Two - Headed Boy (Invisible Boy Serie)

Capítulo 22

De hecho, Sam bebe los tres pequeños vodkas, junto con un trago de Maker's Mark y una cantidad respetable de tequila. Dean está bebiendo el whisky como si fuera agua, su cuerpo y su boca sueltos donde está acostado en la improvisada cama. Sam está sentado a su lado, contra la mesita de noche porque no confía en sí mismo, no con el alcohol y el cuerpo de Dean y su propia falta de disciplina en lo que respecta a esa combinación.

—Se supone que debería estar en casa de Bobby, ¿sabes? Vino y me salvó. Lo dejé plantado, porque sí —. Dean hace una pausa, se lame el whisky de los labios, mirando con ojos brillantes y vidriosos a través de la habitación. Finalmente parpadea, regresa en sí mismo, mirando la botella que está agarrando. —No sé por qué. Sólo. Sólo sabía que quería estar aquí.

Sam se queda callado por un minuto, el alcohol lo hace tambalearse y parecer impulsivo como lo hace Dean, pero esto se siente importante. —¿Salvarte de qué?

Dean se encoge de hombros, frunce el ceño. Toma otro trago y la mitad de la botella ha desaparecido. Dean siempre ha sido capaz de tumbar a cualquiera bebiendo, papá y Bobby incluidos. Sam se detuvo hace un rato porque es más listo que ellos.

—Me quedé sin dinero, así que me quedé sin gasolina. Pasé la noche en el coche a las afueras de Blue Earth. Se acercaba una tormenta de nieve y aparqué a un lado de la carretera y me senté en el asiento trasero. Papá no contestaba y Bobby tampoco y yo me sentí tan jodidamente como... —. Dean parece haberse ido, lejos, y se queda callado por unos momentos. Sam sólo lo vigila. Siempre, siempre lo vigila.

—Solo. ¿Sabes? Y sucedió la cosa más jodidamente increíble. Salgo del coche a mear y adivina lo que veo.

Sam murmura una respuesta, una pregunta. Se mueve un poco para acercarse más. Dean se ha desplomado en la cama, la cabeza en la almohada, los ojos en el techo. Sigue usando sus botas. Sam se acerca para trazar un rastro con su dedo sobre la manga de la chaqueta de Dean.

—Tu maldito árbol. ¿Te acuerdas? ¿Ese árbol al azar con el que estabas obsesionado?

Sam frunce el ceño, trata de recordar en medio de su estado de ebriedad. ¿Su árbol? ¿Qué...?

—Oh. Oh, mierda. Sí, me olvidé de eso. Wow. No lo he visto en años —. Sonríe al pensar en el tonto árbol del que su joven yo se enamoró al azar. Mira a Dean, se lo bebe. Deja que su dedo siga el rastro valientemente hasta el dorso de la mano de Dean. Tan, tan valiente. La mano de Dean se retuerce, un pequeño movimiento, pero no se aleja.

—Sigue ahí. Lo vi. El coche murió justo al lado. Como... Como si ella lo hubiera hecho a propósito. Para que lo viera, supongo. Pasé la noche a su lado —. Dean vuelve a callarse, pero se recupera y parece que se despierta un poco. Se sienta lo suficiente como para beber un poco más antes de volver a acomodarse. —De todos modos. Bobby me encontró. Supongo que te tenía en mi mente, porque terminé aquí.

—Me alegro de que lo hicieras —. Sam deja el tequila a un lado y finalmente se mueve para acercarse a Dean, para compartir una almohada con él, su cabello enredado. Traza la luna llena de la uña del pulgar de Dean con la almohadilla de su propio pulgar. —Porque yo también me sentía solo por ti.

—Parecemos los protagonistas de un drama adolescente de mierda, Sammy —. Dean inclina la cabeza y sonríe a Sam, tan cerca. Demasiado cerca. Sam presiona la frente de Dean con la suya y le sonríe.

—¿Entonces no deberías estar besándome ahora mismo?

—¿Me dejarás tocarte las tetas bajo el sostén si lo hago?