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Llevo curitas conmigo ahora,
para cuando tus suaves manos golpeen el suelo áspero.

¿Por qué eres así?, una vez le pregunté después de tener sexo. Sí, aún era sexo, aunque mi corazón latía con solo verle ya. Me gustaba apreciar sus lunares y sus ojos marrones. Su cabello ondulado me enloquecía,  y acariciar su cerquillo que le hacía ver más adorable era algo agradable de hacer.  Yuqi era muy bella la vieras por donde la vieras. ¿Entonces por qué era así? ¿Por qué se hacía eso así mismo?

Ella hizo una mueca, odiaba que le preguntara por su vida, pero aún así, me respondió: No lo sé, a veces solo necesito a alguien a mi lado por un tiempo, supongo que por necesidad, y luego todo acaba, sin sentimientos ni ataduras. Me calmo por un tiempo, y luego vuelvo a lo mismo. Solo es necesidad, mi felicidad no depende de ellos.

Yuqi no era ninfómana. No, apenas tenía solo un año de haber perdido su virginidad, aunque claro, eso no significaba nada. Solo dos chicos habían estado antes de mí en lo que se refiere a vida sexual, pero los dos habían sido igual, por un periodo. Antes de acostarse por primera vez conmigo, confesó que había pasado tres meses antes de volver a buscar a alguien, que no era fácil de encontrar a alguien como yo. En aquel momento no supe a qué se refería con  alguien como yo, y luego lo comprendí, buscaba a alguien que supiera que nunca generaría sentimientos por ella. Pero ¿Qué sucedía si al final de todo uno sí se enamoraba?

La primera vez sucedió, dijo, me enamoré del chico con el que perdí mi virginidad. Éramos amigos muy cercanos, y simplemente un día quise perder mi virginidad y lo hicimos, yo no sentía nada por él ni nunca lo sentí antes por alguien más. Hasta creí que era asexual, pero me gustó, me gustó el sexo con él tanto que luego tuvimos nuestros encuentros seguidos. Él solo dijo que le buscaba por curiosidad como cualquier chica primeriza, y también lo asumí así. Había leído muchos libros y normalmente siempre decían eso luego de la primera vez, pero en algún punto noté que mi corazón latía por él. Y sabía cómo era él, él no tiene relaciones serias. Siempre había sido así. Y cuando quise explicarle que quizá me estaba gustando, acabó todo. Había encontrado una chica que le satisfacía mejor que yo y ella le estaba pidiendo exclusividad, así que cortó todo. Me dolió, pero agradezco que haya sido así, sino quizá sí me enamoraba por completo.

Ella hablaba tan suavemente, parecía un cachorro herido. Luego se giró, su cuerpo desnudo frente a mis ojos. Tenía una figura delicada y muy erótica.

El segundo, volvió a empezar, ese solo duró una semana. Pasó después de, hizo una pausa mientras calculaba mentalmente, casi cuatro meses después de acabar con el primero, extrañaba el tener sexo y este chico lo conocí en un bar. Llamó mi atención pues fue el único que no volteó el rostro ni prestó atención cuando entré. Muchos no lo hicieron, por supuesto, pero él tenía ese aire de que nunca se metería con alguien como yo, es decir, Yoongi, parezco muy perra a simple vista.  Y me tomó casi toda la noche conseguir que me hablara. Con él fue un poco difícil acercarme, pues temía que de frente me dijera que no. Pero después de todo, cayó esa misma noche y terminamos en un hotel. Toda esa semana se repitió hasta que me aburrí. No era exactamente el tipo que chico que quería, él posiblemente generaría sentimientos porque... No sé, me di cuenta y yo no quería eso, así que acabó.

Entonces luego vine yo, le dije, ella asintió y se acercó más a mi cuerpo. 

Se notaba que eras diferente, tenías esa misma aura de quién fue mi primera vez, dijo suavemente; mujeriego, indiferente y sobretodo misterioso, solo fui directa contigo. Y cuando aceptaste supe que no me equivocaba.  Su confesión me sorprendió, pero no más cuando la vi colocarse frente a mí con un post rosa muy diferente de cómo estaba vestida, de negro. Me llamó la atención, cualquiera no se vestía así, pero me llamó más la atención su misterio, esa sonrisa pícara que también tenía y esos ojos de deseo. Era obvio lo que quería, pero no lo decía, no tan directamente, hasta solo dos días después en el café. Un día antes de la cita en el café le había visto en el mismo pasillo donde se me había acercado y observé su mirada sigilosa. Sabía lo que quería. Así que eso me dio el valor de escribirle antes de lo que debía haber hecho. Y ver su risa burlona cuando quise saber que solo sería eso, sexo, supe que me agradaría muy bien. Tampoco buscaba una pareja.

Ahora estamos aquí, la seguí escuchando, hablando de esto. No soy así porque sí, simplemente como dije antes, es necesidad. Quiero sexo de vez en cuando, pero no quiero tener novio para solo tenerlo. Así que es mi solución momentánea. Supongo que algún día me enamoraré y cuando llegue dejaré de hacer todo esto.

Yoongi recordó esa conversación mientras miraba el chat que tenía con Yuqi. Eran solo citas para tener sexo, pero también había temas personales. Eso, supuso que, fue lo que le gustó de Yuqi, que también sea humana y no su muñeca sexual.  Y luego miró hacia el frente, Yuqi  se encontraba almorzando con aquel chico pelicastaño, pero ella no lo miraba. Me miraba.

Podía ver su frustración, quizá por el chico de al lado, quizá no. Aquella marca ya no estaba, y eso que solo había sido un día desde que la había visto, así que descarté que era una marca.  Ella se rascó el cuello y luego se levantó. Seguí sus pasos hasta que se colocó delante de mí. Miré más atrás de ella, el chico pelicastaño me observaba con furia.

Tengo miedo, pronunció; Yoongi, creo que me estoy enamorando.

Training wheels + myg [book 2] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora