El reploid azul puso suavemente los papeles de un reporte en su escritorio para luego dejarse caer en la silla más cercana por el cansancio.
Luego de unos minutos, dicho hunter escuchó como la puerta del baño se abría lentamente siguiendole un pataleo y unos suspiros de desesperación.
-Ya estate quieto... ¡Harpuia!- gritó el rubio mientras el niño mordía suavemente su brazo.
-Harpuia obedece a Zero.- demandó el azulado algo cansado.
-¡Mamá!- el niño se bajo de los brazos del rojizo para luego lanzarse a los brazos de su madre.
-Hola Harpuia.- lentamente subió al pequeño a sus piernas y le trató de dar una sonrisa.
El rubio notó que algo no andaba bien así que decidió por darle algo con que distraerse a Harpuia y hablar a solas con el azulado.
-Harpuia, ven. Voy a cambiarte para que no te resfries.- le dijo Zero al niño.
-No, quiero jugar con mamá.- respondió el pequeño al mismo tiempo que abrazaba fuertemente a su madre.
-Esta bien Harpuia, más tarde jugarás conmigo.- sonrió de nuevo con esa combinación de tristeza y cansancio.
Aunque el niño estaba muy pequeño para entender que pasaba, su instinto de reploid le dijo que hiciera lo que ambos reploids adultos le mandaban.
Y así fue, el niño se estiró hasta estar a la altura de la cara de su madre para luego darle un beso en sus mejillas. X esta vez sonrió un poco más vividamente.
El azulado devolvió el beso al pequeño, con un suave abrazo.-Te quiero mami.- dijo sonriendo el pequeño para luego bajarse del regazo de su madre e ir con Zero.
El rojizo les había estado observando desde lejos, sonriendo para sí mismo por la ternura que emanaban las dos cosas más importantes de su vida.
Zero se aseguró de llevar a Harpuia a su cuarto, cambiarlo y dejarle algo que hacer mientras hablaba con X. Luego regresó con el azulado para charlar.
-¿Qué pasa X?- preguntó al mismo tiempo que abrazaba por la espalda al reploid azulado.
-Lo volvieron a rechazar.- respondió suspirando con cansancio.
-¿Elsyum?- preguntó ahora dandole un beso en la mejilla.
-Si.- volvió a suspirar pesadamente.
-Pero esta vez estaba mejor explicado que la última vez y hasta despejaste algunas dudas de su funcionamento.- susurró al oido del azulado.
-Zero...- X empujó un poco al rojizo.
-Lo siento...- respondió mientras levemente besaba el cuello del reploid de armadura azul.
X masajeó su sien, demostrando que realmente no estaba de humor para las caricias del rojizo.
-Los humanos dijeron que estaba loco y que no iban a permitir que un reploid hiciera una ciudad ficticia donde los humanos sean más fáciles de asesinar.- dijo, mirando con lágrimas en los ojos a Zero.
-Ven aquí.- el rojizo movió la silla para que el azulado quedara frente a frente con él y luego abrazarlo. -Yo sé que algún día van a dejar que puedas construir Elsyum- susurró.-
-Eso espero.- X devolvió el abrazo. -Oye, necesito un poco más de tu ADN.-
-¿Mi ADN?- el rojizo preguntó mientras reía. -La última vez que te dí de mi ADN me trajiste una sorpresa.- rio de nuevo.
-Vamos, solo un poco. Te prometo que no volveré a sorprenderte.- abrazó más fuerte al rojizo.
-Bueno pero al menos dejame disfrutar darte mi ADN.- susurró al oido de X.
-Esta bien.- respondió mientras se colgaba del cuello de Zero.
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Harpuia estaba aburrido en el cuarto de Zero. No es que le disgustara ver dibujos animados de hace uno o dos siglos pero es que eran tan tontos que en lugar de aprender algo lo hacían perder neuronas.
Gracias al cielo que era un reploid y realmente no podía perderlas.
El niño suspiró, se levantó para cuidadosamente apagar el pad donde estaba viendo las caricaturas. Luego inspeccionó toda la habitación ya que prefería dibujar en un trozo de papel.
Cuando encontró algo parecido, lo tomó con sus manos y comenzó a ver si estaba vacío para poder usarlo. Porque, claro, no quería garabatear algo sobre algún papel importante para el rubio ya que eso significaba problemas.
Su entusiamo por dibujar se desvaneció cuando notó que el trozo papel era realmente la parte trasera de una fotografía tomada con una cámara que había sido descontinuada hace unos siglos.
El niño suspiró de tristeza mientras apartaba la foto de su alcancé, sin embargo algo llamó su atención.
La figura azulada de su madre se lograba ver plasmado en el papel fotográfico y con él un humano anciano junto con el rubio amargado.
Según sus datos, el humano era un arqueológo cuyo logro más grande había sido encontrar una cápsula del famoso Dr. Light en donde yacía su madre.
El pequeño deseó haber conocido a su abuelo pero ya que ni su madre lo conoció deseo haber conocido a la persona que encontró a su madre.
-Los humanos son muy efímeros, nunca se sabe cuando van a dejar de funcionar por si solos.- dijo para sí mismo.
De nuevo algo llamó la atención del pequeño reploid, solo que esta vez fue una luz.
El pequeño reploid metió su mano debajo de la cama para alcanzar otro papel solo que este era luminoso.
Una chica de pelo castaño apareció en el video holográfico al niño le pareció extraño que hubiese una chica tan parecida a su mamá.
El pequeño miró como la chica hablaba de algo sobre decirle a su mamá que Zero lo quería y sobre un hermano que era un coronel o algo así.
Por curiosidad decidió revisar bajo la cama del rubio para buscar más fotografías o videos y al toparse con un album lleno de ellos mejor cambió de idea.
Sin darse cuenta el tiempo pasó rápidamente, ahora ya sabía más sobre su madre y el rubio.
Harpuia se asustó cuando escuchó al reploid rojizo acercarse a su habitación. El niño tiró las fotografías y el album debajo de la cama para luego correr hacía la puerta.
Para su suerte su madre ya se veía más feliz y al parecer tenía muchas ganas de jugar con él.
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The Perfect Child
FanfictionHarpuia miraba constantemente al reploid rubio, siempre pensando lo mismo. "¿Por qué Zero es tan feo?" -------- Una historia de la vida de Harpuia