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Comimos, bebimos, reímos, nos besamos, hablamos, me sentí en el cielo ese momento, ya me daba igual haber vuelto a caer en las manos de Yoongi, me daba igual todo el sufrimiento del pasado, me daba igual todo, tan sólo quería más de él, de sus palabras, de sus susurros en mi oído, sus manos en mi cuerpo y sus abrazos nocturnos.

Después de comer me dejó en mi casa con su coche y antes de irse, besó mis labios tiernamente y me tendió una hoja

Donde el manto de la noche cubre nuestros secretos

Donde el manto de la noche cubre el dolor, los malos recuerdos.

Donde el manto de la noche, tu y yo, somos los únicos conscientes del dolor.

Del placer

Del llanto

Del odio

Donde la luz del Sol nunca me ilumina, ya que mi manto oscuro la cubrió hace años.

Donde rastros de pequeñas estrellas hacen que recuerde cuánto te amo.

Perdóname

Ódiame

Quiéreme

Porque yo te amo.

Miré al frente, Yoongi ya se había ido, lágrimas caían de mis mejillas, nunca creí que él pudiera amarme, nunca pensé en perdonarle, estaba viviendo un sueño.

Entré en casa, SoMin me recibió abrazándome fuertemente, yo guardé la nota en mi mochila junto a mi material de trabajo, con SoMin en brazos y con una sonrisa en mi rostro entré a la cocina y besé la mejilla de HyunAh, que se preparaba un té y la merienda de SoMin -Buenas tardes HyunAh- dije y se giró hacia mi con rostro de disgusto
-SoMin, ¿puedes ir a tu cuarto un ratito? Ahora te llevo la merienda- SoMin asintió y la dejé en el suelo, se fue dando saltos escaleras arriba, yo me apoyé en la encimera -¿Pasa algo HyunAh?- dije confuso -¿Que si pasa algo? Dios mío Park has pasado la noche con él, ¡Te ha traído aquí! Dios mío... ¿No recuerdas lo que te hizo?- dijo y una lágrima se deslizó por su rostro -Lo recuerdo perfectamente- sonreí con pena
-Pero él ha cambiado HyunAh, él me lo ha demostrado- dije acariciando su mejilla -La gente como él no cambia mi niño, tan solo te pido que seas precavido, sabes que yo siempre estaré para ti -Dijo y la abracé, siempre me protegía, siempre estaba ahí para mi, siempre lo estuvo.

Subí a mi habitación y observé la estantería, cogí un pegamento en barra y agarré aquel libro de tapas negras, me dirigí a una página en específico, y ahí, en aquella página pegue la hoja que me había entregado Yoongi
-Este es un nuevo comienzo- dije acariciando la tapa delantera del libro y dejándolo en su lugar, para después bajar a pasar tiempo en familia con las dos mujeres más importantes de mi vida.

Eran las ocho de la tarde cuando la casa se encontraba tranquila, yo me hallaba en el salón, mientras HuynAh estaba en su habitación y SoMin en la suya, estaba ojeando la televisión, cuando de pronto llamaron a la puerta, así que me levanté perezoso y abrí la puerta, encontrándome ahí a Yoongi, al cual abracé fuertemente -¿Qué haces aquí?- dije emocionado
-Vine a ver si mi pequeño quería pasar tiempo conmigo- dijo para acto seguido, besar mis labios suavemente -¡Claro!- dije -Pasa, iré a prepararme- subí las escaleras y cerré la puerta para prepararme, sin saber lo que ocurría en la planta baja.

HyunAh bajó las escaleras cuando oyó voces en la planta baja, encontrándose a Min Yoongi en el salón de la casa
-Buenas tardes Kim HyunAh- dijo Yoongi con una sonrisa -¿Se puede saber que mierda tramas Min Yoongi?- dijo HyunAh con tono amenazante -¿Yo?- respondió el moreno inocentemente -Nada dulce HyunAh, tan sólo...- Oyó los pasos apresurados de Jimin por las escaleras, y antes de llegar a ellas a recibir a Park, susurró cerca del oído de la mujer -Divertirme-

Nos encontraban en el cine, a mi petición, ya que quería ir a ver la nueva película que habían sacado sobre Los Increíbles y después ir al salón Arcade que se encontró al lado, a lo que Yoongi aceptó.
La película transcurría mientras reíamos y se nos dabamos pequeñas muestras de afecto; salimos de la gran sala y me di cuenta de que había llenado su ropa de migas de palomitas, a lo que Yoongi río y me ayudó a desprender la mayor cantidad posible antes de entrar al Arcade.

Nada más poner un pie en el interior del local, fui hacia una máquina de garra, necesitada aquel peluche de gatito negro de su interior, así que introducí la moneda correspondiente en la máquina y probé suerte, aunque de poco sirvió ya que no lo conseguí, a lo que vino Yoongi
-¿Problemas?- río -¿Cuál quieres Minnie?- señalé el pequeño peluche de gato -Se parece a ti- sonreí aguantando una risa
-¿Cómo que se parece a mi?- río Yoongi -¿Ahora soy un gato?- reímos, entonces Yoongi introdujo una moneda en la ranura -Voy a por ti, MiniMin- susurró concentrado en la máquina y le sonreí, entonces miré atento a la máquina
-¡Sí, Sí!- dije cuando la máquina tenía en su garra al gatito, y cuando cayó finalmente y Yoongi a alzó ganador, le abracé -Gracias GranMin, ahora ya tengo un sustituto para ti -reí y besé suavemente los labios de Yoongi, para luego acariciar mi nariz con la del tierno peluche.

La tarde pasó rápido pero fué muy divertida, entre más y más partidas, fuimos consiguiendo más tikets, que finalmente cangeamos por dulces y demás comida, entonces salimos del gran centro comercial para subirnos al coche, y que Yoongi me llevara a mi casa.

Entré por la puerta de madera blanca, dejé las llaves en su lugar y me dirigí al cuarto de mi hermana, no son antes saludar felizmente a HyunAh, que me sonrió, aunque nunca logré ver como cuando subía las escaleras, me miraba con preocupación y tristeza. Al abrir la puerta de la habitación de la pequeña de la casa, me abrazó y me miró sonriente -¿Has cenado, granujilla?- asintió con la cabeza, entonces le tendí algunos de los dulces que había ganado esa tarde -¡Alaaaa!- dijo con emoción extendiendo la última letra -¿Es para mí?- se señaló a ella misma a lo que yo asentí -Un amigo mío y yo hemos estado jugando y conseguimos estos premios, y quise guardarte algunos dulces- dije y ella me miró contenta, para luego mirar el peluche de pelaje negro que posaba en mis piernas, ambos estábamos sentados en la cama de la pequeña -¿Y eso?- dijo con curiosidad -Mi amigo lo consiguió para mí porque se parece a él, realmente se parece a un gatito- dije abrazando el peluche, mi hermana me miró pícara -¿Te gusta? ¿Era una cita? ¿Vais a ser novios?- me bombardeó a preguntas emocionada, a lo que yo me reí algo sonrojado -No lo sé, todo lo dirá el tiempo- miré el reloj de patitos colgado de la pared de la habitación de mi hermana, las nueve y doce -todo lo dirá el tiempo- acaricié la cabeza del peluche de gatito.

💔 'b r o k e n' 💔《YM》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora