará en muy mal estado, aún recuerdo que enterré esa pulsera junto con la mía antes de que todo cambiara...
Antes de perderme en este vacío,antes de perder la oportunidad de verte de nuevo, de poder besarte...
- ¿Donde quedó enterrada? - pregunté mientras miraba a Pía.
- ¿Aún no te das cuenta ?, Es hora de despertar mi pequeño Tiago - esa vez acercó sus labios a la punta de mi naríz y me beso.
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Sin mi hilo rojo (Disponible En Físico)
DiversosEn ocasiones nuestros actos pasados influyen en nuestro presente. Pero ¿Qué pasaría si tu vida fuera afectada por una vida pasada? ¿Te has sentido sólo? ¿como si supieras de antemano que tu otra mitad no existe? La búsqueda del amor verdadero, nos...