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Prometo no empujarte a la suciedad
Si me prometes que las quitarás primero

¿Qué sugieres que hagamos? Le pregunté. No quería forzarla a hacer algo que no quisiera. Ella solo seguía abrazándome, aunque esta vez estábamos sentados en el suelo. Ella entre mis piernas y yo con la espalda pegada a la pared. Algunos estudiantes pasaban y nos observaban, quizá porque casi nadie se sentaba en el suelo aún con bancas a un lado, pero nos habíamos sentido tan cómodos al tocar el suelo.

¿Cómo descubro si realmente me gustas?, me preguntó. No lo sabía; a veces esa realización llegaba por sí sola. ¿Cómo sé si no solo extraño tu cuerpo?

Yuqi también sospechaba eso, así que acaricié su mejilla, mirándola.

No tendremos sexo hasta que lo descubras; le dije, Yuqi y yo nos conocíamos más sexualmente que personalmente. Eso sería un punto que no quería tocar si es que ella estaba confundida. Ella asintió, como si fuera algo normal. Me sorprendió, sinceramente.

Está bien, pero... Se mantuvo en silencio, dudando, luego continuó; ¿Al menos podré besarte, no?

Solté su mejilla para acariciar au cabello y mirar sus ojos marrones. Eso no le podía negar, porque yo era lo que más deseaba en ese momento. Me acerqué a besarla, después de tres meses, y pude sentir el cielo cuando mis labios se tocaron con los suyos en un suave beso y dulce como el néctar de los cielos.

Training wheels + myg [book 2] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora