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Grito, grito lleno de molestia mientras dedico a maldecir a los inútiles de los Nephilim que han estado acompañándome, maldigo al subterráneo por haberse escapado una vez más y golpeo algo cercano mientras tomo una hoja y una pluma del escritorio del brujo dejando en ella una gran párrafo con mi molestia, como último un cello de mi familia, espero que llegue a sus manos y sepa a quien se está enfrentando, sabe que tarde o temprano lo tendré en mis manos, y lo mataré, no importa el juego que estuviera realizando, yo lo alcanzaré, porque soy Alexander Lightwood, hijo de dos grandes guerreros y cuando algo entraba a mi cabeza nadie logrará sacarlo porque siempre puedo cumplirlo, esto no es la excepción.

— ¡Maldito brujo!

Salgo de aquel lugar enviando la carta, viendo quemarse unos segundos antes de salir, veo como mi grupo elegido sigue ahí, están buscando evidencia o algo importante del subterráneo para así poder localizarlo, pero todo se está poniendo difícil, y mi paciencia se está agotando con cada día que pasa, la ansiedad recorriendo mis venas, quiero encontrarlo de una vez por toda y así llegar a mi paz interior, saber que las almas de mi familia descansarán por haber dado justicia matando a cada responsable. Ayudo a buscar en aquella casa, cada pequeño rastro de aquella criatura, entonces el ángel nos ha dado lo que buscábamos, un cuaderno con candado con el nombre de aquel brujo, a la cual no se puede abrir aunque lo intente hasta con runas.

— Es hora de volver, Clarissa informa a los Nephilim que están afuera que vuelvan a casa y maten a cualquier subterráneo que vea en las calles— digo sin mirarla— Isabelle, intenta abrir este libro en el instituto, ve con Clarissa e informen a Valentine del fracaso que se ha producido, Jace, tú y yo seguiremos buscando aquí.

Las chicas no dijeron nada más, se van a ver mi mirada y Jace sigue paseando por la sala buscando algo más, nunca se conformaba con lo primero que ve y yo soy igual, por eso éramos Parabatai, por eso el destino nos había unido, a pesar de que los sentimientos que teníamos eran tan diferente. 

A mí corta edad sabía que yo era distinto, y que Jace me llamaba la atención más que cualquier chica cercana, pero ahora, yo adulto y el punto de serlo, todo había cambiado, yo tengo sentimientos por hombres pero cuando perdí a mi familia me di cuenta que el lugar para el amor ya no estaba en mi, decidí aquello que no me era importante, el amor no iba conmigo, pero de seguro que Isabelle lo necesitaría, lo mío sólo es matar y seguir órdenes, y cuidar a las pocas personas que quedan en mi familia, Jace solo había sido un capricho de adolescente. Trate de volver al mundo realidad, mirando las imágenes que decoraban cada minúsculo lugar de aquella casa, fotos y fotos de aquel subterráneo, un monstruo disfrazado de ángel, las criaturas del submundo era así, tenían con ellos el encanto para manipular y parecer bellos, pero ya nos quedaba poco para que aquello de una vez por todas desapareciera.

— Mira Alexander...

Miro como Jace está en un mueble, me acerco mientras observo lo que tiene que entre sus manos, una fotografía y dos hombres, Magnus Bane y Ragnor Fell.

— El es Ragnor Fell, vive en las afueras de Idris— dijo el rubio— Alec, para sacar a Magnus de sus escondite es comenzar a cazar a las personas que quiere, aunque a Ragnor es el segundo o tercero en la lista, podemos saltar a los más débiles.

Sonrío a ver la manera de que mi Parabatai piensa, astuto e inteligente, comprometido con lo que estamos haciendo, Jace es un hermano para mí y él sabe, se siente parte de la familia, cuando tuvimos la perdida lloró y sufrió de luto tanto como yo lo hice, está venganza estaba en todos nosotros. Agarro aquella fotografía y observo con más atención, dos brujos, con diferencia de edad y uno muy pronto de morir por culpa del otro brujo que anda jugando a las escapadas, entonces la idea llega a mí y sonrió como nunca lo había hecho.

— Vamos al instituto hermano, vamos a cambiar de rumbo en esta misión— le digo— la caza comienza a desviarse, me has dado una gran idea.

— Por eso soy tu Parabatai— dice sonriendo.

— Por eso eres mi Parabatai— repito.

Mientras le ordenó que haga runas en diferente parte de la casa para producir un incendio y salir de ahí. No puedo dejar de sonreír, preguntándome porque no se me había ocurrido antes aquella idea, podría tener a Magnus Bane a mis pies con solo asesinando a lo que quieren y siguen vivo, vendría a intercambiar su vida con parar aquellas matanzas, entonces ¡Bingo! Yo ganaría y el gran brujo de Brooklyn sería asesinado, ganando las primeras batallas para asesinar a los demás grupos de subterráneos. Cuando llego al instituto le informo a Izzy y a Clary del nuevo cambio de rumbo y entonces la búsqueda da un giro, buscando las tres principales personas subterráneas, y vivas, cercanas a Magnus Bane.

—Ragnor Fell, Raphael Santiago y Simón Lewis— me dice Isabelle leyendo la tableta entre sus dedos— acá sale también Camille Belcourt, una ex novio del brujo, pero no creo que sea importante.

— Busquen toda información que tengan de esos subterráneos, los quiero rápido, quiero matarlos mañana mismo si es necesario— ordeno medio cabreado— ¿Escucharon?

— Si— responden todos.

Salgo para ir hacia la oficina de Valentine, soy su mano derecha así que siempre tengo que informarme de sus órdenes o sus nuevos planes, además de ser su mano derecha soy su amigo así que debo informarme que esté bien o quiera hablar cuando su trabajo lo esté agobiando, cuando llego me acerco a la puerta para dar dos golpe y esperar, refregando las manos nervioso sintiendo mi pecho volverse loco, sé que sonara mal, pero después de que Valentine llegó al instituto y nos consoló a todos, nuestro vínculo se reforzó, es alguien importante en mi vida, solo trato de que mis sentimientos no pase más del límite requerido.

— Pasa Alexander.

Cazador. •Malec•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora