Capítulo 2

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Las calles y aceras estaban llenas de gente viniendo y yendo, y gente esperando para poder entrar a uno de las docenas de clubs que había en el vecindario. Algunos de ellos más exclusivos que otros, pero desde los más lujosos hasta los más feos, era seguro decir que estaban llenos de gente que tenía solo un propósito esa noche de viernes: tener sexo.

Así también Jongin. No porque se sintiera con ganas, por supuesto. Era su trabajo. Ahora, pasada la media noche, estaba demasiado tarde para su turno en Exodus, uno de los clubs más exclusivos del área. Así que aceleró su camino, intentando no golpear a los transeúntes, y esperando que Mino aún no haya notado su ausencia.

La fila enfrente de Exodus era bastante larga, y un buen número de personas volteó ver a Jongin mientras pasaba rápidamente junto a ellos, listo para matar, con su cabello peinado con gel, maquillaje perfecto y ropa sexy, de camino a la entrada. Ahí fue capaz de pasar solo con saludar con la cabeza al guardia de seguridad, como siempre lo hacía. Adentro, el lugar estaba inundado de música estridente, luces fulgurantes y la gente volviéndose loca en la pista de baile. Jongin inmediatamente se dirigió al bar, pidiendo su usual vodka, y comenzó a escabullirse por la multitud, buscando a Luhan; afortunadamente no le tomó mucho tiempo encontrarlo.

"¡Hola señoritas! ¿Llego tarde para la fiesta?"

Incluso con la escasa frase de apertura el grupo de cuatro mujeres vitorearon con entusiasmo a la llegada de Kai (ser atractivo hace eso por ti); él reconoce a dos de ellas por trabajos anteriores. Mientras tanto, Luhan, que estaba sentado en el centro del grupo, le dedicó a su amigo el mayor resplandor que su angelical rostro podía mostrar.

La mujer inmediatamente reacomodó sus lugares, así que ahora él y Luhan podían decidir con cuál para de mujeres terminaría cada uno. Kai no podía ver muy bien a sus parejas asignadas por la tenue iluminación, pero no era como si su apariencia importara mucho, al final. Para eso eran las píldoras.

Para este momento, la mujer estaba ebria, hablaba alto y estaba quisquillosa, y Kai tenía que seguir su juego. Este era un trabajo fácil y rápido, y debería ser bien pagado. O Mino debería, al menos. Pero, a pesar de todo, valía la pena sobrevivir a la molesta voz chillona y manos inquietas de la mujer si eso significaba que se tiraría en su cama a una hora razonable (o sea antes del amanecer). Estaba demasiado cansado después de los eventos de la noche anterior, las pocas horas de sueño y el largo y cansado día que le siguieron.

Después de varios intentos fallidos de cruzar palabra con Luhan, Kai sugirió pedir otra ronda de tragos para todo el grupo, y arrastró a su amigo con él.

"¿Dónde está Mino?" Jongin subió el tono de su voz para preguntar debido a la música tan alta, conduciendo a Luhan por la multitud.

"Por allí." Luhan volteó hacia atrás, como si se estuviera asegurando que no está cerca de ellos. "Pero no preguntó por ti."

"¿De verdad? ¿No notó que yo faltaba?" Eso era extraño. Jongin sabía que Mino amaba espiar a sus chicos como un halcón, teniéndolos bajo su pulgar.

"No me lo mencionó a mí." Luhan agitó la cabeza ligeramente. "Pero no abuses de tu suerte, Jonginnie. ¿Porqué llegaste tan tarde?"

Solamente cuando llegaron al bar, después de pedir las bebidas en el mostrador, Jongin finalmente contestó, mirando abajo hacia sus propios dedos. "Fui a verlo. Perdí el tren para regresar."

"¿De nuevo? ¿No fuiste la semana pasada?"

"Sí..." Jongin cerró sus ojos y exhaló. "Yo solo... lo necesitaba."

Luhan acarició la nuca de Jongin para confortarlo. "Hey... no estés triste. Lo hiciste bien. Él estaba contento de verte, ¿cierto?"

"Sí." Jongin no pudo evitar esbozar una débil sonrisa por el recuerdo. "Él me escribió una carta... con todas las razones de porqué soy el mejor hermano mayor en el mundo." Sintió sus ojos llenarse de lágrimas, por milésima vez en el día.

RUNNING UP THAT HILL - KAISOO   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora