CAPÍTULO 50

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Las puertas del ascensor se abrieron y Jenna permaneció adentro, sin moverse. Se llevó la mano a la frente y se la frotó suavemente. Al parecer lo de Fede le estaba afectando de sobremanera porque estaba sintiendo mareos.

Caminó hasta la recepción.

La vista se le estaba dificultando; veía borroso.

Necesitaba sentarse y tomar un vaso de agua bien fría. Al llegar a la recepción colocó sus brazos sobre el mostrador y escondió su rostro entre ellos, intentando inútilmente sentirse mejor con ello.

Su amiga borro su sonrisa de saludo cuando la vio acercarse con el semblante malo- ¿Jenna? -preguntó con preocupación Zoey, apretándole suavemente del brazo - ¿Te sientes mal?

-Mmm... -Jenna quiso responder, pero no tuvo las fuerzas suficientes para hacerlo ni para soportar su peso y cayó sentada al suelo.

- ¡Por Dios!

Zoey rodeó el mostrador corriendo y se agachó a lado de su amiga, sujetándole de la mano. Sus compañeros la rodearon y le trajeron a Jenna un vaso de agua.

-Jenna, Dios mío, ¡llamaré a una ambulancia!

-No -se negó Jenna -. Estoy bien, solo fue un leve mareo -bebió un poco del agua del vaso que Zoey le estaba sujetando.

- ¡Me vale! Llamen a una ambulancia AHORA.

Jenna seguía en el suelo sujetada de la mano de Zoey. ¿Ir en ambulancia por un simple mareo? ¡Qué tontería!

-Ambulancia en camino -avisó un joven colgando su celular.

Jenna estaba acostada en la camilla del hospital, sola, esperando por el doctor que había salido con la muestra de sangre que había extraído de su brazo. Ya se sentía mejor. A veces Zoey exageraba las cosas, como ahora, enviándola al hospital por un simple mareo. No había pedido permiso para salir por lo que Zoey le dijo que ella se encargaría de hablarlo con Alex y que vaya tranquila.

Su celular comenzó a sonar, lo quitó de su bolso y atendió extrañada, era un número desconocido.

- ¿Diga?

- ¿Jenna? -era Alex. - ¿Cómo estás? ¿En qué hospital estás? Iré a buscarte.

-Tranquilo... -sonrió con timidez por la preocupación de él.

-Me dijo Zoey que tuviste un desmayo ¿por qué mierda nadie me avisó? La ambulancia tardó varios minutos en llegar y nadie me dijo na...

-Estoy bien. Tranquilo. Te amo.

-Iré a buscarte y te llevaré a casa.

-No es necesario.

-¡Jenna! Dime donde estás e iré a buscarte, dímelo ahora.

LA ASISTENTE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora