💔 'b r o k e n' 💔《YM》

6💔

Me levanté antes que Yoongi, aún era demasiado temprano, el seguía abrazándome por la espalda, así que intenté darme la vuelta sin ser brusco para quedar frente a él, así pude observar su rostro adormilado, en todos estos años no había cambiado nada, tenía su cabello negro, suave y brillante, sus ojos gatunos negros como la noche y su cuerpo esbelto, este si que había cambiado, se le notaba más fuerte, más imponente.
En ese momento, acaricié su mejilla, tenía miedo, una parte de mi quería dejarse llevar, ser suyo una vez más, deshacerme en sus brazos y sentirme protegido, pero tenía que demostrarme que había cambiado, que no quería hacerme daño.
Sin darme cuenta, había caído en trance mientras mi mano seguía acariciando suavemente su piel, no me había dado cuenta que Min había despertado, y me miraba con curiosidad, yo quería besarle, abrazarle, quería estar con el todo el tiempo, quería alejar todo el odio, el rencor y poder amarle puramente, en ese momento no me había dado cuenta que era el odio el sentimiento más puro que nos unía -¿Minnie?- dijo y fijé mi mirada en sus ojos -No quiero hacerte daño- Colocó su mano sobre la mía y acomodó su rostro en mi palma -Después de tanto tiempo me he dado cuenta que eres tú quien me faltaba, todos estos años, eras tú lo que necesitaba- Quise discrepar, quise no quererle, quise no sentir mariposas en mi estómago, quise no sentir sus labios sobre los míos, pero cuando me abrazó, y sentí toda esa suavidad entre nuestros labios, supe que todos esos años construyendo una barrera contra él, todas las promesas que hice para no volver a dejar que se hundiera en mí, todo lo que había querido conseguir, había sido en vano, porque él nunca se fué, porque quisiera o no, Min Yoongi era mi dueño, tanto como de mi corazón como de mi cuerpo completo.
Un suspiro pesado salió del fondo de mis pulmones, todo ese tiempo reprimiendo sentimientos, se había acabado, así que cuando tenía a Yoongi encima mía, sujetando mis muñecas con una mano, mientras me besaba, y su otra mano recorría mi cuerpo a su antojo, no me quejé, no me resistí, tan sólo dejé que el pequeño Park Jimin temeroso y necesitado del cariño de Min Yoongi, saliera en su máximo esplendor, dejando atrás mi fachada de chico malo sin sentimientos.

Yoongi había comenzado a bajar, besando las marcas rosas, rojas y algunas moradas, que había dejado hacía algunas horas en mi cuerpo, las besaba con suavidad y acariciaba mi cuerpo con ambas manos, mientras mis manos apretaban más sábanas de la cama, mientras de mis labios se escapaban jadeos y leves gemidos, nunca Min me había tocado de esa forma, tan suave, tan necesitada y nostálgica.

Su cuerpo se notaba relajado sobre el mío, se encontraba entre mis piernas, con la cabeza en la zona de mi clavícula, donde siguió besándome, intentando distraerme, llevándose mi alma y haciéndome cortar la respiración cuando su dedo que anteriormente había estado moviéndose cerca de mi entrada, se introdujo de una vez; había empezado a moverse de forma lenta, dilatándome y haciendo que mi cuerpo se derritiera encima de las sábanas, había sentido tantas manos sobre mi cuerpo, pero ningunas como las de él, ningunas me hacían sentir lo que él con tan sólo mirarme a los ojos, con tan sólo abrazarme o tomarme de la mano, ninguna persona me había echo sentir nunca como el lo hacía siempre.
Introdujo otro dedo y está vez hacía movimientos de tijeras mientras con otra mano acercó mi cabeza a la suya y juntó nuestras frentes, yo mantenía los ojos cerrados por el placer -Mírame Jimin, muestra cuánto me has echado de menos, dime que nadie te ha echo sentir como yo, dime que soy único para ti, demuéstrame que me odias- dijo y al instante abrí los ojos, cuando vi sus oscuros ojos, sus pupilas casi indistinguibles fusionándose con su iris, mostrándome años de dolor, años de súplicas y llantos, de sonrisas y de abrazos, tantos años de amor y odio, volví a juntar mis labios con los suyos rosados, sin dejar de mirarle, noté un nuevo dedo en mi entrada dilatada, haciendo que en medio del apasionado y deseoso beso un gemido se ahogada en mi garganta y pudiera notar la sonrisa de Min sobre mis labios. Al separar nuestras bocas cerré los ojos e intenté controlar mis sentimientos cuando noté la punta de su pene en mi rosada entrada, curvé mi espalda y alcé ligeramente mi pecho de las sábanas aprisionadas por mis manos, mientras gemía fuertemente por sentir el glande de Yoongi introducirse completamente dentro de mi. Jadeé y esperé unos segundos hasta acostumbrarme, Yoongi besaba mi abdomen y mi pecho, también sus iniciales clavadas en sangre sobre mi piel, entonces comencé a mover poco a poco mis caderas, lo que fué señal para que Yoongi pudiera comenzar a moverse dentro de mi; quise bajar mis manos a mi pene que reclamaba atención, aunque Min lo impidió, quise reprochar pero quedé mudo cuando sin previo aviso empezó a mover su mano sobre mi glande utilizando el pre-semen que se deslizaba por la punta como lubricante.
Respiraba agutadamente y gemía descontroladamente intentando controlar las pulsaciones de mi corazón, lo que fué imposible cuando sobre la marca con sus iniciales en su pecho, susurró un "Te odio más que a nada Park Jimin" y aumentó la velocidad de sus movimientos pélvicos al igual que los de su mano, haciendo que después de unos segundos, ambos llegáramos al orgasmo, el llenando mi interior y yo manchando su mano y parte de las sábanas, lo que no importó en absoluto cuando Yoongi se alzó para, con su mano limpia, agarrara mi nuca -Así me aseguraré de que no te alejes, que no me olvides, que me odies eternamente- dijo y mordió mi labio hasta el punto de causarme sangre, lo que hizo que al besarnos, el sabor metálico inundara ambas bocas, mientras que mi lengua y la suya recorrían ambas bocas, intentando nunca olvidar el sabor del otro, intentar nunca dejar de odiarse -¿Qué?- dije cuando separamos nuestros labios -¿Nos duchamos y me acompañas al trabajo?- Dije con una sonrisa y el pálido asintió, nunca supe que esa sonrisa, escondía algo más de lo que aparentaba.