Después de pelear contra Apolo, Seiya de Pegaso sufre de un borrado de recuerdos, lo que lo obliga a vivir como un humano común y corriente... Hasta que se reencuentra con una chica que había conocido antes y que lo considera como su principal inspi...
Después de la batalla contra Hades, en la cual Seiya quedó malherido; éste se encontró bajo el cuidado de Saori, hasta que aparecieron unos ángeles guerreros al servicio de Artemisa, hermana de Athena, reclamando la muerte del Santo y la de sus compañeros por haber desafiado a los dioses, a lo que Athena respondió transfiriendo el mando de la Tierra a Artemisa como condición para perdonar la vida de los mortales.
Mas los Caballeros de Athena no se dieron por vencidos y habían emprendido la lucha contra los mensajeros de Artemisa, los Ángeles Celestiales, quienes poseían un cosmos demasiado poderoso, muy cercano al cosmos de los dioses. A pesar de la superioridad de poder, los Ángeles fueron derrotados por los mismos Caballeros.
Sin embargo, Seiya inició, por iniciativa propia, su marcha para dirigirse a Athena con el fin de ésta le quitase la maldición de Hades, misma que le fue ocasionada por la herida de la espada de Hades; pero en su camino se enfrentó al ángel Ícaro, que en realidad era un humano común cuya meta era convertirse en dios (aunque fracasó en su intento). Una vez que Athena le quitó la maldición de Hades a Seiya, éste pudo volver a encender su cosmos y recuperar las fuerzas.
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En ese momento, Artemisa arremete en un enfrentamiento contra Athena por darle la espalda a los dioses, pero la repentina aparición del dios Apolo cambió el curso de la batalla, y sentenció a la humanidad a su extinción, pero Seiya decidió hacerle frente a Apolo, y ante el poder inmesurado del Dios, deja una huella como evidencia de la existencia de humanos, quienes se rebelaron y levantaron sus puños en contra de la voluntad de los dioses...
El fin de los tiempos parecía inminente, pero de último momento, Apolo decidió perdonar a los humanos, mas no sin antes hacerles una limpieza de memoria a todos los caballeros, quienes tuvieron que iniciar vidas nuevas, completamente ajenas a Athena y sin que ellos la recordaran a ella o a los dioses.
Y así, un humano que desafía a un dios, pueda vencer sin ser castigado...
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Seiya y Saori están mirándose en medio de un lugar desconocido (al parecer sería la casa de campo de Saori, donde ésta se encargó de cuidar a Seiya tras la batalla contra Hades); y por el diálogo que empiezan a sostener, es evidente que no se conocen.
Seiya: Perdón, es tan bello aquí. Me recuerda a algo, aunque nunca he estado aquí. La luz de las ondas parecen placenteras.
Saori: Está bien. No hay nadie aquí más que yo. Solo espero, que encuentres a quién buscas.
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Habían pasado ya nueve meses desde que Seiya había dejado ya su vida como Caballero al servicio de la diosa Athena. En esa nueva etapa de su vida, Seiya comenzó una búsqueda con tal de localizar a su hermana mayor, Seika, a la cual no la había visto desde hace ya mucho tiempo. Así comienza la nueva vida de alguien sin recuerdos qué recordar, salvo el único que lo persigue hasta ahora: encontrar a su hermana.
Narra Seiya:
Mi nombre es Seiya, soy un joven común y corriente que vive en Japón; lo único que recuerdo es mi nombre y el hecho de que tengo una hermana mayor llamada Seika; sin saber por qué tengo demasiada amnesia, desperté delante en una casa grande en medio de un bosque templado; al tratar de entrar, me percaté de que se me había aparecido un rostro, el cual era el de una mujer y sentí que la conocía... Era una hermosa niña de cabello violeta, con la cual comencé a tener una breve conversación (pero eso sí, ni siquiera le pregunté su nombre). Cuando me preparaba para continuar con mi marcha, la chica se despidió de mí, diciéndome que yo tenga suerte en encontrar a la persona que está buscando. Y tras mucho tiempo, he recorrido la mayor parte del país, tratando de preguntar por el paradero de mi hermana... pero hasta ahora, no he tenido ninguna respuesta.
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Narrador Común:
Tras haber viajado medio país, Seiya finalmente llega a la ciudad de Tokio, con el fin de volver a sus orígenes y enfrentarse con el pasado que tantos fantasmas le ha creado. Habiendo recorrido algunas calles de la ciudad, Seiya seguía sin buscar alguna información relacionada con el paradero de su hermana. No obstante, nuestro protagonista pronto se cruzaría con alguien más, alguien que veía en el a su principal inspiración. En estos momentos, Seiya comienza a avanzar hacia el Puente Eitai, sin esperar que a unos cuántos metros le espera una sorpresa.
