Capítulo 11

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Había pasado un mes entero, en Varnow la suerte había favorecido tanto a Julie, que con casi cuatro meses de embarazo estaba fuera de peligro, él y su bebé. Gracias a eso podía salir de su habitación, semanas atrás decidió dejar el dormitorio de Zareth dado que ya no eran pareja, pero aún estaba cerca de él, pues Zareth insistía en mantenerse al pendiente del trascurso del embarazo.

A pesar de la mejoría física y la estabilidad emocional que Julie había logrado encontrar, había algo que aún le inquietaba, desde que Arnoz le llevó a la enfermería aquella vez no lo volvió a ver, habían pasado dos meses, ni siquiera tenía el valor de preguntar por él, se arriesgó mucho una ocasión en que decidió buscarlo, aún no se estabilizaba y gracias a eso resultó herido, por suerte la cortada que se hizo por descuido ya había sanado.

Por otro lado, había notado algo muy extraño en Zareth, de hecho, suponía que ya ocurría desde antes, pero por sus propios problemas no quiso prestarle atención. Las visitas vespertinas del rey a su hermano habían cambiado, al parecer pasaba más tiempo con el chico, pero de noche, situación que muchos en el palacio habían notado y no le daban mayor importancia. Julie conocía a Zareth lo suficiente, habían sido amantes, por ello sabía que era casi imposible que pasara demasiado tiempo sin una pareja sexual, él fue parte de eso, Zareth tenía un lívido extraño que debía liberar para estar en calma, era un demonio después de todo, aun cuando sabía controlarse, no pasaría mucho tiempo de abstinencia antes de perder la tranquilidad que solía mostrar.

Todo eso que Julie sabía, terminó por hacerle pensar en solo una explicación lógica, que Zareth pasara las noches en la habitación de Além, que siguiera con el temperamento de siempre, o que Além hubiese olvidado aquella costumbre de salir a pasear por las tardes, incluso el hecho de que Zareth no había llevado a nadie para ocupar el lugar que antes tuvo él, resultaba bastante obvio.

Sin embargo, a Julie no le preocupaba que Zareth mantuviera una relación así con Além, al menos no por parte de su ex, lo que realmente le inquietaba era el príncipe, Além solía ser muy ingenuo en muchas cosas, Julie había sido su confidente en el inicio de su despertar sexual, recordaba la curiosidad del chico cuando él trataba de explicarle que los sueños que tenía o las sensaciones de su cuerpo eran normales, ahora le preocupaba haber sido el causante de que Além terminara en una relación íntima con Zareth, era su hermano después de todo, el chico no conocía a nadie más y aunque era obvio que se amaban, no era igual a la pasión de enamorarse de una pareja.

No quería entrometerse, pero al paso que iban, no le sorprendería que si sus suposiciones eran correctas Além bien podría embarazarse, y quizá no estaría preparado para eso. Un bebé no era cualquier cosa, él lo sabía mejor que nadie.

Mientras pensaba en todo eso, caminaba por los pasillos del palacio dirigiéndose hacia el enorme jardín, se había convertido en una rutina recientemente, salir a estirarse un poco y luego descansar en el pasto. Cuando cruzó la puerta dejó de lado cualquier preocupación ajena y se dirigió hacia su lugar favorito.

Había desayunado esa mañana y fue feliz al no sentir nauseas matutinas, cuando eso ocurría solía sentirse realmente agradecido, así que su pequeño tendría una recompensa por ello.

Continuó hasta entrar en un espacio alterno que estaba cercado con arbustos enormes, en medio había una fuente y alrededor varios árboles de diversos frutos. Se acercó al mismo de siempre, era el único del cual podía alcanzar alguno y además estaba en temporada, era una fruta roja y dura por fuera, que tenía un interior suave, blanco y algo cítrico, sabía demasiado bien, seguido se le antojaba comerla, así que salía también para saciar ese pequeño deseo del embarazo. Tomó una y se sentó en el piso recargándose en el tronco de un árbol, podía ver la fuente y eso le relajaba.

Los herederos de Varnow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora