Capítulo 13

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Si subir seis pisos de escaleras para llegar a casa no fueran un desafío lo suficientemente digno al que enfrentarse todo los días, el lado bueno del asunto era que tenías mucho tiempo para pensar mientras subías. En el caso de Jongin, sólo el tiempo justo para que segundos pensamientos se introdujeran en su mente, a pesar de que la decisión había sido supuestamente tomada ya horas atrás. Desde el momento en que oyó a Sora confirmarle sus retorcidos planes sabía que tenía una obligación moral: hacérselos saber a Kyungsoo tan pronto como fuera posible, de forma que pudiera tomar las medidas necesarias para proteger a su madre. Pero ahora, pasadas las ocho de la mañana, y luego de haber sido llevado a casa por su devota clienta, comenzaba a arrepentirse. Ser un buen chico no significaba únicamente llamar a Kyungsoo, si no también sostener una conversación seria con él, después de su abrupto e intenso encuentro del día anterior. La sola idea le destrozaba los nervios.

Con la puerta bien cerrada detrás suyo, una inhalación profunda y una determinada resolución; Jongin levantó el teléfono. El nombre estaba convenientemente guardado entre sus contactos, y rápidamente, como si se arrancara una bandita, presionó "llamar"; preparándose para el inicio de la llamada.

Uno, dos, tres tonos. Y la llamada fue cortada.

Maldijo en voz alta, sonrojándose completamente avergonzado, aunque no hubiera nadie más para juzgarlo en el cuarto. Sabía que Kyungsoo había visto quién lo llamaba, sabía que lo había rechazado a propósito; produciéndose en su interior una nueva ola de dudas y arrepentimientos. ¿Qué podría significar eso? Nunca le había concedido su permiso para llamarlo cuando se le antojara. ¿Y si había cruzado algún límite? ¿Y si a Kyungsoo lo molestaba que un insignificante prostituto como él se hubiese atrevido siquiera--

El teléfono vibrando en su mano interrumpió de pronto su sobre exagerada línea de pensamiento. Luego de confirmar que era él mismo quien lo llamaba, cerró los ojos e inhaló profundamente de nuevo, preparándose mentalmente para afrontar el reto; dos segundos más y la bandita habría sido arrancada al fin.

"¿Hola?"

"Hola." La voz de Kyungsoo era profunda, baja y totalmente al estilo profesional. "Me llamaste."

"S-Sí, yo..." la mente de Kai se quedó en blanco por un momento, su ansiedad mostrándose involuntariamente. "Necesitaba hablar contigo."

"¿Necesitabas? Qué interesante desarrollo de las cosas." Había un dejo de ironía proviniendo del otro lado de la línea. "¿Sobre qué?"

"Yo... Estuve con Sora la otra noche y -"

"Mi interés en tu llamada se desmoronó." el otro lo interrumpió de súbito. "De todos los temas que podríamos tocar, ese definitivamente es el menos sexy."

"N- No es eso lo que quiero decir." tartamudeó ante la inesperada contestación. Un Kyungsoo provocativo no era algo muy común de presenciar. "No es sobre lo que piensas... esto es importante."

Una risita pudo ser oída desde el lado receptor. Una verdadera risita.

"¿Estás despreciando mi intento de hablarte sucio?"

Como una escena de dibujos animados, los ojos de Kai casi saltaron de sus cuencas por la inesperada y mordaz broma. "No... no, yo no--- No quise decir que no fuera importante, sólo-"

"Bien." un claramente divertido Kyungsoo lo interrumpió una vez más. "Al menos sé que las horas de sueño perdido anoche no fueron un total desperdicio."

Eso lo dejó sin palabras. La idea de Kyungsoo sin poder dormir por algo relacionado con él era tan absurda que no había forma de poder asimilarlo tan rápido.

RUNNING UP THAT HILL - KAISOO   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora