(61)

1.3K 153 22
                                    

Estamos con Jace en la habitación, se siente incomodo andar fuera de esas cuatro paredes cuando todos los subterráneos nos miran como si quisieran deshacerse de nosotros, tirarse encima nuestros para hacernos pedazos, es lo que merecemos en algún ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estamos con Jace en la habitación, se siente incomodo andar fuera de esas cuatro paredes cuando todos los subterráneos nos miran como si quisieran deshacerse de nosotros, tirarse encima nuestros para hacernos pedazos, es lo que merecemos en algún cierto punto, solo nos debemos mantener al margen, no quiero que haya problemas por culpa de nosotros.

 Veo como Jace está entrenando en una parte de la habitación mientras yo miro a través de la ventana como el sol está cayendo, todo está muy tranquilo afuera, he visto pasar a una manada de licántropos con vampiros hacia el norte indicando que van a ir a agarrar a los Nephilim que vienen a ayudar a Valentine, muy pronto es nuestro turno de salir y las palmas de mis manos pican por tener una espada entre mis manos y moverme hacia la entrada de Alacante, aunque en otro punto solo quiero quedarme aquí, sin hacer nada, no tengo buenos presentimientos, se que siempre me sucede, pero me siento desconfiado de esta misión, mas si yo no lo he planeado, en ese punto podría sentirme más confiado. 

La puerta de la habitación se abre y se muestra a Magnus con un nuevo conjunto de ropa, mas suelta, una musculosa con brillos y una calza algo suelta con unos borcegos, parece más joven de lo que es, y más mundano, sus ojos contienen un pequeño brillo negro y lo acompaña una sonrisa en su cara, no sé si es por los tragos porque apesta a alcohol o porque hoy será un día histórico por ellos, lo bueno es que nos contagia de su alegría.

— Es hora de irnos mis pequeñuelos, ha llegado la hora—dice— Me siento tan feliz de compartir una batalla tan importante con gente como ustedes, que han elegido para estar de mi lado aquí.

— Magnus las palabras van para después de la batalla, si no suena como despedidas a una muerte segura— le responde Jace.

Quien se ha dedicado a salir por la puerta pero lo veo caer de espalda al suelo, doy dos pasos adelante para acercarme hacia el marco de la puerta viendo la licántropo con los brazos cruzados mirando a Jace en el piso con una diminuta sonrisa que casi se la puede definir como una, la veo ayudar a pararlo, y solo no quiero pensar que lo del espejo sea real porque me dará un ataque cardíaco aquí.

— Nephilim, Magnus me ha dicho que eres débil con las armas y los puños, así que vendrás con mi manada.

— Pero los Parabatai tenemos que estar unidos en las batallas— interrumpo.

— Pues hoy no será, este se va conmigo y tú te quedas con Magnus, los defenderemos como si fueran de los nuestros.

Ambos nos miramos y busco la mirada del brujo esperando que diga que no, que defienda esto de que no podamos separarnos, pero esta vez es Jace quien me sorprende a aceptar, acercándose para decirme que todo estará bien, que me mantendrá localizado por si pasa algo, pero que es hora de ayudarlos, y se va al lado de la licántropo haciendo bromas recibiendo golpes de por medio, y yo me quedo solo, tratando de calmarme por ser despojado de mi Parabatai, no tendré el mismo potencial que con él a mi lado, veo como vuelve corriendo hacia mí, para estirar la estela.

— Casi me lo olvidaba, ven dale, te colocare todas las runas necesarias, no creo que a la licántropo le guste esperar.

Me saco la remera sintiendo como en la espalda comienza a quemar por las runas colocadas, aproximado diez runas entre espalda y brazos, ser colocada por modo de precaución al estar separado, lo mismo hago yo en sus cuerpo, todo a vista de los dos subterráneos, pero como solemos hacerlo casi siempre no nos ha incomodado, entonces me da un abrazo colocándose la remera y se va con la licántropo que le está esperando. Comienzo a buscar mi remera por el suelo donde lo he tirado.

— ¿Enserio tienes diecisiete años? ¿Con ese cuerpo?

Miro a Magnus y me doy cuenta en la situación que estoy aunque no es nada malo, solo estoy sin nada en la parte de arriba de mi cuerpo, tomo de la remera que me está tendiendo, mi remera, y me la coloco con rapidez para caminar hacia afuera, tratare de hacer que no he escuchado su pregunta y saldremos a aquel lugar sin tocar ningún comentario incomodo.

— Te he preguntado algo Alexander, es de muy mala educación no responder.

— Lo que has visto es real, no sé que respuestas quieres.

— Me ayudaría mucho para tener una buena batalla si lo veo de nuevo— bromea.

Niego un poco por su sentido del humor, y salimos afuera de la mansión, viendo como al parecer los brujos nos están esperando, los demás ya se han ido y nosotros debemos atravesar un portal, Magnus le señala quienes deben pasar primero para después ir yo con él para pasar juntos, viendo como los brujos cada vez que van pasando se van camuflando con los demás. Toda la entrada de Alacante, por la parte de adentro de la puerta los Nephilim ya están con sus armas para atacar, veo como un chico se acerca a nosotros.

— La manada que ha ido por los Nephilim que venían para refuerzo han sido detenido hubo inconvenientes pero se soluciono, hemos visto como niños Nephilim han huido acompañada de las hermanas de hierros, los hemos dejado ir, las puertas han perdido su barrera, podemos entrar cuando ordenes.

— Gracias — Responde Magnus.

Saco mi arco para indicarle que ya estoy listo, chequeando un dedo para que aparezcan las flechas en mi saco, le miro dedicando una sonrisa y asintiendo, es hora, tenemos que terminar de una vez por toda esto, tenemos la ventaja de entrar a atacar sin ningún problema, son pocos, y hay muchos subterráneos para atacar por lo menos.

— Muy bien, comencemos, vamos con el plan que hemos preparado, si nos atacan ustedes lo hacen, nuestro único objetivo es Valentine. 

Cazador. •Malec•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora