Carly y Rowan son dos chicas normales,
que van a un instituto normal.
Y tienen vidas normalmente aburridas.
¡Ya les gustaría!
Un accidente de coche lo cambiará todo.
The Stars College les espera.
Mercury Livers también.
El amor, la amistad y el dolo...
El dolor de cabeza era muy intenso. Menos mal que hoy era sábado, yo no sé cómo la gente puede ir a clase después de una borrachera; aunque he de admitir que yo me pasé un poco. Lección aprendida, no volveré a beber.
Miré a mi alrededor y me di cuenta de que esta no era mi habitación.
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A mi lado dormía un chico. Gabriel soltaba suaves suspiros. Levanté las sábanas. Llevaba ropa, lo que me confirmaba que no hicimos nada. Bien.
Flashback
- Oye Rowan, casi no te puedes mantener en pie. Quizás deberías irte ya. Carly se fue hace un rato, Doms la acompañó. - dijo Gabi.
- Traaaaanquilllloo, essssstooy bi- hipé- en.
-No, no lo estás.
- Cállate. - lo besé.
Él me devolvió el beso. Me aferré a su cuello con los brazos y enredé mis piernas alrededor de su cintura. Le levanté la camiseta mientras nos alejábamos de la multitud. Mi espalda chocó contra la pared cuando de pronto cesaron los besos.
-Para, esto no debe hacerse así.- me dijo.
"Dios era tan mono."
-Vamos, te llevaré a las residencia.
Fin del flashback
Intenté levantarme pero el mareo era demasiado fuerte, así que me tumbé otra vez.
"¡DIOS MíO, CARLY!"
Mi pobre y dulce, pero fiera amiga. Estaría preocupada...
Decidí coger el móvil y mandarle un mensaje pero, ¿cómo decirle que había dormido con su mejor amigo sin que pareciera extraño? Mejor se lo contaba cara a cara. Desperté a Gabriel y le pedí una pastilla para el dolor de cabeza.
- Demasiado alcohol es malo, Rowan. No vuelvas a beber. - me tendió la pastilla.
- Ya ya, borracha e irresponsable, lo pillo. Te prometo que no vuelvo a beber.- me miró con excepticismo- Lo digo enserio.
-Espera. - se fue para volver con una botella de agua y me tragué la pastilla.
- Muy bien, haré como que te creo.
- Haz lo que quieras. Por cierto, de momento no le digas nada a Carly sobre que hayamos dormido juntos. No quiero que las cosas se pongan raras a principio de curso.
- Está bien, no le diré nada. De todas formas no ocurrió nada, así que...
-Ya... -actué como si no me hubiera dolido- Gracias, nos vemos.
Carly
La cabeza me pesaba como si llevara al mismísimo Titanic hundiéndose dentro. Rowan no tardó en hacer su aparición por la puerta.
- ¿Dónde has estado?
- Emmm, ya te lo explicaré. - se excusó.
- Más te vale, ¿tienes algo para el dolor de cabeza?
- Creo que sí. - busqué dentro de mi maleta, por suerte siempre llevo pastillas encima. Se la tendí y se la tragó en seco.
Yo también cogi una y bebí un sorbo de agua.
- Ahora cuenta. - revolví mis cosas hasta dar con las gafas de sol y me las puse.
- He dormido con Gabriel.
- ¿¡QUÉ HAS HECHO QUE?!- grité escupiendo toda el agua que tenía en la boca.
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-¡AHHH!- ambas nos quejamos mientras nos masajeabamos las sienes- No grites, solo hemos dormido. Yo iba muy borracha, así que me acompañó hasta aquí; pero me dio pereza subir otro piso mas así que nos quedamos en su habitación. No pasó nada más.
-Está bien. Pensé que habías hecho alguna estupidez mientras estabas ebria.
Quería a Olympia, siempre lo había hecho; pero no entendía porque había tenido un ataque de celos al ver a Rowan bailar con Gabriel. Sabía que ella era libre de hacer lo que le diera la gana al igual que yo. Miré a Oly que dormía a mi lado. Verla dormir a ella no se sentía igual que ver dormir a Rowan. Debía olvidarme de esa chica. Pero no podía, sus ojos esmeralda me atrapaban cada noche antes de irme a dormir.
Carly
Necesitábamos despejarnos un poco y salimos a dar un paseo por el campus. Eran los dos de la madrugada, pero se veía a gente tumbada por ahí. La fiesta les había pasado factura.
Nos apoyamos en un árbol y suspiramos al mismo tiempo.
-¿Qué te preocupa? - le pregunté.
- Cosas de la vida, nada importante.
-¿Sabes que puedes contármelo, verdad?
- Sí, lo sé. Gracias por eso. - apretó mi mano.
Sabía que algo pasaba, pero esperaría a que estuviera lista para decirme de qué se trataba.
- No tienes nada que agradecer, tú también me apoyas a mí.
- De ahora en adelante y siempre.
- ¿Pinky promise?
- Pinky promise.
Nos quedamos así un rato y se nos empezaron a cerrar los ojos. Estábamos ya a las puertas de Morfeo, y dentro de nada, finalmente en sus brazos.
