Little Sagreeb

CAPITULO 2

- J U L I O   2 0 1 1 / M A R Z O   2 0 1 2 -

Ya era la tarde del 23 de Julio y su amada seguía sin aparecer, desde ayer en la mañana cuando Estefanía Ahumada de 21 años de edad salió del departamento en el que vivía con su novio Fernando Sagreeb de la misma edad, ella se dirigía a la universidad de Artes ubicada en el centro de la CDMX, dice su novio que ella debía estar en casa como a eso de las seis de la tarde, y había salido alrededor de las ocho de la mañana de casa, cuando el aun dormía ya que entraba tarde a clases ese día, Fer se levantó a eso de las 10 y después de arreglar unos pendientes y comer, se dirigió también a su instituto, paso el día tranquilo, como de costumbre, junto a Mónica, Jefferson y Brenda, sus mejores amigos. Cuando regreso a casa casi a las 9pm noto su ausencia y le llamo repetidas veces pero el celular aparecía fuera de servicio, llamo luego a todos sus amigos a ver si alguien la había visto y nada, nadie sabía nada acerca de la rubia. Fer con la incertidumbre se fue a dormir a eso de las dos de la mañana, aun pensando en donde se habrá metido el amor de su vida, pasaron las horas sin que él se diera cuenta y la noche rápidamente se convirtió en día, al abrir los ojos lo primero que hizo fue mirar el lado de la cama en el que usualmente dormía su amada, y estaba vacío, miro el reloj y ya eran las 9am, lo que significaba que ya habían pasado 24h de la desaparición de Estefanía. Fer se arregló lo más que pudo y se dirigió a la estación de policía con una foto de Estef y la esperanza de que ella volviera a casa esa noche con él, con la esperanza de que la encontraran, y que ella estuviera bien.

Dio todos los datos y descripción física de la joven y en menos de dos horas ya habían carteles de Se busca con la cara de Estefanía por toda la ciudad, apareció incluso en los noticieros. Todo México buscaba a la futura actriz por doquier.

Así fueron pasando los meses, lentamente, Fer sufría con la incertidumbre de no saber dónde estaba la rubia que le había robado el corazón, y que había desaparecido, 1, 2 4, 7, meses y nada, la policía se había dado por vencida hace tiempo, él era el único que seguía desesperado aun con la ilusión de que un día volviera a casa, hasta que un día se rindió el también. Ya pasados los ocho meses se dio por vencido en la búsqueda de Estefanía, pero por suerte ahí estaban los chicos que lo ayudaron a salir de la depresión en la que había entrado después de sus fallidos intentos de encontrar a la rubia.

Dos meses después de que eso pasara, Fer se había ido a una fiesta con sus amigos, lo normal obvio, rumbear, beber, bailar, todo eso, paso una increíble noche el día de su cumpleaños con sus mejores amigos, era una lástima que Daniela no estuviera entre ellos, y mucho menos Estefanía, pero ya lo había superado, a las dos, todo marchaba muy bien, ni se había percatado de la ausencia de las dos mujeres. Cuando volvió a su departamento, ebrio casi sin noción de lo que hacía, ni le dio tiempo de llegar a su habitación por lo que pasó la noche en el sofá.

Pasaron las horas y una desprevenida visita los sorprendió, alguien llamo a la puerta repetidas veces, no se daba por vencido, Fer se levantó gruñendo y después de lavarse la car atendió.

Ver a aquella mujer, ahí como si nada, para frente a él con una enorme sonrisa en el rostro lo dejo atónito, que hacia ella aquí, después de tanto tiempo, que quería.

-¿Puedo pasar?-dijo ella con ese acento tan peculiar que tenía.

-¿Qué quieres?-dijo el frio aun parado en la puerta.

-Linda forma de recibirme.

-Linda forma de desaparecer durante 10 meses y luego aparecer así como si nada. ¿Dónde estabas?

-Perdón tuve un pequeño incidente y tuve que volver a España.

-No me avisaste.

-Fue de improviso.

-¿Y tu teléfono? Te estuve llamando.

-Lo perdí.

-Y me vas a decir que no compraste uno nuevo, no hay excusas Estefanía, para lo que hiciste, crees que te voy a perdonar así no más. Te equivocas.

-Pero mi amor-ella se acercó un poco más con la idea en mente de intimidar pero su intento fue fallido.

-No quiero que te me acerques, lo nuestro se acabó en el momento en que desapareciste ¡Te estuve buscado como loco por todas partes! Ni tu familia sabía nada de ti, ni nuestros amigos ni ninguna persona en México.

-Ya me disculpe, ¿podemos olvidar esto y empezar de nuevo?

-No, largo de aquí.

Fer cerró la puerta, los planes de la chica habían fallado. Él no podía creer lo que acababa de suceder. Las cosas que le dijo, lo que ella le dijo a él, las excusas que puso, justo cuando él ya la estaba olvidando, ella aparece así nada más, de la rabia que cargaba encima y el coraje que le daba la actitud de ella, tiro un florero que estaba en la mesa haciéndolo añicos, dio algunos gritos de desesperación. Volvieron a llamar a la puerta, el aun enojado se acercó dando zancadas a la puerta y la abrió de golpe maldiciendo a quien estuviera detrás, que según él, era otra vez Estefanía. Pero no, se llevó una sorpresa aun mayor cuando no vio a nadie en la puerta, miro hacia ambos lados y luego escucho un pequeño chillido proveniente del suelo.