I'll build a wall, give you a ball and chain

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Una rosa roja descansaba encima a la pequeña mesa de noche junto a una pequeña nota al lado de ella.

El omega se estiro levantando sus brazos al cielo y soltando un pequeño bostezo. Intento sentarse pero un punzante dolor invadió su cuerpo al momento de realizar la acción. Soltó un quejido, pero se estiro para agarrar la rosa junta a la nota.

"Tuve que ir a trabajar bebe, lamento haberte dejado solo, pero necesitas descansar. Y si, te estoy cortejando"

Sonrió y pego la rosa a su pecho. Nunca lo habían cortejado en su vida, jamás creyó que llegaría este momento en su vida. Jamás imagino que tendría la suerte de encontrar un alfa que lo quisiera de verdad.

Abrió el gran armario y busco entre la ropa del alfa algo para ponerse, no es que no tuviera ropa (ya que Michael se había encargado de comprarle un guardarropa completo), pero le encantaba imprecarse con el olor de Michael. Se coloco un suéter gris y unos bóxers negros que apretaban su trasero. Dejo descansar la rosa en la pequeña mesa y despues salió de la habitación dando saltitos.

Llego a la cocina en busca de un aperitivo, cogio lo primero que encontró en la mesa lo cual fue una manzana y se la llevo a la boca.

—¿Asi que Michael por fin consiguió un omega del cual no aburrirse? —pregunto una voz entrando al lugar asiéndolo levantar la cabeza algo asustado.

Luke vio como el chico de cabello negro frente suyo lo volvía a escanear con la mirada, para despues detenerse en su cuello y soltar una risa.

—¿Qué sucede? —preguntó en voz baja.

—Veo que no te marco —chasqueo la lengua —, por lo visto no estarás aquí por  mucho tiempo, es una pena ya que aquí solo hay inútiles omegas mujeres que no saben ni lavar un plato.

—Me dio una rosa —murmuro.

—¿Michael te esta cortejando? —pregunto el moreno estupefacto.

En el largo tiempo que había estado viviendo en aquella mansión nunca había visto interés en el chico de cabellos rojos en ningún omega. Claro, unos cuantos habían entrado a la casa, pero siempre eran cosas de una noche jamás era nada serio, casi siempre los botaba al día siguiente. Calum era un poco cercano a Michael y aquello lo tomo por sorpresa.

Había llegado a aquel lugar como cualquier empleado común y corriente, vio el anuncio en internet y se presentó. Desempeño bien las funciones en el hogar y gracias a eso había logrado una mejor paga y un mejor puesto. No se quejaba de tener que trabajar ayudando a la limpieza, le gustaba, desde pequeño ayudaba a su madre con los quehaceres de hogar. Su madre había muerto hace cinco años (cuando tuvo 15), al quedarse solo fue cuando empezó a buscar desesperadamente un trabajo que lo ayudara a mantenerse a flote así fue como llego aquí.

—Pues si —respondió y se encogió de hombros para despues darle una mordida a su jugosa manzana.

—No me pude presentar bien aquel día —estiro su mano —, soy Calum.

—Luke —estrecho la mano del otro omega —. ¿Y tu tienes un alfa? —el rubio por primera vez dirigió sus ojos al cuello del moreno, pero no vio nada.

—No me gustan los alfas —blanqueo los ojos al pensar en ellos —, son mandones y creen que pueden atarte para siempre junto a ellos por una simple mordida.

—¿Nunca estuviste con ninguno? —pregunto el omega curioso.

—Si —poso su mano en su barbilla recordando —.Tenia 15, fue todo muy toxico. Era como si hubiera construido una pared alrededor mío y me hubiera puesto cadenas para que nadie me tocara ni pudiera verme. Solo me queria para él.

—¿Y porque nunca te marco?

—Hubo una vez que quiso hacerlo, llego ebrio a la casa —mordió su labio al recordarlo —, vivía con él porque empezamos la relación cuando mi madre murió —Luke asintió metido en la historia —. Bueno ahí paso, tuve que escapar y vivir en las calles por un tiempo.

—¿De ahí llegaste a la casa de Michael? —se apoyó en la pequeña mesa de mármol en medio de la cocina queriendo saber más.

—Si, tuve suerte —sonrió —. Michael es el único alfa en el cual puedo confiar.

—Entiendo —tiro el corazón de la manzana al tacho de su lado —. La mayor parte de mi vida se baso en complacer a alfas, solo que yo si estuve atado y encerrado.

—Ashton me conto que Michael te compro en una subasta —Luke se tenso al recordarlo y asintió —. Aquí estas a salvo rubio, te cuidaremos, en especial Michael. Se nota que ese pelirrojo esta loco por ti —le dio una pequeña palmada al hombro del rubio y sonrió.

—¿Tu crees? —pregunto abriendo más los ojos.

—Por supuesto, eres el primer omega que dura más de un día —rio y Luke bajo la mirada —. ¡Hey! Era una broma. Se nota que Michael te quiere rubio, no te preocupes.

—Eso espero —sonrió de nuevo y miro al omega —. ¿Y ese beta que siempre para con Michael?

—Oh, Ashton —Luke asintió —. Es su guardaespaldas y a veces su chofer, además de mi guardaespaldas personal.

—¿Tu guardaespaldas?

—Cuando Michael se molesta porque grito a las omegas él siempre intenta calmarlo —rio —, nos llevamos bien.

—¿Te gusta? —pregunto el rubio sin pensar mucho al ver como Calum se sonrojaba al hablar de él.

—Es un beta... —recordó y soltó un suspiro.

—¿Eso tiene que ser un impedimento? —Calum se encogió de hombros —. Yo creo que deberías decirle como te sientes.

—Mira tú, acabas de venir de una subasta y ya estás dándome consejos de amor —Calum rio y Luke también —. Así no funcionan las jerarquías rubio, alfas con omegas y betas con betas.

—Pero...

Antes que el omega de ojos azules pudiera decir algo el teléfono de la cocina empezó a sonar. Calum rápidamente fue a atenderlo dejando al rubio con la palabra en la boca.

—¿Si? —contesto —. Tranquilo cachorrito, él esta sano y salvo —miro al rubio y le sonrió —. ¿Quieres hablar con él y comprobarlo tu mismo? —el moreno hizo una seña al rubio para que se acercara y le paso el teléfono.

—¿Hola? —susurro.

—¿Luke estas bien? ¿Te duele algo? ¿Necesitas algo? ¿Comiste? —las preguntas salieron rápidamente de la boca del alfa no dándole tiempo a Luke de procesarlas.

—Uh, estoy bien Mike, todo bien, acabo de comer algo y Calum recién va a mandar a las omegas a hacer el almuerzo —respondió.

—Me alegro —el alfa boto aire ya mas calmado —. ¿Viste la rosa?

—Si —sonrió.

—¿Qué opinas? —pregunto algo nervioso el alfa.

—Me encanta Michael, me encanta ser cortejado por ti.

Hostage ; mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora