big crown, little girl. {Edmund Pevensie & Tu}

11

Aslan camina entre nosotros con Lucy al lado de él, la niña corre a abrazar a su hermano mayor y se queda a su lado, el ayudante de Miraz se queda quieto y el caballo indeciso, la marea subía y sin avisar el mar despertó dejando ver el dios agua quien miraba al hombre en el puente enojado, toma el insignificante pedazo de puente en donde el hombre estaba y se lo come ahogandolo dentro de él.

Desarmamos a los telmarinos sobrantes y curamos a los narnianos heridos, yo me quito todo mi armadura dejando ver las heridas en todo mi cuerpo y el hueso deforme de mi brazo roto, pero lo unico que podia pensar era que Lucy lo hizo de nuevo

-mi dios Lu!- me acerco a ella que estaba junto a sus hermanos, estos me miran con asombro, aunque me tapaba con una cobija aún se podía ver el hoyo en mi hombro, pero yo sonrió ignorando todo -de verdad eres la más valiente- ella busca en su bolsillo su frasco sin que yo se lo pidiera

-y tu toda una guerrera, ten- bebo dos gotitas y al instante puedo sentir como mis piernas se restablecen y mi brazo izquierdo se acomoda sin provocar dolor, continuamos hablando con el brazo de Edmund en mi cintura felices de estar juntos y tranquilos

-____- me llama Aslan, me despido de los chicos y camino con el león 

-hola Aslan me da gusto verlo de nuevo- me dirijo a el con educación haciendo que me mire cuestionando

-escuche grandes cosas de ti por los Pevensie-

-muchas gracias-

-cómo te sientes?-

-bien, aprendí del mejor- digo recordando a Formek mi amigo centauro que dio su vida por la mía

-estoy seguro que el aun te cuida- nos sentamos los dos sin hablar en la orilla del río. Cuando los Pevensie se fueron quedé yo sola con él, por años salíamos a caminar en las mañanas, platicabamos, me enseñaba cosas sobre narnia y me explicaba las que no entendía, eramos inseparables, se convirtió en el padre que nunca tuve

Mientras los dos nos relajamos con el sonido del río se acerca la pequeña tropa de ratas de Reepiecheep con el mencionado en una camilla muerto por la batalla. Los detengo antes de que lo dejaran en el agua, llamo a Lucy quien se acerca y deposita una gota en su diminuta boca, el animal despierta como nuevo sin creer el milagro. Nunca tuve la oportunidad de siquiera convivir con él, siempre estaba ocupado al igual que yo, pero ahora que lo veo me arrepiento no ser su amiga

-pero cuánta energía!- dice brincando, mira frente de el al gran león de Narnia y rápido se pone de rodillas, las otra de atrás lo imitan -oh gran Aslan es...- se alcanza la cola pero esta no existia -oh que vergüenza! por favor no me miren!- habla como si fuera algo malo -dame otra gota del líquido probablemente crezca- sugiere el ratón

-no creo que sirva para eso Reepicheep- se ríe Lucy acompañado de la mía y las del resto de los hermanos Pevensie que llegaron poco después que Lucy 

-podemos intentar- insiste  -no me da vergüenza perder la cola en una guerra tan importantísima pero es la necesidad, la usamos para todo, equilibrio, movilidad, ataques- dice desesperado mirando a todos en busca de alguien que lo ayude

-Aslan creo que puede ayudar- hablo mirando al león quien solo miraba divertido

-oh no no no, yo no aceptaría tal ayuda de un ser tan importante- antes de que terminara la frase su cola ya estaba completa y nuestras sonrisas agrandadas- oh sí lo hizo, muchas gracias señor Aslan!- dice con energía haciendo a toda su tripulación alabarlo junto a él

-gracias a ustedes por defender a narnia- se voltea y mira a Caspian quien nos miraba a lo lejos  -porque su amigo no viene a saludar?- me levanto y sacudo mis piernas

-Caspian- le habla Peter

Se acerca inseguro el chico con la cabeza baja, se arrodilla una vez frente al león

-levántate rey de narnia- habla el león haciendo a Caspian sonreír -lo que has hecho por nosotros y nuestras tierras es demasiado valiente, gracias- miro la expresión del chico y casi muero de ternura

-gracias por darme la oportunidad- levanto el dedo pulgar en forma de aprobación al chico, este me regala una sonrisa

-ahora Lucy... donde esta el amigo del que me contabas en el camino?- le pregunta Lucy, ella señala a Trumpik que estaba "ocupado" con los telmarinos
Este al notar que lo mirábamos se acerca despacio e indeciso, Aslan gruñe pero no tan fuerte como para romper sus tímpanos, suficiente para que un creyente creyera de corazón

-wow- sonríe haciendonos reir a todos.

La tarde llegaba, salgo a ver el atardecer sentada en el zacate, trataba de comprender cómo hemos vivido tanto en tan poco tiempo y considero quedarme aquí para siempre, llega Edmund se sienta a mi lado y mira el hermoso atardecer con nuestras manos juntas, simplemente relajados sin compartir palabras, como solíamos hacer antes.

Llegamos al castillo telmarino donde nos reciben como los reyes y reinas de narnia a los seis, Peter, Susan, Edmund, Yo, Lucy y Caspian, encabezados por el gran león Aslan y al final nosotros, la pareja real.

Llegamos a una habitación donde dormiremos los días que nos quedaremos aquí, era toda de piedra gris sin brillo como el Cair Paravel, tenía una enorme cama con cobijas rojas vino y cojines combinando. Armas y cabezas de animales como decoración, un tocador, dos muebles de noche a cada lado de la cama y un closet grande negro.

-parece castillo de drácula- me digo riendo envolviendo al chico en mis brazos

-todavía me debes la mitad- me susurra en el oído Edmund causandome cosquillas en el estómago

-no se te olvido- me río dándome la vuelta para que no viera mis mejillas rojas

-como se me va a olvidar- me abraza por atrás y besando mi hombro para después subir a mi cuello -es lo que me ha mantenido vivo hasta ahora- me voltea dejando ver sus ojos dilatados y su maldita sonrisa que me encanta

-pues tendrás que esperarte porque adivina que...- coloco ambas manos en sus hombros

-que?- me separo de él

-estoy cansada- me dejo caer en la cama y cierro los ojos, se sienta a mi lado y coloca una de sus manos en la mía

-oh vamos llevo aguantándome, siempre hay algo que lo impide- abro los ojos y me encuentro con los suyos, la verdad a quien engaño yo tambien lo llevo esperando desde hace años

Me enderezo y empiezo a desvestirme sin decir nada, el chico me mira confundido pero al verme solo con una blusa y ropa interior me imito rápidamente, me toma de las caderas jalandome hasta el y aventandome a la cama, cae arriba de mi sin lastimarme y empezamos una sesión de besos y caricias, rápidamente se volvió cosa de grandes, sus manos buscaban algo que no hayan tocado ya de mi cuerpo mientras que las mías simplemente gozaban sentir los músculos que se formaban en su piel con el movimiento fuerte de sus caderas contra las mías, los gemidos inundaban la habitación al igual que el calor y la necesidad de tenernos el uno al otro para toda la vida, nos besamos para después separarnos aún más cansados que antes, me volteo y acarició con la llema de mis dedos su abdomen hasta su rostro mientras que el sonreía gozando mi delicado tacto contra su piel.

-te amo-

-y yo a ti-