Capítulo 15

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“Más te vale decirme, o te irá mal… si tú sabes dónde está, ¡abre tu maldita boca ahora mismo!” 

Las duras palabras y el amenazador tono eran de esperarse, pero Jongin no estaba precisamente encantado de escuchar a Mino sonar tan enfurecido del otro lado de la línea. No fue el primer intento del hombre esa mañana, pero el joven había ignorado deliberadamente sus llamadas. Contemplando sobre el mostrador de la cocina, donde su mejor amigo esperaba con ojos temerosos, Jongin se sintió aterrado. No podía imaginar las horribles cosas que podrían pasar a Luhan si Mino llegaba a verlo de nuevo.

“Ya te lo dije. No sé dónde está Luhan.”

“Te lo juro, Jongin, si me estás mintiendo, será mucho peor para ti. No olvides que te tengo en mi anzuelo, sin mencionar a tu dulce hermano también.”

Era una de las miles de amenazas que Mino había hecho durante años, pero ahora, la apuesta era muy alta, haciendo que el peligro fuera mucho más palpable.

“¿Cómo podría estarte mintiendo, Mino?” Jongin trató de sonar tan razonable y entero cómo fue posible. “Estaba trabajando anoche. Aún estoy en la casa del Sr. Do. ¿Cómo podría contactar a Luhan cuánto tú tienes su celular?”

“¡Él pudo haberte llamado!”  Mino siseó desde su lado, con resentimiento esparcido en su voz. “¿crees que soy tan estúpido como para creer que él sólo desapareció sin darle a su mejor amigo de siemprealguna noticia?”

“¡Bueno, él no me llamó!” Repitiendo su negación aún más enfáticamente, esperaba que Mino le creyera, de alguna manera. “No tengo idea qué demonios pasó entre ustedes dos anoche, y no tengo ninguna pista de dónde está Luhan. Sólo estoy tan preocupado como tú.”

“¡Pues deberías estar muriéndote de miedo desde el principio, idiota!” Mino seguía escupiendo su veneno. “¡Tú estuviste ayudando a ese cabrón, bajo mis narices! Tú tendrás que trabajar doble turno para compensar su ausencia, hasta que él regrese. Y créeme, lo hará.”

Después de ese nada sutil mensaje, el otro hombre decidió solo dejar a Mino escupir sus insultos y amenazas sobre su pecho. Mientras siguiera jugando el papel de despistado correctamente, Jongin podría ser capaz de desviar la atención del hombre hacia otro lado; después de todo, lo más importante era mantener a Luhan a salvo durante su recuperación, y mientras tanto, idear una manera de salir de este dilema. 

La rabia de Mino duró mucho más de lo necesario, pero eventualmente, se rindió con Jongin, notándose satisfecho con su declaración de ignorancia. Durante todo ese tiempo, Luhan prestó atención al lado de la llamada de su amigo con una triste y preocupada expresión en su cara; una vez que el más joven se sentó a su lado, era momento de hablar las cosas.

Luhan estaba devastado, como se esperaba. Primero, por todas esas palabras dolorosas que tenido que escuchar de Minseok, tan sorprendido que no había sido capaz de defenderse apropiadamente. Segundo, por el dolor físico que tenía después del asalto con Mino. Y por último, pero no menos importante, había una amenaza colgando de su terrible destino, sólo evadida por suerte y un poco de ayuda de su amigo.

“Él me vendió a un comprador en Rusia.” Luhan confesó a su amigo, mostrando humillación. “Este hombre billonario con un harem de esclavos. Mino iba a ponerme en un avión y mandarme con mi nuevo dueño. Él dijo que ellos me recogerían en el aeropuerto una vez que llegara, solo para que no tuviera oportunidad de escapar.”

Una pesada señal de preocupación escapó de los labios de Jongin. El que se involucrara un billonario comprador ruso eran malas noticias para Luhan, porque significaba que posiblemente más gente además de Mino y sus jefes estarían tras su rastro.

RUNNING UP THAT HILL - KAISOO   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora