big crown, little girl. {Edmund Pevensie & Tu}

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1 año después~~~
Me despierto por el sonido de mi puerta al ser tocada, me enderezo confundida observo por la ventana el sol salir entre las montañas indicando que el día apenas empieza, volteo en dirección de la puerta y veo un papel doblado deslizarse debajo de ella, mi boca forma una pequeña sonrisa tratando de adivinar de que se trataba, desde mi cama trato de estirarme para alcanzar ella papel pero simplemente es inútil y me termino callendo al suelo obligándome a levantarme y recoger el papel de esa manera.

La miro un segundo tratando de descifrar el contenido pero brinco de emociones de regreso a la cama cuando reconozco la letra de Edmund.

Establo de unicornios a las 1800

Simple y directa, cierro los ojos y suspiro mientras me imagino la posible noche que ha planeado, recuerdo hace días atrás como Susan y Lucy siempre que platicábamos hacían preguntas tipo "cual es tu postre favorito?", "amaneceres o atardeceres?", "playa o bosque?", poco a poco una sonrisa se forma en mis labios, sabia que algo se traían entre manos pero, que esta planeando este chico?

Tomo mi tiempo arreglándome para el desayuno me coloco mis pantalones de cuero negro y una blusa blanca holgada y la fajo muy bien, después coloco mi cinto donde cuelga mi vaina con mi hermosa espada, me miro al espejo y aplico algo de color en mis labios solo para resaltar el rostro, dejo mi cabello caer por mi espalda y salgo rumbo a los campos dejo entrenamiento, todas las mañanas los dos hermanos y yo entrenamos y perfeccionamos nuestro combate, aunque solo podemos entrenar entre nosotros ya que ninguno narniamos esta ha nuestra altura, igual me he tomado el tiempo de empezar mi propia clase y enseñar a los pequeños como defenderse.

-hola Peter- saludo terminando la manzana que llevaba en la mano

-buenos días reina- responde enfocado en limpiar su espada

-y... tu hermano?- intento sonar lo menos interesada

-oh nose, no lo he visto desde la mañana, no creo que venga a entrenar hoy- dice como si nada aun sin levantar la vista, me asombre puesto que ninguno hemos faltado a ningún entrenamiento, aunque no fueras a entrenar siempre nos presentamos en el campo, esto solo me emociona mas sobre la noche.

La mañana se va rápido, yo imparto mi pequeña clase con espadas de madera, graduó a dos de mis estudiantes a espadas de metal sin filo, ahora solo siento en las rocas y observo Lucy impartir su clase de arquería junto con su amiga Lidia una centauro joven.
No faltaba mucho antes de que el sol se escondiera, yo termino de darme mi baño, todo el día no he visto a Edmund, ni en la comida ni en la cena y ninguno de sus hermanos actúan normal, Lucy ni siquiera me hablo durante la cena, Susan y peter intercambiaban miradas y cuando preguntaba de que se trataba ellos solo se miraban con confusion "nose de que hablas ___", seco mi cuerpo antes de deslizarme en mi ropa, termine escogiendo uno de los vestidos favoritos de Edmund, es un vestido largo color rosa, el corset lleno de flores que se unen al centro en hermosos botones blancos, lo suelo acompañar con un collar de perlas pero esta noche no llevare ningún accesorio mas una capa para cubrirme del frío, coloco mis zapatos blancos con un líjelo tacón que hace lucir mis piernas mas largas de lo que son, en el espejo coloco rubor y color en mis labios ahora mi color favorito el del betabel; sonrío al ver el resultado mi cabello que cae por mi espalda lo tomo en una trenza para mantenerlo fuera de mi rostro aunque pequeños pedazos de este caen sobre mis hombros, tomo una capa negra de terciopelo y me cubro con ella me miro una vez mas en el espejo, Edmund se va a morir al verme.

Camino rápido al nuestro encuentro, termino el largo pasillo para encontrarme aun hombre parada al final, este no era Edmund, un enano el que cuida a los unicornios, él solo me entrega mi caballo para montar, en el momento que me subo, el animal trota como si se hubiera memorizado el camino, miro asombrada como entre los arboles colgaban linternas cubiertas con vidrios de color una luz era azul, otra morada, mientras mas avanzábamos mas se iluminaba la silueta de él, mientras corazón parecía salir de mi pecho, lo miraba y sin darme cuenta yo ya sonreía, él con ambas manos en su bolsillos, lucia mi traje favorito, una camisa blanca con su saco guinda, sus pantalones negros lisos, el también portaba una capa negra igual que yo. Extiende su brazo para ayudarme a bajar de mi caballo