Capítulo 17

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Cuando Jongin retornó a casa por la mañana, lo primero que cogió fue su teléfono, el cual estaba oculto en la pared detrás de su estante, lo necesitaba para llamar a Luhan. Por suerte, en ese momento su amigo estaba disponible para contestar, tranquilizándole que todo iba bien, así como sus heridas sanaban. Jongin decidió que era hora de contarle acerca de la visita de Minseok. 

Inesperadamente, Luhan no mostró una fuerte reacción frente a la noticia, al contrario, escuchó todo lo que Jongin decía en un silencio sepulcral; que el más joven tuvo que preguntar si continuaba atendiendo desde el otro lado de la línea. Cuando terminó su relato, Jongin preguntó realmente lo que Luhan pensaba hacer, pero el mayor simplemente contestó que no sabía todavía. Inmediatamente, se aseguró de cambiar el tema diciéndole al joven que Kyungsoo pasaría por la mañana, de modo que pudieran hablar de su situación. Jongin se sorprendió al escuchar pero por supuesto, trató de no mostrar sorpresa. Después de esas llamadas telefónicas de la noche anterior, ni siquiera sabía si el hombre querría volver a verlo. 

Sólo fueron horas después que Jongin recibiera la llamada de un Minseok muy ansioso y con el corazón roto por repetir que todavía no podía ver a Luhan. Sin embargo, al saber que era nuevo número de teléfono, se aseguró de enviar un mensaje a Luhan esa información con la esperanza que el mayor cambiara de opinión. Los dos amigos hablaron más tarde ese día, aunque no se trató de Minseok; Luhan le contó su conversación con Kyungsoo cuando habló de su vida en China, antes de convertirse un prostituto, detalles acerca de su familia y el terrible destino que terminó aconteciéndoles. De acuerdo con Kyungsoo, toda la información les ayudaría a hallar una salida para salir de este problema y volver a su tierra natal; a comenzar de nuevo.

Jongin esperó ser la solución a la situación de Luhan. En Corea no había ninguna posibilidad de que esté seguro otra vez, siempre, tenía sentido para él regresar a China, la cual no había visitado la mitad de su vida. Pero por razones egoístas, la idea de estar lejos de su único amigo, estrujó el corazón de Jongin. Probablemente no volvería a verlo otra vez, ni sería capaces de mantener el contacto. También Jongdae perdería a una de las pocas personas en su vida.

A la vez, Jongin se recriminó a sí mismo por sus propios sentimientos malos y egoístas. Esta fue la única oportunidad de Luhan para sobrevivir y tal vez, reconstruir su vida de ésta pesadilla que los atrapó. Tenía que ser feliz por tal bendición, porque sería capaz de ver feliz a su amigo, ver a Jongdae tener éxito, las únicas dos personas que tenía en su vida. Al final, era todo lo que verdaderamente importaba.

Pasaron unos días durante el cual tuvo conversaciones diarias con Jongdae, Luhan y Minseok (aunque era consciente que los dos últimos no habían hablado el uno al otro). También trabajó todas las noches, ya sea siendo reservado por dos de sus clientes VIP o tanteando el terreno en Exodus. Mino estaba más ausente también, cada vez que aparecía en el club, no intercambiaban más que un par de palabas. Jongin se preguntó en la cantidad de problemas que debía estar y lo que implicaba a Luhan y a él. Por supuesto, no creía que Mino había renunciado a encontrar a su amigo o espiarlo a él mismo o a Minseok. En todo caso, la vigilancia debe haberse vuelto más fuerte que nunca. 

Dos semanas pasaron desde la desaparición de Luhan y Jongin consiguió a último minuto una llamada tarde por uno de los secuaces de Mino, notificándole que la noche libre que correspondía había sido pospuesta. Esto no era del todo inusual, por lo que Jongin suspiró resignado. Pero cuando supo del cliente VIP no era otro más que Do Kyungsoo, quien lo recogería a las 9 en punto frente a su casa, no pudo evitar sentirse intrigado. Ellos no había tenido ningún tipo de contacto, desde su lucha a través del teléfono y Jongin no podía imaginar qué humor esperar del hombre. 

Era una mezcla de frustración y alivio al enterarse que el coche no era el Porsche 911 blanco y Kyungsoo no era el que está detrás de la rueda, en su lugar, se encontró con un conductor designado que se limitó a decir “buenas noches” antes de sellar sus labios durante todo el viaje. Y fue un viaje muy largo hacia un lugar que definitivamente no era el apartamento de Kyungsoo. Cuando llegaron a las afueras de la ciudad, Jongin estaba plenamente consciente que su destino era el refugio de Luhan. 

RUNNING UP THAT HILL - KAISOO   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora