Número 2

1.3K 56 18
                                    

Seiya había regresado a la ciudad de Tokio y, en su recorrido por la gran ciudad, trató de buscar pistas que la llevaran hacia su hermana, sin ningún resultado aparente. Mientas continuaba su búsqueda, cruzó hacia el puente de Eitai, y al pasar por ahí, caminó pacíficamente y mirando hacia los otros lados, sin percatarse de que había tropezado con una piedra, la cual hizo que Seiya comenzara a caer sobre una chica que caminaba en sentido contrario, por lo que ambos cayeron al suelo.

Seiya: Disculpe amiga, ¿Estás bien? (se levanta)

Shoko: Sí, creo que sí (se levanta también).

Seiya: Permíteme presentarme, mi nombre es Seiya.

Shoko: Seiya...

En cuestión de segundos, Shoko comienza a recordar aquél momento en que, en su aventura por tratar de encontrar a su hermana mayor Kyoko, se había encontrado por primera vez con Seiya, quien en aquél entonces había recientemente adquirido la armadura de Pegaso.

---Flashback---

---Fin del Flashback---

Tras escuchar a Shoko mencionar todo lo que recordaba de Seiya y todo lo que éste le había dicho a Shoko sobre no rendirse, poco a poco, Seiya comenzó a experimentar una tremenda baja en su amnesia. En este momento, Seiya comenzó a descubrir los recuerdos que había perdido antes. A esto también le había que agregar que Shoko también le comentó sobre aquella pelea que Seiya sostuvo contra Shiryu, y cómo esto hizo que Shoko entrara en un profundo sentimiento de admiración por Seiya, a quien no volvió a ver desde aquél entonces, pero que su nombre siempre permaneció en la mente de la chica pelirroja.

Seiya: Ahora comienzo a recordar todo... El encuentro, la promesa de no rendirse y encontrar a tus seres queridos... Creo que alguna vez he sido Caballero con armadura, pero de ahí no recuerdo más allá. 

Shoko: Tú eras el Caballero de Pegaso; y yo era la Doncella del Caballo Menor... ¿Acaso lo olvidaste también?

Seiya también experimenta todos los recuerdos que tenía acerca de su vida como Caballero de Pegaso; sus enfrentamientos con el Patriarca, Hilda, Poseidón, Hades, Ícaro y Apolo... No obstante, todos estos recuerdos comenzaron a dolerle fuertemente la cabeza, por lo que inmediatamente comienza a experimentar un fuerte dolor en la mayor parte de su cuerpo.

Seiya: ¡AAAAARRGH! ¡ME DUELE TODO!

Shoko: ¡SEIYA! ¿ESTÁS BIEN?

Inmediatamente, nuestro protagonista comienza a levantarse nuevamente, aparentemente sin ningún rasguño.

Seiya: Creo que sí... Oh por Dios, fue un tremendo dolor el que pasé. Muchos recuerdos que prefiero no recordar... (está por caerse, pero Shoko lo vuelve a levantar)

Shoko: Creo que no estás del todo bien... ¡Debo llevarte a mi casa!

Seiya: ¿Tu casa? ¡Ni siquiera le has preguntado a tus padres sobre eso, es más, ni siquiera sé tu nombre!

Shoko: ¿Quieres que te lo diga ahora? (lo sigue cargando) ¡Mi nombre es Shoko!

Seiya: ¿Shoko, dices?

Shoko: Así es.

Seiya: Lindo nombre (sonríe).

Shoko: ¡Gracias! (se sonroja por las palabras de Seiya) ¡Ahora pediré un taxi, no te preocupes!

En estos momentos, un taxi comienza a pasar cerca de donde estaban Shoko y Seiya; mientras la primera se sube primero al taxi junto con él, éste último comienza a entrar en sueño.

Shoko: ¡Llévame al distrito de Minato, por favor!

Taxista: ¡Son 1400 yenes!

Shoko: ¡¿Qué?! (saca algo de su dinero y le da el importe exacto) ¡Bien!

Seiya: (soñando mucho) Sho... Ko... (se duerme) 

El taxi realizó un recorrido por la ciudad, y en tan solo diez minutos, llegaron a su destino, que no era más que una tradicional casa japonesa con un pequeño jardín alrededor. Ahí, Shoko comienza a cargar a Seiya (que todavía se encontraba durmiendo) y lo lleva arrastrando hacia una de las habitaciones que tenía reservada por si algún extraño se quedara sin hogar.

***

Al día siguiente, Seiya comenzó a despertar de aquél profundo sueño, sólo para darse cuenta de que se encontraba en una habitación de la casa en la que Shoko se hospedaba, lo cuál había dejado más que sorprendido a Seiya.

Seiya: ¡Oh por Dios! ¿Dónde demonios me encuentro?

Shoko: Estás en mi casa. (trae un pañuelo para limpiar el sudoroso rostro de Seiya) Permíteme presentarme nuevamente. Mi nombre es Shoko.

Seiya: ¡Hola, Shoko! (sonríe con curiosidad) ¡Mi nombre es Seiya!

Shoko: Si, ya nos hemos visto antes; sólo que ya no recuerdas mucho.

Seiya: Dime Shoko, ¿Qué vamos a hacer ahora?

Shoko: Ya lo verás... ¡Pero primero tienes que bañarte, no vas a querer que los demás te rechacen por no oler bien! (comienza a olerse un poco) Y ahora que lo voy diciendo, creo que también necesitaré un baño.

Mi Mayor Inspiración (Seiya x Shoko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora