Número 9

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Los Guanches habían caído al suelo de la manera más estremecedora posible, haciendo que se creara un cráter muy profundo como consecuencia de esa misma caída. En estos momentos, Seiya y Shoko comenzaron a bajar la guardia poco a poco, mientras caminaban despacio hacia la zona de impacto. Sin embargo, no se habían percatado de que los tres guerrero canarios se habían levantado de los fuertes golpes que se dieron.

Doramas: Pudieron... habernos... golpeado.

Bencomo: Pero aún... no nos hemos... dado por vencidos.

Dacil: Vosotros... seráis... quienes muerdan... el polvo.

Los Guanches vuelven a ponerse en posición de ataque y, con el poco cosmos que les quedan, realizan una posición de ataque similar a la Exclamación de Athena, pero con un poder completamente desconocido para los dos guerreros atenienses.

Los Guanches: ¡EXCLAMACIÓN DE ACHAMÁN!

La Exclamación de Achamán (dios creador del Universo, según la religión nativa de las Canarias) avanzó rápidamente como un rayo, con el fin de dirigirse directamente hacia Seiya y Shoko; pero el poder divino de sus armaduras logró que ambos amortiguaran el poder de los Guanches y ambos sostuvieron sus manos para evitar ser alcanzados por la gran bola de energía que los enemigos habían creado.

Seiya: ¡Usemos nuestros cosmos para poder hacer el milagro!

Shoko: ¡Oye, Seiya!

Seiya: ¿Sí?

Shoko: (sonríe) ¡Te amo!

Seiya: (también sonríe) ¡Yo también!

Los dos equinos comienzan a usar sus puños, los cuales comienzan a recargar fuertemente de sus respectivos cosmos, lo cual hace que tanto Seiya como Shoko descubran su máximo poder, con el cual logran descubrir un nuevo ataque, con el cuál puedan vencer a los Guanches.

Seiya y Shoko: ¡TRUENO ATÓMICO!

La poderosa técnica combinada de Pegaso y Caballo Menor comienza a ser lanzada sobre la gran bola de energía, la cual comienza a ser regresada a los tres guerreros canarios, quienes aterrados, quedaron sin posibilidad de escapar, y finalmente fueron alcanzados por la bola de energía, la cual redujo a polvo sus armaduras y los tres enemigos caen derrotados en el suelo y sin poder levantarse.

Doramas: Esto.. es... el fin.

Bencomo: Hemos sido... derrotados.

Dacil: Vosotros... habéis ganado.

Los Guanches caen inconscientes mientras que el Caballero y su Doncella dejan el lugar, para que después la policía llegue al lugar y pone a los tres enemigos bajo arresto.

***

AL DÍA SIGUIENTE...

Estando de nuevo en casa de Shoko, ella y Seiya se habían dado cuenta de que la relación entre ambos había evolucionado de manera perfecta, pasando de ser dos extraños a ser mejores amigos, o quizás algo más que solo eso...

En estos momentos, la hermana de Shoko, Kyoko, llegó frente a ellos dos con un anuncio muy importante:

Kyoko: Seiya, Shoko, quiero presentarles a alguien que recién acabo de conocer; dice que busca a alguien muy especial.

Shoko: ¿En serio, hermana? ¡Quiero saber de quién se trata!

Una chica de cabellos semi-anaranjados se presenta ante nuestros dos guerreros; su aspecto le parecía demasiado familiar a Seiya, que éste último quedó muy impresionado por la apariencia que la hacía recordar a alguien a que estaba tratando de buscar.

Seika: Buenos días; mi nombre es Seika.

Seika: Buenos días; mi nombre es Seika

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Seiya: Seika... ¡Hermana! ¡Estoy aquí! ¡Sigo con vida! ¿Me oyes? ¡HERMANAAAAA!

Seiya comienza a correr, con lágrimas en los ojos, en dirección hacia Seika; el Caballero de Pegaso finalmente logró encontrar a su hermana, a la cuál la ha estado buscando en mucho tiempo.

Seika: (sorprendida) Eh... esa voz es... ¿Seiya? ¡SEIYAAAAAA!

Seika también abraza a su hermano y comienza a llorar de felicidad por haberse reunido otra vez con su hermano.

Seiya: Todo éste tiempo te he estado buscando, hermana. Jamás pensé que mi difícil búsqueda por fin diera el resultado que estaba esperando. Y mientras siga con vida, no puedo rendirme ahora, ni nunca... Porque he ganado dos batallas.

Kyoko: ¡Qué tierno! ¡Por fin dos hermanos que no se han visto en años, se han reunido otra vez!

Shoko: Así es. Es tan hermoso que dan ganas de llorar. (rompe en llanto y corre hacia Seiya para abrazarlo también) 

Kyoko: ¡Hermana! ¡No quiero perderme de esto también! (corre también hacia los demás para ser también parte del abrazo gupal)

Finalmente, la principal razón por la que Seiya había estado luchando se había vuelto una realidad. Pero ésto no habría sido posible sin la ayuda de Shoko y de Kyoko.

Mi Mayor Inspiración (Seiya x Shoko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora