13

294 62 1
                                    

Y era cada vez más curioso como pasaba cada momento, más a menudo, más vergonzoso todavía. Había pasado de pensar las consecuencias de eso, pero era más y más asfixiante el hecho de ver algo lindo y ponerse a dudar si debía acercarse. Tal vez le hacía falta cariño, o estaba loco. Y él se inclinaba más a la segunda respuesta.

Era una tarde como cualquier otra en el grupo pequeño de chicos matones con corazones de pollo (trabajan en el nombre aún, porque no podían irse de Busan sin tener un nombre, a pesar de tener más de 5 años juntos).

Estaban todos recostados en el suelo, Jun y The8 estaban jugando con las manos y hablando en mandarín, por lo que pasó automáticamente de interrumpirlos.

Vio a Beanie y a Gyu tomados de las manos, al parecer se adaptaron mejor que antes, ya no tenían tanto miedo. Woozi estaba recostado de la espalda de Gyu, como siempre, leyendo y pasando en alto lo que pasaba a su al rededor. Pensó si debería acercarse. Tenía miedo de que lo interrumpía en todo momento, así que volvió a pasar de las opciones.

Decidió recostarse un poco lejos del grupo, porque estaba siendo un estorbo para ellos y realmente no tenía mucho que aportar. Se colocó los audifonos y cerró los ojos, logrando despejar su mente un rato, hasta que un agudo golpe se puso en su cabeza. Abrió los ojos aturdidos, viendo como una pelota de futbol estaba a su lado, mientras que unos chicos algo grandes reian de él. Lo único que vio bien fue un chico bajito golpeando la entrepierna de uno.

YlenoL • Soonhoon/HoziDonde viven las historias. Descúbrelo ahora