Hostage ; muke

But this feels right so stay a sec

           

Veía al omega dormir en pecho, se encontraba respirando tranquilamente, mientras Michael se quedaba observando cada pequeño detalle en su cara. Le había tomado un bastante tiempo calmar a Luke, pero el alfa lo había logrado, dándole caricias y unos cuartos besos en su frente y nariz. Hasta que por fin ambos se habían dormir abrazados.

Michael se sentía demasiado bien teniendo al omega en su pecho, impregnado con su olor, como si le perteneciera, como si compartieran un lazo.

Una vibración en su pecho lo hizo agachar la cabeza hasta donde se encontraba el menor. El omega soltó un pequeño bostezo para despues refregar con sus puños su cara abriendo los ojos.

—¿Cómo estas Luke? —pregunto el teñido.

Un sonrojo apareció en rostro del omega al darse cuenta que se encontraba en el pecho desnudo del alfa. Se sentó rápidamente y mordió su labio como de costumbre. Michael aproximo su mano hasta su labio inferior sacando los dientes de ahí. Las mejillas de Luke ahora se encontraban más rojas que antes.

—B-bien —respondió el omega para despues dedicarle una pequeña sonrisa.

El omega fue posicionado sobre los muslos del mayor, este acaricio sus muslos (eran su parte favorita del omega) subía y bajaba sus manos mientras Luke movía nerviosamente sus manos sobre el pecho del alfa.

—¿Has pensado sobre nosotros? —pregunto Michael concentrado en los muslos del rubio. Solo queria arrancar aquellos pantalones y tocas sus pálidas piernas.

—Uh —se puso algo nervioso —, ¿Te gusto Michael?

—Eso es mas que obvio omega tontito —Luke rio —, no se si tu lo sientes también, pero una parte dentro de mi siente que tiene una conexión contigo. No se si tu lo sentirás también, es como si tuviéramos un lazo.

Un escalofrió paso por la espalda de Luke al escuchar aquella palabra. Nunca le gusto la idea de ser marcado por un alfa. Siempre creyó que se cansarían de él y al final terminaría siendo un omega con un lazo roto al borde de la muerte.

Un lazo. Un lazo con Michael no sonaba mal, queria confiar en él. Confiar que no lo lastimaría como habían hecho antes. Con Michael todo se sentía bien, todo se sentía correcto, por primera vez se sentía protegido, se sentía querido (sentimentalmente) por un alfa.

—Si lo siento —asintió y beso la mejilla del alfa debajo suyo —. Eres el primer alfa que me hace sentir así.

Michael sonrió y agarro las mejillas del rubio. Lo atrajo hasta quedar lo suficientemente cerca de sus labios. Desesperadamente junto sus labios con los del rubio. Mordía lentamente el labio inferior del omega logrando sacarle un pequeño jadeo que hizo enloquecer al alfa interior de Michael. Los labios de Luke fueron abierto y Michael no desaprovecho aquella oportunidad para meter su lengua dentro de la boca del omega juntando sus lenguas sacando mas gemidos de parte del omega.

Bajo sus manos a las caderas del menor y las empezó a mover lentamente sobre la erección que se estaba formando. El omega chillo al sentir el miembro de Michael tocar su trasero, sentía la necesidad de ser tomado por el alfa, de ser reclamado.

Se alejo rápidamente del alfa agitado con las mejillas rojas y un poco de sudor en su frente.

—Lo siento bebe, de verdad —lo retiro de encima suyo —. Es imposible controlar a mi alfa contigo.

—E-esta bien —aclaro su garganta —, no te preocupes Mike.

Luke agarro sus piernas y las pego a su pecho para dejar descansar su cabeza sobre estas sonriendo.

—¿Por qué no nos conocemos? —Luke asintió —¿Qué te gusta?

—Uhm —miro al techo rápidamente y despues a los ojos del alfa —, me encanta dibujar. Cuando era niño solía dibujar debajo del árbol de mi vieja casa —Michael sonrió al recordarlo.

—¿Y no te acuerdas del vecino que iba a verte dibujar? —Luke lo miro sorprendido y asintió —. Era yo.

—¿Por eso me preguntaste si te conocía?

—Sip —intento mantenerse lejos del omega, pero aquello parecía imposible. Se encontraba lo suficientemente cerca para aspirar su aroma y rogaba que eso fuera suficiente —. ¿Me recuerdas?

—Siempre te me hiciste familiar, pero el cabello rojo y el piercing no ayuda mucho —rio —. ¿A ti que te gusta?

—Creo que eso es algo obvio, los videojuegos —Luke asintió algo avergonzado por su tonta pregunta —. ¿Comida favorita?

—Helado de fresa —Luke sonrió al recordar el helado que su madre solía comprarle a escondidas de su padre —, ¿A ti?

—Pizza, definitivamente —paso la lengua por sus labios al recordar el sabor de aquella comida —. ¿Puedo preguntarte algo más personal?

—Si, supongo —respondió el omega curioso.

—¿Has estado con otros alfas antes?

—Yo... —jugo con las mangas de la polera del alfa —, creo que no.

—¿A qué te refieres?

—Ellos me hacían c-complacerlos —bajo la mirada—, jamás hubo ¿penetración?, pero me o-obligaban a hacer esas cosas para cuando un alfa me comprara —susurro lo último.

El gruñido del alfa se escucho de solo imaginar al pequeño omega siendo forzado a hacer aquellas cosas horribles con otros alfas. Lo habían entrenado, como un maldito animal, se habían olvidado que era una persona y también sentía. Aquello no le gustaba a Michael, odiaba si quiera pensar en Luke sintiéndose mal.

—¿Puedo abrazarte? —pregunto el alfa para no asustar al pequeño. Este asintió.

Rápidamente las piernas del alfa rodearon las del menor dejando descansar la cabeza de este en su pecho mientras acariciaba su cabello y susurraba en su oído lindos apodos.

—¿Y tú... —intento calmar su respiración —...estuviste con otros omegas?

—Si —Luke asintió algo triste—, pero nunca tuve una pareja formal. Mayormente eran cosas de una noche cuando me encontraba ebrio. Hasta botaba a las omegas que Ashton traía cuando tenía mis celos.

—¿Es cierto que tus celos se acercan? —volvió a preguntar curioso en saber la respuesta.

—Si, pero no tienes que preocuparte bebe —beso su cabeza —, no harás de lo que no quieras —el omega asintió —. ¿Cuándo son tus celos?

—La verdad no recuerdo —mordió la uña de su dedo meñique —, pero creo que se acercan.

—No te preocupes, si quieres podemos estar en cuartos separados.

Luke asintió. Le encantaba que aquel alfa se preocupara por su comodidad y no lo obligara a hacer nada que no quisiera.

Simplemente aquella sensación se sentía demasiado bien para ambos.